La Jornada 14 de enero de 1999

Béjart y el Ballet Laussane vienen a México

César Delgado Martínez, especial para La Jornada Ť El Ballet Lausanne de Maurice Béjart, creador francés que logró transformar la danza clásica a mediados de este siglo con base en los principios revolucionarios de Mihail Fokin y Vaslav Nijinsky, participará en el decimoquinto Festival del Centro Histórico de la Ciudad de México, en lo que será uno de los sucesos dancísticos más relevantes de 1999 en el país.

El Palacio de Bellas Artes será el escenario, del 17 al 19 de marzo, en el que Béjart presentará Bolero (Bruselas, 1960), de Maurice Ravel, y El presbiterio no ha perdido su encanto ni el jardín su esplendor (Ballet por la vida) (París, 1997) con música de Queen y Mozart. Lo novedoso es que estas obras se ejecutarán en la Plaza de la Constitución el día 20 de ese mes.

Hacer el amor y no la guerra

Acerca de Bolero -que se estrenó con el Ballet del Siglo XX- se puede decir que en esta pieza el creador francés, como mencionó el crítico Angel Fumagalli, es poseedor ``de una liturgia del cuerpo y del sexo que seduce y perturba. Genera el triunfo -o la revancha- del bailarín sobre siglos de preeminencia de la ballerina... Otorga al hombre la posibilidad de implantar en el ballet el poder centralizador que la danza primitiva preserva celosamente''.

Sobre El presbiterio... -que cuenta con vestuario de Gianni Versace- afirmó Maurice Béjart: ``Hace poco más de 30 años se mezclaba la música de Berlioz con el sonido de las metralletas. Jorge Donn e Hitomi Asakawa decían: `Hay que hacer el amor y no la guerra'.

``Gil Roman -el bailarín solista del Ballet Lausanne- después de la creación de mi obra Romeo y Julieta (Bruselas, 1966) se preguntaba: ¿Hemos hecho el amor, porque el amor nos ha hecho la guerra? Esta pregunta era un grito de angustia de una juventud para la cual el amor se juntó con las múltiples guerras del mundo.

``Mis obras son el rencuentro con la música, la vida, la muerte, el amor y los seres que ya no están en la tierra. Se rencarnan en mí, en el bailarín que ya no soy, así como se anidan en el cuerpo de los intérpretes.

``Para mí la música de Queen es invención, humor, violencia y amor. Yo la amo. Ella me inspira. Me guía al mundo de Freddie Mercury adonde nos iremos algún día. Ahí a veces, se mete, el piano de Mozart. Así nace El presbiterio... Como canta Queen: `El show debe continuar'.''

Fernando Carrillo Zevada, bailarín mexicano integrante del Ballet de Lausanne, dijo a La Jornada que el calendario de presentaciones de la compañía es: del 4 al 14 de febrero en el Palacio de los Deportes de París, con Mutación X; del 17 al 21 de ese mes con El presbiterio... en el mismo lugar señalado; del 17 al 20 de marzo en México, del 22 al 25 de abril en Bari, del 14 al 20 de mayo en Wimar, del 3 al 13 de junio en Lausanne, del 24 al 26 de ese mes en Baden; del 2 al 5 de julio en Lyon, el 10 y el 11 en Vauson-La Romaine, del 15 al 25 en Marsella y el 26 y 27 en Carcasone, las tres últimas temporadas del mes indicado.

Dejar lugar para la imaginación

Maurice Béjart -quien nació en Marsella en 1927 y cumplió 72 años el pasado 1 de enero- deslumbró al mundo con La consagración de la primavera (1959), La boda (1962), El pájaro de fuego (1970) y Petruchka (1977) todas con música de Igor Stravinsky, así como con Bolero y Adagietto (1985) de Gustav Mahler, creada especialmente para el bailarín argentino Jorge Donn y que el año pasado se presentó con Gil Roman en el Palacio de Bellas Artes en la gala de ballet del Festival del Centro Histórico de la Ciudad de México.

Con el Ballet del Siglo XX -fundado en París en 1960- Béjart presentó en Bellas Artes, del 5 al 9 de junio de 1978, tres programas: el primero incluyó Lo que la muerte me dice (1978), Canciones de un compañero de viaje (1971) y Lo que el amor me dice (1974), las tres con música de Gustav Mahler.

El segundo programa se integró con Goletan: el jardín de las rosas (1973), con música tradicional de Irán, y Gaite Parisienne (1978) musicalización de Jacques Offenbach, adaptada y orquestada por Manuel Rosenthal; y el tercero se conformó con La consagración de la primavera, El pájaro de fuego y Petrouchka.

En 1982, el 7 y el 8 de mayo en el palacio de mármol, el Ballet del Siglo XX presentó Viena, Viena sólo tú (1982) con música de Mozart a Berg, un ballet en dos partes, entre otras obras. En esa ocasión Béjart expresó: ``Viena, un sueño, una esperanza, una decadencia lenta; Viena, pequeña Magdalena de Proust, del perfume de Schubert al lado de la casa de Mozart, prisionera de su leyenda; Sodoma y Gomorra de un río que encarna el vals, de un vals que gira como los planetas...

``Puede ser el infierno de la imposibilidad de encontrar el amor compartido. Puede ser... pero aquí dejo lugar a la imaginación de todos ustedes que aman la danza, las formas, los sonidos, las emociones, la imaginación, los seres.

``En efecto, es la vez penoso y un poco absurdo relatar un ballet, así como el proceso que le ha dado vida. Los famosos argumentos de ballet son hoy como figuras de museo de cera. La danza es, a un tiempo, siempre abstracta y siempre lírica, no refiere nada pero sí eleva la imaginación profunda de quien la mira.

``Toda creación nace de un destello puramente intelectual, rápido, agudo, matemático. Luego viene un periodo donde el mundo sensible remplaza al cerebro, la idea se hace emoción, el corazón releva al pensamiento... En fin, al cabo de un largo trabajo de construcción material... la creación, el pensamiento y la emoción se vuelven forma, el ballet existe.''

En las funciones que el Ballet de Lausanne ofrecerá en México, participarán los bailarines Céline Cassone, Célinne Chazot, Audrey Fayte, Marie Goudot, Karline Marion, Valérie Renault, Roger Cunningham, Allan Carvalho, Thierry de Balle, Roberto Forleo, Alberto Pineda, Vicent Séphaire, Johannes Wieland, Gil Roman y Fernando Carrillo Zevada, entre otros.

¿Aguila o sol? Con la presentación de El presbiterio... en el Palacio de Bellas Artes y en el Zócalo se apreciará el lugar que Maurice Béjart ocupa en la danza mundial.