n El artista presentará en Oaxaca un libro hecho al alimón con el Nobel irlandés


Seamus Heaney, guardián y defensor

absoluto de la poesía, afirma Jan Hendrix

Angélica Abelleyra n Guardián. Vigía. Centinela. Un vigilante de la poesía.

Así concibe el artista gráfico Jan Hendrix al escritor irlandés Seamus Heaney. Y por ello retomó esa sensación de cuidado y custodia que le revela el paisaje de Yagul, su carga como fortaleza, para unir a su trazo en serigrafía la palabra del Nobel de Literatura 1995 en La luz de las hojas (The Light of the Leaves), libro en el que recuerda a Ted Hughes y a W. H. Auden, a Joseph Brodsky y a Zbigniew Herbert, a la Virgen de Guadalupe y a ciertos escenarios de Asturias hasta hacer un total de diez poemas que leerá en tierra oaxaqueña.

Inéditos en México, los escritos en versión trilingüe (inglés-español-holandés) han sido traducidos por Pura López Colomé y Jan Eijkelboom con un tiraje de sólo 64 ejemplares firmados y numerados que podrían costar alrededor de mil dólares cada uno. La coedición estuvo a cargo del holandés Han van Eijk y su imprenta In de Bonnefant, así como de Jan Hendrix y la Imprenta de los Trópicos.

Junto con 13 serigrafías en papel nepalés y hoja de plata, desfilan en el poemario diez títulos: ''Sobre una nueva obra en lengua inglesa", ''Símil normando", ''De haberse quedado, acaso", ''El bastón", ''W.H. Auden (1907-1973)", ''Audenesca", ''Nuestra Señora de Guadalupe", ''Pequeños cánticos de Asturias", ''Sauce, Ofelia, Moyola" e ''Hiperbóreo" (el cual reproducimos).

Placer por una labor cómplice

Relata Hendrix que el primer contacto con la obra de Heaney fue en los años ochenta, cuando en el libro Muerte de un naturalista leyó el poema ''Los amantes de Arán":

Intemporales olas, luminoso cedazo, cristal roto,/ Deslumbradoras se acercaban y penetraban en las rocas;/ Con destellos y desde las Américas, a escudriñar venían/ A poseer a Arán. ƑO fue Arán en su ímpetu/ El que estrechó en sus brazos de roca a la marea,/ La cual cedió en reflujo, con estrépito suave?/ ƑDefine al mar la tierra o defínela el mar?/ Cada uno arranca un nuevo sentido al choque de las olas./ Y el mar, se abrió paso en la tierra hasta lograr la identidad total.

Ese fue el comienzo. El poema breve le gustó, por ''su claridad", junto con otro bautizado como ''Península" y a partir de ambos desarrolló una serie de imágenes que imprimió y mandó a Heaney. La respuesta no llegó de inmediato. Por conducto del poeta holandés Hans van de Waarsenburg y del editor Van Eijk contactaron al ensayista y, tras un lapso de tres años, salió publicado en 1992 el libro La rama dorada (The Golden Bough), con un tiraje de 53 ejemplares donde a las serigrafías se suma la traducción, del latín al inglés, del libro séptimo de la Eneida de Virgilio realizada por Heaney.

Luego del Nobel concedido al irlandés, Hendrix tenía casi la certeza de que no realizarían nada más. Entonces, después de una reunión de Pura López con Heaney, éste le dijo que ''uno de los libros que más placer le causaba era La rama dorada, y que deseaba hacer otro volumen conmigo. Fue algo espontáneo y aquí está el resultado".

Para Hendrix, más que la ganancia económica en este tipo de proyectos, prevalece "el placer y la experiencia de realizar un trabajo cómplice con un poeta, cunado sus palabras te estimulan a crear imágenes", asegura.

ųƑQué te gusta en Heaney?

ųLa sencillez, la estructura, la firmeza. Su defensa absoluta de la poesía. Siendo irlandés, su vigilancia del lenguaje y estar más consciente de la lengua inglesa que los ingleses mismos. Otro factor que me une es su relación con la tierra, similar a la mía, porque venimos de la misma fuente campesina. El habla de sus ancestros, del poder de la tierra en su poesía y yo siempre trabajo con elementos de la tierra. Creo que Seamus tiene una capacidad enorme de poner en palabras lo que quiere y eso me encantaría hacerlo con mis imágenes, aunque nunca lo logro.

Yagul, paisaje cargado de vestigios

ųƑPor qué, luego de realizar La rama dorada, con obra inspirada en Yagul, insistes en este sitio arqueológico?

ųPor su paisaje. El sitio prehispánico es pequeño, tranquilo, con un silencio absoluto y una profunda armonía. Es un lugar que te deja la sensación de ser el exacto, estratégico para cuidar el área con una vista maravillosa hacia los valles. Creo que en Yagul no hay casualidades, está donde debe. Desde hace ocho años, cada vez que visito Oaxaca, acudo a Yagul en la soledad: hago apuntes, tomo fotos y camino por horas. Sólo después de muchos meses van saliendo las imágenes de forma inconsciente. Además, Yagul está cargado de vestigios y el paisaje que me importa es el que lleva consigo una carga emocional e histórica ligadas al hombre. Prefiero este tipo de paisaje concebido como la piel del humano, que aquel virgen, no intervenido, intocado.

Además de la reunión que tendrán Hendrix y Heaney, el 14 de febrero en el Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca, para comentar La luz de las hojas, ambos se verán el 24 de abril en el Cuirt International Festival of Literature, que tendrá lugar en el Galway Arts Center de Galway, Irlanda, donde Jan mostrará las serigrafías correspondientes a los dos libros que ha hecho con Heaney, en tanto que el Nobel leerá los poemas. Los acompañará nuevamente Pura López Colomé.