Bartlett: ya no cabe la sumisión en el PRI
n ''Quien quiera competir, que dé la cara; si hay tapado, muy mal'', señala el ex gobernador
Enrique Méndez n Manuel Bartlett Díaz convocó a los priístas a invertir la pirámide del poder e iniciar ''una gran movilización, un movimiento irresistible'', que permita cumplir la directriz del presidente Ernesto Zedillo de abrir el juego sucesorio, y los llamó a defender el proceso de consulta a la base ų"a balón abierto, la tendré ganada"ų para elegir candidato a la Presidencia de la República, y en el que prevalezca la voluntad democrática de las bases.
Al iniciar ayer su precampaña presidencial, expresó su absoluta certeza de que Zedillo no tiene candidato a sucederlo y que, por lo tanto, el PRI debe impulsar un proceso democrático "en el que yo voy a ganar", y sentenció: "Voy hasta el triunfo total, no negociaré con nadie. No creo en las candidaturas de unidad y no aspiro a otra posición que no sea la Presidencia de la República."
Hace más de diez años ųcuando el ex presidente Miguel de la Madrid se decidió por Carlos Salinas de Gortari y no por él, que entonces fungía como secretario de Gobernaciónų, recordó, perdí la candidatura priísta porque las reglas, que acepté no porque me hubieran gustado, sino por disciplina, eran otras. "Ahora, que las reglas son nuevas ni por aquí me pasa ųdijo señalándose la frenteų que el PRI no me va a reconocer el triunfo".
En ese marco, sostuvo que en el Revolucionario Institucional, hoy la sumisión política carece de bases porque iría en contra de la nueva situación que vive el partido, y clamó: "šSí! a la disciplina en un partido vivo. šNo! a las consignas, en un partido de aparatos burocráticos."
Dijo que los dinosaurios ų"yo soy más joven que Chirac, que Cardoso, que Mitterrand"ų ahora es la única especie en el PRI que todavía espera línea y consigna, y se ubicó dentro de un ala distinta en el partido, la de los priístas que rompen tabúes, que rompen inercias, y exigió a los funcionarios que también aspiren a ser candidatos del tricolor: "Quien quiera competir, que dé la cara. Si hay tapados, muy mal. Yo los censuro y les pido šdestápense ya! Yo, por lo pronto, ya le hice caso a Mariano (Palacios Alcocer)".
Durante todo su discurso, ante croquistas, curiosos e impulsores de su campaña que abarrotaron el auditorio del centro de convenciones del World Trade Center, el ahora ex gobernador de Puebla ųapenas el lunes entregó el gobierno a Melquiades Morales--, insistió una y otra vez en la necesidad de que el PRI organice, por medio de una comisión autónoma, un proceso limpio y transparente del candidato presidencial.
Y delimitó: "Si el PRI establece un proceso equitativo y abierto, imparcial y transparente de elección de candidatos y dirigentes, todos estaremos con él, cerraremos filas, impulsaremos el triunfo, cualquiera que sea el resultado. La unidad estará garantizada."
Planteó que no encabeza una iniciativa personal, y precisó que su candidatura responde "a los sentimientos que comparten muchos mexicanos". Incluso, señaló que no busca la democratización del partido porque ello le beneficiará, sino porque "es punto de arranque de la democracia" plena del tricolor, y resaltó que un proceso consensado será la mejor garantía de que el candidato sea legítimo y que no será impuesto.
De la DEA, la caída del sistema y el pase de charola
Después de su discurso, de 20 cuartillas, en el que reconoció el respaldo político de la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC) y el del líder de esta organización, Alberto Juárez Blancas, quien ocupó lugar en primera fila, Bartlett Díaz ofreció una conferencia de prensa en un salón adjunto, en el que se colaron sus seguidores y curiosos, a quienes pidió "sólo una porra" después de cada respuesta.
Obviamente, y él lo había anticipado, se le preguntó de la investigación de la DEA por su presunta participación en el asesinato del agente antinarcóticos estadunidense Enrique Camarena Salazar.
"Es falso que la DEA me persiga ųexclamóų; mi expediente está absolutamente limpio. Todos los embajadores de Estados Unidos en México han acreditado mi honorabilidad".
Para él, la agencia estadounidense antidrogas montó un proceso falso, con testigos pagados, y que con ello lo introdujo "en una estúpida conspiración", de la que él se defendió presentando pruebas y una protesta ante el Departamento de Estado de ese país. Nunca, dijo, me comprobaron nada.
"Lo importante ųresaltó-- no es si tengo o no visa, si puedo ir o no a Disneylandia o al Super Bowl, sino que no se tomen los chismes y las calumnias como verdades". A la pregunta, obligada, de la caída del sistema en 1998, cuando Salinas de Gortari resultó que había ganado las elecciones presidenciales, dijo que él no pudo haber manipulado los resultados porque en México nadie vota por computadora.
Un reportero le comentó las declaraciones del ex gobernador de Puebla, Mariano Piña Olaya, quien aseguró que Bartlett Díaz tenía todavía asuntos pendientes, como el asesinato del periodista Manuel Buendía Tellezgirón.
Piña Olaya, dijo mordaz, forma parte del equipo de ex gobernadores que están en la Secretaría de Gobernación, pero pidió que esto no se tomara como pretexto para provocar conflictos internos, aunque acotó: "Va a venir la campaña de lodo".
Asimismo, aseguró que su precampaña será austera y refirió que ayer mismo comenzó a funcionar una fundación encargada de recabar fondos, "limpios y legítimos", aunque señaló que todavía no ha pasado la charola a los empresarios, como él mismo declaró hace poco que lo haría.
A diferencia de la de Vicente Fox, gobernador de Guanajuato, que realiza una campaña multimillonaria para crear una imagen artificial, de mercadotecnia, inyectando grandes cantidades de dinero, dijo que él no comprará el poder político "con cañonazos de dinero".
Al respecto, el diputado poblano Jorge Estefan Chidiac, quien forma parte del equipo de campaña de Bartlett Díaz, dijo que el pase de charola de su amigo "será la más limpia y transparente de México, que no implique ningún compromiso. Ni el PRI ni la República se venden por dinero".
El PRI debe hacer su tarea
En una severa crítica al PRI, Bartlett Díaz consideró que debe construirse un nuevo partido, "distinto, pero fiel a sus principios", que revierta los altos costos políticos de haber sido "instrumento de apoyo, oficina electoral, fuente incondicional de aplausos, carta negociable", e impulse la recuperación de "la gran lucha por la justicia social".
La primera tarea del PRI, dijo, es asumir la democratización interna y, en un ejercicio autocrítico reconocer que ha vivido lastres que traicionan su esencia desde hace tiempo, que se ha centralizado y burocratizado. "Por eso ųabundóų, hoy levantamos con toda firmeza las banderas de la democratización, la descentralización, la vuelta a nuestros principios, la reorientación de las políticas consecuentes con nuestra raíz".
Hacer política, dijo, es la segunda tarea, que no debe hacerse en silencio ni con las cabezas rendidas. "Somos un partido combatido. Debemos ser un partido combatiente. La moda neoliberal nos impuso el calificativo de partido corporativo, del pasado, predemocrático".
También sostuvo que el PRI debe iniciar ya la construcción de la plataforma del próximo siglo, que está a discusión, no así el método de elección del candidato y la democracia interna.