n Comentaron el libro Muerte accidental de un anarquista


Dario Fo, hombre total de teatro,

como Moliére: Gutiérrez Vega

n ''Su risa, exasperada, es la de los humillados y los ofendidos''

Arturo Jiménez n Juglar, bufón, comediante, payaso, humanista y crítico de su tiempo, Dario Fo es ''un hombre total de teatro", lo más parecido que hay en el mundo contemporáneo a Moliére, dijo Hugo Gutiérrez Vega, y agregó: ''Todas estas cosas son perfectamente combinables, pero cuando dejaron de combinarse el mundo se volvió muy aburrido y se entronizaron los políticos pomposos".

Durante la presentación de Muerte accidental de un anarquista (Ediciones el Milagro-CNCA), una de las obras más importantes del dramaturgo italiano y Nobel 1997, Gutiérrez Vega señaló que ''la defensa principal" de Fo es lo humano y la tolerancia, causa por la que admira a Voltaire.

Cantinero de la palabra detrás de la barra del bar Milán, el poeta y periodista recordó que Fo es integrante de la organización política Refundación Comunista.

''En el fondo es un anarquista libertario, como los verdaderos comunistas, y un demócrata fiel".

Luego de considerar ''magníficas" la traducción y el prólogo de Sergio Martínez para este libro ųque además contiene Quien roba un pie es afortunado en amores y šGordura es hermosura!ų señaló que el pensamiento marxista de Fo tiene ''dos maravillosos extremos": el de Carlos Marx y el de Groucho Marx, la ''unión ideal" en el teatro.

''La risa de Fo, como todas las risas auténticas, es una risa exasperada, la de los humillados y los ofendidos", abundó Gutiérrez Vega, quien conoció a Dario Fo en 1964, cuando el primero actuaba y dirigía para el grupo Teatro Latinoamericano de Roma, y el segundo le pidió participar en una obra de Rafael Alberti.

Acerca de las influencias del autor de Misterio bufo, mencionó a la comedia del arte, a los fabulistas y al teatro napolitano, ''de costumbres y moralizador, que no se toma en serio. Y cuando el teatro se toma en serio, deja de ser verdaderamente moralizador".

Señaló que la comedia del arte fue ''teatro reportaje" y gran parte del trabajo de Brecht tiene mucho que ver con el reportaje. Aparte de ésas, otra influencia de Fo es el metateatro, así como el pensamiento de Brecht y la relación conflictiva del dramaturgo italiano con el trabajo del alemán.

 

Acercarse al ''no público''

 

Gutiérrez Vega mencionó el apoyo a Dario Fo por parte de su esposa Franca Rame y reconoció que no sólo fue actoral sino en cuanto al metateatro.

La primera obra de Fo puesta en México fue Misterio bufo, dirigida por Nancy Cárdenas, recordó, y contó que durante toda la temporada en la Casa del Lago alguna de las organizaciones de ultraderecha repartía a la entrada volantes en contra de la herejía.

Recordó también la escenificación de Si no debe pagar no pague, ''que adquiere una actualidad impresionante en plena orgía neoliberal y de capitalismo salvaje". Mencionó la ''edulcorada y castrada" versión de Manolo Fábregas de esta obra, ''para que no se molestaran los acreedores".

Por último, dijo que en provincia se han puesto mucho las obras de Dario Fo, pero esto pasa inadvertido por estar en ''el país más centralista del mundo". En la Universidad de Guadalajara, puso de ejemplo, hay tres piezas de Fo en escena.

Sergio Martínez, traductor y autor de la introducción del libro, habló de los problemas que se le presentaron en este ''ingrato oficio" y agregó que Dario Fo conoce a profundidad la lengua italiana y su lenguaje está lleno de formas coloquiales y giros dialectales, ''un habla popular que nunca cae en lo vulgar".

Martínez, cuya intervención se intercalaba con la lectura de fragmentos de Gutiérrez Vega, dijo que buscó que la traducción tuviera las mismas características del original, ''de ahí la necesidad de realizar una versión fresca y cercana a los lectores mexicanos, con los giros y usos que le son familiares".

Consideró que las tres obras del libro son representativas de tres instantes importantes en la carrera de Fo. Quien roba un pie es afortunado en amores pertenece al momento tras la disolución del excelente grupo Los Tres Malvados, cuando Fo incursiona de lleno y con éxito en el ''gran teatro" y comienza a dar sus primeros pasos hacia un teatro popular.

Muerte accidental de un anarquista es la obra que da a conocer a Fo en el extranjero y la más montada. ''Con ella demuestra cómo es posible hacer un teatro distinto y popular, fuera de las salas y los estilos tradicionales".

Con šGordura es hermosura! ųescrita con su esposa Franca Rameų logra dar vida por primera vez a su visión del teatro didáctico el cual, aparte de documental, debe ser ''una enorme máquina" que haga reír a las personas, pues para Fo en la risa queda siempre el ''sedimento de la rabia". Es el momento en que rompe con los círculos de teatro tradicionales para acercarse al ''no público" (trabajadores, campesinos).

 

Inquietante y cáustico juglar

 

Rodolfo Obregón resaltó que el teatro de Dario Fo está en el presente con radicalismo y fuerza, aunque también viene de una tradición y se apoya en la historia, lo cual lo dota de ''densidad y complejidad" que evita lo panfletario.

Consideró que estas tres obras lo rencuentran con el Fo que le gusta y con el que no, y para este último caso mencionó šGordura es hermosura!, por su sentido ''moralizante" y ''militante". Y para el Fo que le agrada, ''ligado a la tradición de las farsas medievales,", mencionó Muerte accidental de un anarquista.

Obregón hizo notar que al ver las obras de Dario Fo no se puede dejar de pensar en el enorme actor que es y en la gran actriz que también es Franca Rame.

''El arte del autor Fo es sin duda alguna el arte del actor Fo."

Federico Campbell calificó a Fo como un ''inquietante y cáustico juglar, heredero de la rica tradición popular italiana" y aseguró que la obra escrita y actuada del premio Nobel se asimila a la noción ''clásica y muy digna del panfleto", definido como relato político, polémico y satírico, inspirado en la actualidad.

Recordó que Muerte accidental de un anarquista se estrenó en México en 1983, dirigida por José Luis Cruz y actuada por Héctor Ortega, entre otros, y confió que aquella emoción perdura en él como una ''experiencia personal que tiene que ver con el placer y la alegría, con la inteligencia del texto y de la puesta en escena".

Campbell consideró que al acercarse ahora a esta obra tuvo la sensación de que leía un texto referido al México actual, sobre todo por la actitud implacable de Fo hacia los jueces. Además, ''el libro impide que se sepulten las historias y la época que le tocó vivir a su autor".