La Jornada 17 de enero de 1999
Abre el Tribunal Penal Internacional una investigación de la matanza
Asesinados al menos 45 kosovenses por la policía serbia
Dpa, Ap, Reuters y Afp, Pristina, 15 de enero n Por lo menos 45 personas fueron asesinadas por la policía serbia durante una operación en el sur de Kosovo, la cual fue condenada de inmediato por la comunidad mundial, mientras el Tribunal Penal Internacional (TPI) para la ex Yugoslavia abrió una investigación sobre la masacre.
La confirmación del número de muertos fue hecha este sábado por el jefe de la misión de verificación en Kosovo de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), William Walker, mientras que Kosova Press, la agencia de prensa del Ejército de Liberación de Kosovo (ELK), informó que el balance de víctimas es de 51, la mayoría de ellas civiles, y al menos ocho de sus combatientes.
En un comunicado difundido en Pristina, la capital de Kosovo, la policía serbia reconoció haber intervenido el viernes en la zona de Racak, con la "misión de detener a un grupo de terroristas" que mató a un efectivo serbio hace una semana.
Indicó que en las afueras de Racak, las fuerzas de seguridad fueron atacadas con armas automáticas, lanzaproyectiles y morteros "por un grupo de terroristas atrincherados", por lo que tuvieron que responder "dando muerte decenas de rebeldes, la mayoría de ellos con uniformes que ostentaban el escudo del ELK".
Walker no dudó en describir la acción como "una matanza con toda la evidencia de crimen contra la humanidad", responsabilizó de ella a las fuerzas de seguridad del gobierno de Belgrado y aseveró que las víctimas presentaban heridas de armas ligeras y casi todas en la cabeza, lo que demuestra que fueron ejecutadas sumariamente y no en combates, por lo que demandó a Belgrado facilitar los nombres de los policías y militares implicados en la operación para que "comparezcan ante la justicia".
Walker recordó que en lo que pareció un ataque intencional, dos miembros de la misión de verificación, un británico y un yugoslavo que trabajaba para OSCE resultaron heridos la víspera.
La fiscal de la TPI, Luise Arbur, partirá de inmediato a la provincia de Kosovo para dirigir personalmente la misión de investigación, para lo cual exigió acceso sin obstáculos al sitio de la matanza, indicó en La Haya el portavoz Christian Chartier.
El secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Kofi Annan, expresó su preocupación por este hecho y exhortó a las autoridades a realizar una exhaustiva investigación, mientras Albania solicitó una reunión de urgencia del Consejo de Seguridad para examinar la situación en Kosovo, cuya población es mayoritariamente de origen albanés.
El presidente Bill Clinton condenó la matanza de civiles, tras declarar que se trata de una clara violación de las promesas que las autoridades serbias le hicieron a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), y agregó que "fue un acto deliberado e indiscriminado de asesinato para causar temor entre la gente de Kosovo".
En Bruselas, el secretario general de la alianza atlántica, Javier Solana, pidió a las autoridades yugoslavas reducir la tensión en la provincia serbia de Kosovo, y señaló que la OTAN no tolerará nuevos combates.
Solana subrayó que se trató de una matanza deliberada y sin sentido de civiles que sólo puede exacerbar las tensiones en Kosovo y aumentar la escalada de conflicto y sufrimiento, por lo que demandó, tanto a las fuerzas de seguridad yugoslavas como a los grupos armados kosovenses, detener inmediatamente las hostilidades.
De su lado, el jefe moderado de la comunidad albanesa de Kosovo, Ibrahim Rugova, quien proclamó para del domingo una jornada de duelo, reclamó una intervención urgente de la OTAN.