``Me tienen a la fuerza'', dijo Nellie Campobello en Hidalgo
Carlos Camacho, corresponsal, Progreso de Obregón, Hgo. Ť Igual que su muerte, la estancia aquí de Nellie Francisca Ernestina Moya Luna (o Nellie Campobello) sigue siendo un misterio que comenzó a descubrirse apenas en diciembre, cuando en este municipio, ubicado 47 kilómetros al noreste de Pachuca, se ubicó la fosa donde se encontraban los restos de la artista, junto con los de otras dos personas.
A un kilómetro de la plaza principal, sobre una carretera pavimentada, se localiza el panteón Dolores; en la primera sección se aprecia una fosa, igual que la mayoría de las existentes en el lugar, donde el 30 de diciembre fueron exhumados los restos de tres seres humanos, entre ellos los que en vida habrían llevado el nombre de Nellie Campobello.
``Nunca nadie vino a ver la tumba. Nunca tenía flores ni adornos. Hasta donde yo recuerdo, y tengo 14 años de encargado del panteón, nadie se preocupó por la difunta'', relató Teodomiro Martínez.
En la cruz de piedra se encuentran labradas las iniciales NCM (Nellie Campobello Moya) y FML (Francisca Moya Luna).
Según investigaciones periodísticas, la familia formada por Claudio Niño Cifuentes y su esposa Cristina mantuvo privada de su libertad a la artista Nellie Campobello, instalada primero en el hotel Progreso, ubicado en plena plaza principal de esta población, y luego en una pequeña casa de un vecindario de la calle Venustiano Carranza, a tres cuadras del centro.
Varios vecinos del lugar, quienes no quisieron revelar sus identidades, recuerdan que, a su llegada, la familia Cifuentes instaló el Instituto de Danza León Felipe (nombre de uno de los hijos de Cifuentes). ``La maestra Cristina, refirieron, es muy conocida por mucha gente''.
Las mismas versiones en el pueblo recuerdan que alguna ocasión Nellie Campobello habría dicho a una camarera del hotel Progreso: ``Me tienen a la fuerza. No quiero estar aquí. No me gusta estar encerrada''.
Mario López Alamilla, propietario del hotel referido, recordó que a la artista ``la tenían muy encerrada. Casi no salía. Para lo único que la sacaban a la calle era para que le diera el sol. Siempre estaba acompañada para que no pudiera platicar con nadie''.
Claudio Niño Cifuentes, su esposa Cristina Belmont y tres de sus hijos vivieron durante un año y medio en el hotel. ``Siempre pensamos que se trataba de la abuelita de los muchachos'', dijo el hotelero, pues ``eran ellos quienes la cuidaban'', al tiempo que relató que Cifuentes la visitaba dos veces por semana.
``Nunca decían nada. Salía a la calle a comer. Hablaban poco. El señor siempre estuvo al pendiente de su familia'', abundó Mario López, quien además detalló que Nellie Campobello ocupó la habitación número siete.
El hotelero afirmó que estaba paralizada de las piernas y sentada en una silla de ruedas. Así pasó los últimos años de su vida.
Dos cruces en la tumba
En la tumba de Nellie Campobello se ubicaron dos cruces, una dedicada a la artista y otra a Jorge Vázquez; la segunda no tiene fecha de fallecimiento.
Las investigaciones periodísticas establecieron la identidad de Lucina Ruiz Benítez y Fernando Martínez, quienes en 1986 firmaron como testigos del fallecimiento de Francisca Moya Luna. En ese entonces, los testigos tenían 30 y 35 años de edad, respectivamente.
Cuando se intentó establecer contacto con José Luis López Zúñiga, el médico que certificó la muerte de Francisco Moya Luna, con domicilio en la calle Rodríguez Puebla, número 10, de esta población, una mujer dijo que ``el doctor ya no vive en Progreso, sino en Celaya, Guanajuato, y viene de vez en cuando''.
De acuerdo con personas que presenciaron la exhumación de los cuerpos, ``la ropa interior de mujer que todavía conserva el primero de tres cuerpos, correspondería a una persona del sexo femenino de edad avanzada''.
Luego de la visita a este municipio hidalguense de una representación de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF), los días 14, 15 y 21 de diciembre, el alcalde Manuel Cerón Calva fue instruido a mantener vigilancia en la tumba y en el Registro del Estado Familiar, donde permanece el libro de actas.
Ismael Zúñiga Neria, encargado del Registro del Estado Familiar de Progreso de Obregón, explicó que el certificado de fallecimiento está a nombre de Francisca Moya Luna, y murió el 9 de julio de 1986, a los 86 años de edad.
``Un vecino más''
Para el edil Manuel Cerón, Nellie Campobello era ``como un vecino más'' que ``nunca se dio a conocer'', ``si se hubiera sabido que era una famosa artista, la gente la hubiera conocido, pero no fue así''.
Se sabe, agregó, que a la señora nunca le permitían que hablara con nadie, y por lo que se comenta, después desapareció, no sabemos hace cuánto tiempo y ahora resulta que era una persona muy profesional.
En el pueblo se ``sabe poco del asunto'', abundó, porque la señora Campobello ``no tuvo querencia aquí. No se conoció. Si la señora se hubiera dado a conocer, la gente hubiera tenido alguna referencia, estaría preocupada por saber qué pasó''.
Patricia González, familiar de los propietarios de la vecindad ubicada en la calle Venustiano Carranza, esquina con Tito Estrada, dijo que a quienes presuntamente tuvieron en cautiverio a la artista ``simplemente se les rentó y punto. No sabemos más''.
Rentaron una casa pequeña que consta de cocina, recamara y un baño, hace unos 13 años.
Comentó que nunca se notó algo anormal en la pequeña vivienda. ``Eran una familia normal, no ruidos, no escándalos. Ellos tenían un instituto de danza y a eso se dedicaban, pero Niño Cifuentes realmente nunca estuvo aquí''.
Quienes sí estuvieron aquí, prosiguió, fueron sus familiares: León Felipe, Claudia, Adriana, Almendra, sus hijos.
Los que estaban aquí siempre eran Almendra y León Felipe, los chicos. Los mayores estaban en México. En aquel tiempo, hace 12 años, León Felipe estudiaba en la secundaria del pueblo. Ya todos se fueron. ``Supongo que la que todavía está aquí es Almendra, aunque está un poco mal de sus facultades mentales'', relató