Sombras de la China, de Serrat
Josep María Espinas, uno de los fundadores de la
nova cancó
catalana, decía que para hacer una buena canción basta
un poco de letra, un poco de música y un poco de voz. Serrat,
continuador y pilar de este movimiento, se porta espléndido;
desde siempre nos ha entregado un mucho de letra, un mucho de
música (apoyado por los arreglos de Miralles, Bargadí o
Más) y... una buena voz. Es sorprendente que después de
tantos años (21 discos) pueda seguir componiendo con tanta
riqueza, bajo un mismo código de imágenes, con la
caligrafía de siempre y no sonar repetitivo. Serrat sigue
paseando por todos lados con la belleza, se emborrachan y se cantan
uno al otro, se comprometen juntos para dar fe de vida, para
enamorarse o para construir tablaos monumentales en torno a los
macarras de a moral. Distribuye BMG.
(Antonio Malacara)