''Lejana de paternalismo y clientelismo'',
la política social del gobierno, dice Zedillo
n Democracia y crecimiento económico, bases del verdadero desarrollo, asegura el Presidente
Rosa Elvira Vargas y Víctor Ballinas n La pobreza es un ''mal dañino y doloroso'' en México, pero tiene remedio, afirmó el presidente Ernesto Zedillo. Puntualizó que la política impulsada por su gobierno para combatir ese fenómeno está lejos de toda forma de populismo y paternalismo y tampoco es clientelista, pues sus programas no se regatean ni están condicionados a afinidades políticas. Este, dijo, es ''un criterio no negociable''.
Agregó que la pobreza, la cual consideró el principal desafío de su administración, tiene ''hondas raíces históricas'', pero también se debe al insuficiente desarrollo y al ''acelerado'' crecimiento de la población.
Abatir gradualmente la injusticia y la desigualdad y derrotar a la miseria ''ha sido y sigue siendo el mayor compromiso del gobierno de la República'', enfatizó.
A este objetivo, precisó Zedillo, se destinará casi 60 por ciento del gasto programable para programas sociales; de ese porcentaje, 45 mil millones se aplicarán directamente al combate a la pobreza (diez por ciento más que el año pasado en términos reales), a través de 57 programas de distintas dependencias.
De esta forma, aseguró, se crean bases más firmes para conseguir la equidad, lo cual implica igualar los indicadores sociales de las regiones más atrasadas con los promedios estatales y éstos con los nacionales.
La política social del gobierno, apuntó, reconoce y respeta la pluralidad cultural y política de la nación; se ejerce con todas las autoridades locales y es congruente con el fortalecimiento de la democracia.
Ante el hecho de que dos tercios de la población mexicana (66 millones) viven en la pobreza, el mandatario subrayó que la justicia social no es posible sin crecimiento económico, pues no podrían crearse empleos ni habría recursos para promover la igualdad de oportunidades ''y la democracia daría lugar a la generación de esperanzas que no podrían cumplirse''.
Para el Ejecutivo, la justicia social, la democracia y el crecimiento económico son los tres pilares del verdadero desarrollo de México.
El elemento central del desarrollo social, sostuvo, es la descentralización, pues deja a las autoridades locales las atribuciones y los recursos, lo que le permite aumentar su capacidad de respuesta. Informó que 75 por ciento del presupuesto de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedeso) se ha transferido a estados y municipios y resaltó que este año los dos fondos del ramo 33 ascienden a 25 mil 300 millones de pesos.
''Esto es federalismo efectivo'' y no únicamente de palabra, afirmó el mandatario, quien dijo estar satisfecho de que los Convenios de Desarrollo Social entre los estados y la Federación operen, por primera vez, en todo el país en forma simultánea. Enfatizó que la renovación del federalismo emprendida por su administración tiene una base fiscal sólida y un profundo sentido social.
De la Fuente, exhibido
La amplia intervención de Zedillo para detallar, uno a uno, los programas que se aplicarán este año a través de la Sedeso y resaltar su afán federalista hizo que casi al final de su discurso le molestara la garganta.
Interrumpió la lectura y preguntó: ''ƑNo hay un doctor por aquí? ƑUn mejoralito?'' Y como el único que alzó la mano fue el doctor Juan Ramón de la Fuente, secretario de Salud, el Presidente rechazó su atención y pidió: ''šMejor el doctor Warman! (poseedor de ese grado académico en antropología social). ƑPara qué levantas la mano? --le dijo a De la Fuente--; te pusiste de pechito. Hace tres meses que me estás dando medicina šy no levanto el vuelo, mano! ƑNo vino un homeópata, un médico tradicional apoyado por Sedeso?''
Luego, afirmó que, pese a ser el responsable del sector, De la Fuente ''no es confiable'' y en seguida, al insistir en su malestar, comentó: ''Ya me dijo mi esposa: 'Cuando tengas actos en la mañana no hagas mucho ejercicio, porque te bajan las defensas; te ves ojeroso y empiezas a toser'. Pero no le hago caso. Me gusta mucho hacer mucho ejercicio'', dijo divertido.
Previamente, el Presidente destacó la atención que este año se dará a un millón 500 mil jornaleros agrícolas migrantes, quienes ''viven en las condiciones más deplorables'' y buscan el sustento familiar en lugares muy alejados de sus comunidades. Dijo que se acelerará su incorporación al régimen de seguridad social; para ellos habrá formas especiales de educación y se les incorporará gradualmente al Programa de Educación, Salud y Alimentación (Progresa).
Derivado de lo anterior, informó Ernesto Zedillo, se ha encargado a las secretarías de Trabajo y de Desarrollo Social elaborar un programa para atender ''de manera mucho más clara y decidida'' un problema ''muy preocupante, que denota una enorme injusticia y un enorme atraso en el país y que resulta intolerable'': los niños que trabajan.
''Es un problema que debe apenarnos mucho a todos los mexicanos, que ya no podemos permitir que siga creciendo y que de hecho debemos controlar y reducir a cero''. Dijo esperar que la estrategia mencionada le sea presentada en unos días.
El mandatario fue especialmente enfático al ponderar el trabajo de quienes ponen en marcha los programas sociales y los llamó a seguir cerca de la gente, convocar a la participación social y dirigir sus esfuerzos a quienes viven en las peores condiciones de atraso y carencias, especialmente los indígenas.
Durante la ceremonia, que fue muy larga debido al formato que diseñó la Sedeso para que se escucharan testimonios de personas beneficiadas por cada uno de los 13 programas que promueve la dependencia, el mandatario destacó las acciones en materia de vivienda que se realizarán este año. Mencionó que se construirán 20 mil casas-habitación para familias que viven en extrema pobreza y 15 mil más como parte del programa de vivienda progresiva; asimismo, se otorgarán 3 mil créditos más.
Además, ratificó que antes de agosto concluirá la reparación y construcción de más de 25 mil casas en la costa y sierra de Chiapas, dañadas por las lluvias del año pasado. Por ello, dijo, si se cuentan sólo las viviendas nuevas en aquel estado, ''en menos de un año habremos construido'' el equivalente a las casas de una ciudad de alrededor de 50 mil personas.
Otras metas de política social planteadas por el mandatario son crear un millón 200 mil empleos temporales, aumentar los apoyos productivos a la población femenil, principalmente indígena; ampliar la cobertura del Progresa a dos millones 300 mil familias; distribuir leche Liconsa, a precios subsidiados, a 4.2 millones de familias; dotar de predios urbanos, a través de la Comisión Reguladora de la Tenencia de la Tierra (Corett) a 40 mil familias, y concluir los estudios en los que se basará el plan de desarrollo urbano para después del año 2000.