n Llamado a autoridades y sindicato de la Uia
Flexibilidad y apertura, piden alumnos de la Iberoamericana
Salvador Guerrero Chiprés n Medio centenar de estudiantes reunidos ante la puerta 6 de las instalaciones de la Universidad Iberoamericana (Uia), donde las banderas de huelga cumplieron ocho días, pidieron a las partes "flexibilidad y apertura" para terminar con un conflicto que ha interrumpido las labores de 12 mil personas, 90 por ciento de las cuales son alumnos.
"Nos tienen enmedio. Siéntense un poco a pensar los muchos proyectos que se están afectando, que se pueden terminar. Tengan apertura, escuchen", comentó un estudiante del octavo semestre de la carrera de derecho, en un mitin convocado telefónicamente y al que se pidió asistir llevando una vela, que quedó encendida frente al inmueble universitario.
Otras voces de estudiantes reclamaron "que las autoridades muestren que hay congruencia entre el ideario de la Compañía de Jesús y lo que vemos en esta huelga", en tanto que otros insistieron en ser "imparciales", como se leía en la manta dejada ante el comité de huelga del Sindicato de Trabajadores de la Universidad Iberoamericana (Stuia) aunque, señalaron posteriormente, desean regresar "a una universidad en que no haya que pensar en que fueron despedidos 300 trabajadores".
Representantes del comité de huelga explicaron a los estudiantes que no podían ceder a las intenciones de las autoridades de la Universidad Iberoamericana de introducir "elementos de redimensionamiento del sindicato y del contrato colectivo", cuando se está "únicamente en una revisión salarial". Algunos de ellos sugirieron que el movimiento de huelga "fue orillado por las autoridades", al "no aceptar" negociar oportunamente.
Una de las integrantes del comité sindical, expresó: "Ustedes tienen el derecho a exigir que la universidad les proporcione el servicio por el que pagaron. Incluso podrían demandarlos ante la Procuraduría Federal del Consumidor, como una presión, claro".
Compartieron con los alumnos su "preocupación, pues en lugar de los empleados de seguridad sindicalizados, se pretende que venga un grupo de seguridad que ni conocemos y que quién sabe cómo vaya a actuar".
Algunos estudiantes expresaron la preocupación por la pérdida de beca, el semestre o la eventual aparición de mecanismos para sancionarlos, "por ejercer su libertad de expresión".
Algunos dijeron "comprender que están en una lucha legítima y que no están de vagos". Hubo quienes criticaron a las autoridades por presuntamente "haberse sacado de la mano que esta universidad trabaja con números rojos". Hubo reclamos porque "no hay nadie de la universidad que nos informe en persona", ante la insuficiencia que, dijeron, tienen las comunicaciones en los diarios de circulación nacional y en Internet.
El secretario general del sindicato de la Universidad Iberoamericana, Miguel de Jesús González Palos, hizo un llamado a los estudiantes a no asistir a lo que llamó "clases extramuros".
El dirigente sindical pidió "cordura" de las autoridades e insistió en la "flexibilidad del sindicato".
En el mitin nocturno con estudiantes, el comité de huelga del sindicato de la Uia señaló estar dispuesto a "convocar de inmediato a una asamblea ante la primera oferta económica".
González Palos reiteró que ningún sindicato permitiría entrar a una negociación que implica "su liquidación".
El subsecretario de Trabajo del gobierno de la ciudad, Saúl Escobar, colocado como mediador por el jefe de gobierno, Cuauhtémoc Cárdenas, y después de recibir por separado a cada una de las partes, reconoció que las posiciones están aún más polarizadas que al comienzo del conflicto.
La representación de la Uia insistió en su petición de subrogar los servicios de seguridad, trasladar a cerca de 200 trabajadores a la nómina de confianza, y determinar "académicamente" quiénes deben o no permanecer en la Universidad Iberoamericana, "pagándoles, claro, si es el caso, la indemnización correspondiente".