n Sospechosa urgencia por atraer capitales: Manzo


La apertura del sector eléctrico responde a presiones foráneas

Miriam Posada García n La desesperación del gobierno federal por modificar la Constitución para abrir el sector eléctrico al capital privado responde a presiones del gobierno de Estados Unidos y organismos económicos internacionales, entre los cuales ya perciben altas posibilidades de que el Partido Revolucionario Institucional (PRI) pierda las elecciones presidenciales del año 2000, aseguró el investigador José Luis Manzo, al tiempo de advertir que con la infraestructura eléctrica existente y con las obras en construcción el abasto de energía eléctrica en el país está asegurado, por lo menos hasta mediados de la próxima década.

Manzo calificó de ''exagerado'' el panorama catastrofista que las autoridades energéticas presentan para el país si no se aprueba la reforma a los artículos 27 y 28 de la Constitución. Consideró ''sospechosa'' la urgencia de atraer grandes capitales y destacó que pese a que existe un rezago de 15 años por la falta de inversión pública, el sector eléctrico no debe privatizarse.

Afirmó que el gobierno ''miente'' cuando dice que el crecimiento de la demanda de energía será de 6 por ciento anual, toda vez que existe una tendencia al estancamiento de la economía mundial que dejaría el crecimiento de la demanda en México en niveles de sólo 4 por ciento. Y ''miente también'' al anunciar que conservará la red nacional de transmisión por ser un área estratégica, pues la intención es no invertir en ella y con el paso del tiempo, dejar las operaciones de transmisión también al sector privado.

Lo que es claro, advirtió Manzo, es que al presentar un futuro negro para la economía del país, lo que el gobierno federal busca es ''asustarnos'' para decir sí a la privatización de la Comisión Federal de Electricidad y Luz y Fuerza del Centro, y de esta manera, cumplir con exigencias de organismos internacionales e incluso, con el gobierno estadunidense para modificar la Constitución y dejar en manos de la iniciativa privada una mina de oro.

''Este es un cálculo político. Si partimos de que el gobierno está mintiendo y si no hay prisa para privatizar la electricidad porque tenemos cubiertas las necesidades de demanda hasta la mitad de la próxima década, entonces queda pensar que el gobierno está lanzando una señal clara a los capitales privados internacionales, y al gobierno estadunidense porque en el marco del Tratado de Libre Comercio hay presiones de su parte para que México tome una medida irreversible en materia constitucional, toda vez que es claro que hay un alto riesgo de que el PRI no gane la elección presidencial del 2000''.

En términos de soberanía, señaló José Luis Manzo, ''me parece cínica la posición de algunos funcionarios públicos, en especial del secretario de Energía, Luis Téllez, cuando dice que hay que privatizar para defender la soberanía. Abrir el sector es perder el control de un instrumento estratégico, porque sin electricidad se puede paralizar el aparato productivo, por eso la Constitución reserva las áreas estratégicas; dejarlas en manos privadas es cederles una mina de oro''.

El investigador universitario y ex funcionario de Petróleos Mexicanos señaló que si bien es cierto en el sector eléctrico existe un atraso en la inversión de 15 años, la situación no es tan grave como para tomar medidas apresuradas, sobre todo porque la actitud gubernamental da muchos indicios como para desconfiar de la urgencia de invertir sumas millonarias en este renglón, por lo que convocó a reflexionar de manera serena y adoptar las medidas adecuadas.

Explicó que así como lo señaló en diversas ocasiones ''el recién corrido director de la Comisión Federal de Electricidad, Rogelio Gasca Neri'', la capacidad instalada hasta la fecha es suficiente para cubrir la demanda de electricidad, y enfatizó que durante años la tendencia de crecimiento de la infraestructura respecto a la demanda siempre dejaba un colchón que aseguraba el abasto por cinco o diez años.

Sin embargo, dijo, con los gobierno neoliberales de Miguel de la Madrid, Carlos Salinas y el actual, se enfatizó el abandono presupuestal, y en consecuencia se presentó un rezago, que a su consideración no es tan grave porque existen obras en construcción y otras ya licitadas y recursos disponibles que permitirán cumplir con las demandas de la población y la industria.

Consideró una incoherencia ''y una mentira más'' el anuncio de que el Estado conservará la red nacional de transmisión, ''es darnos atole con el dedo'', porque al quedar bajo su control no se invertirá en ella, sólo se mantendrá en operación y con el paso del tiempo se convertirá en infraestructura obsoleta y, de acuerdo con la lógica gubernamental, tendrá que privatizarse y el principal generador de electricidad del país, la CFE, tendrá que pagar por transmitir la energía.

Esto, dijo Manzo, va en contra de lo que sostiene el propio Papa de los economistas neoliberales que están al frente del país, Milton Friedman, quien afirma que la transportación y transmisión de energía eléctrica debe ser un monopolio natural. ''Yo les puedo regalar uno de sus libros'', concluyó.