La Jornada 14 de enero de 1999

Ofrece el Senado analizar salidas jurídicas para liberar a maestros

Claudia Herrera Beltrán Ť La segunda marcha por la liberación de los cinco maestros de la sección 9 detenidos congregó ayer a decenas de miles de profesores disidentes, así como a miembros de organizaciones sociales y sindicales. El contingente se extendió a lo largo de unos ocho kilómetros por Paseo de la Reforma y llegó hasta la calzada Chivatito, donde una valla de granaderos le impidió el paso a Los Pinos.

Ante la insistencia de los manifestantes, una comisión encabezada por los dirigentes del magisterio de Michoacán y Chiapas, y de profesores de la sección 9 y de otros estados fue recibida por senadores en el recinto parlamentario. Los legisladores ofrecieron buscar junto con los docentes la vía jurídica que permita el excarcelamiento de los profesores acusados de secuestro, motín y robo.

La movilización de docentes, provenientes del Distrito Federal y de los estados de México, Chiapas, Oaxaca, Michoacán, Tlaxcala y Guerrero, entre otros, duró seis horas y se dispersó a las cinco de la tarde, luego de la reunión con los legisladores. La marcha provocó el bloqueo de las vías que circundan el Bosque de Chapultepec y el cierre de las estaciones del Metro Constituyentes y Auditorio durante más de tres horas.

En la marcha hubo todo tipo de organizaciones y demandas. Juntos caminaron miembros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) y de otras corrientes magisteriales como Fracciones Democráticas. Participaron además jubilados, sindicatos universitarios, trabajadores electricistas, el Frente Popular Francisco Villa, el Movimiento Proletario Independiente, el FAC-MLN, el Frente Zapatista de Liberación Nacional e incluso familiares de los militares que integran el Comando Patriótico de Concientización del Pueblo.

En la primera línea de la marcha, que partió a las 11 horas del Monumento a la Revolución, iban los familiares de los maestros presos junto con la senadora campechana Layda Sansores, quien llevaba una pancarta en la que pedía la liberación de los profesores, y el diputado Benito Mirón Lince, quien expresó su repudio a lo que consideró un acto represivo en contra de los movimientos sindicales democráticos.

Apoyo de sindicatos universitarios

El grueso del contingente estaba integrado por profesores de la sección 9, acompañados por docentes y trabajadores de sindicatos universitarios como el SITUAM y el STUNAM. El dirigente de este último, Agustín Rodríguez, informó que tienen el apoyo de una veintena de organizaciones gremiales de universidades públicas y advirtió que si no se libera a los maestros podrían unirse a las protestas con paros de labores.

``Todos somos presos de la angustia de verlos encerrados'', decía una de las mantas. Los maestros Blanca Luna (secretaria general de la sección 9), María Refugio Jiménez (vocera), Elio Bejarano, Néstor Trujano y Alonso Vargas (asesor jurídico) cumplieron ayer 13 días detenidos en el Reclusorio Norte por haber participado el 11 de noviembre pasado en una protesta en el Senado de la República.

De tenis, huaraches o botas de goma, las maestras, que formaban el grueso del contingente, avanzaron primero por Avenida de la República y después enfilaron por Paseo de la Reforma. Hora y media después del comienzo de la marcha, apenas salía el último contingente del Monumento a la Revolución.

Al grito de ``El paro es culpa del Senado'', Leticia Vázquez, maestra del tercero B de la primaria Manuel Ruiz, comentaba que los 18 profesores adscritos a su escuela suspendieron clases y que para evitar la molestia de los padres de 370 alumnos, les informaron de la detención de sus compañeros. ``Nos dieron su apoyo'', aseguró la profesora, con 23 años de servicio.

En el trayecto, decenas de profesoras recolectaban en cubetas la cooperación de sus compañeros y llevaban en lo alto cartulinas con un número de cuenta bancario para hacer aportaciones a la sección 9. Apostado en las escalinatas del Monumento a Cuauhtémoc, el director de la escuela primaria Etiopía, el profesor Jorge López, sostenía una pancarta con la siguiente leyenda: ``Hay cosas que no se pueden conjugar: yo aprendo, tú aprendes, él aprende, ellos nos aprehenden''.

Cuando se encontraban frente al Museo Nacional de Antropología e Historia, había grupos de la marcha que aún se encontraban en el Monumento a Colón. ``Unos siete o quizás ocho kilómetros atrás'', comentó un policía y lo confirmó un integrante de auxilio vial capitalino que, junto con decenas de policías, vigilaron el desarrollo de la caminata hasta que llegó al Metro Auditorio.

A las 13 horas, la marcha no pudo avanzar más. Unos 50 policías del Cuerpo de Granaderos colocaron rejas en la calzada Chivatito y sólo permitieron el paso de una comisión integrada por cinco profesores acompañados por el secretario general de la sección 22 de Oaxaca, Humberto Alcalá, y el de la sección 7 de Chiapas, Víctor Ancheyta, quienes desde ahí caminaron hacia Los Pinos para entregar una carta dirigida al presidente Ernesto Zedillo.

En la misiva que recibió el director de Atención de la Presidencia de la República, Ignacio Calzada, los mentores solicitan la intervención de Zedillo para que se libere a los profesores presos, se reconozca al comité ejecutivo de la sección 9, se detenga la represión y, de paso, se ponga freno al recorte del presupuesto para educación.

Media hora después, los profesores regresaron al lugar y explicaron que las atendieron en la calle; sin embargo se mostraron optimistas porque finalmente consiguieron una reunión con los senadores que presentaron la demanda en contra de sus compañeros y en ese momento, pasadas las 14 horas, se trasladaron al Senado de la República.