Rechaza la SG que haya una guerra de exterminio contra pueblos indígenas
La Coordinación para el Diálogo y la Negociación en Chiapas rechazó anoche que en aquella entidad exista una guerra de exterminio en contra de las comunidades indígenas por parte del gobierno federal y el Ejército Mexicano; que las autoridades hayan entrenado y armado a bandas paramilitares, y que se ataque a los municipios autónomos, a la Cocopa y a los observadores internacionales.
En un boletín de prensa de cinco cuartillas, la representación gubernamental a cargo de Emilio Rabasa Gamboa dio respuesta al último comunicado del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), en el cual se afirma que 1998 fue un año de guerra de exterminio contra los indígenas, impunidad para los criminales, incumplimiento de los acuerdos pactados, destrucción de los puentes de diálogo y negociación y desafío a la opinión pública nacional e internacional.
Según la Coordinación para el Diálogo y la Negociación en Chiapas, el EZLN recurre en su comunicado a la ``deformación de la realidad como instrumento de propaganda política''. Se trata, dice, de la ``conocida táctica'' de repetir indefinidamente la mentira para convertirla en verdad.
Ante ello, considera que el ``antídoto a esa consabida técnica de comunicación de corte autoritario es desenmascarar las falsedades de un discurso con el que se pretende ocultar el estado de miseria y de profundo deterioro de las condiciones de vida de las comunidades indígenas en las que los zapatistas mantienen su dominación y su reiterado rechazo al diálogo''.
Sostiene que no hay una guerra de exterminio en contra de esas comunidades. ``El Ejército Mexicano no está en Chiapas para atacar a la población civil o incluso a los propios zapatistas, cuyas reiteradas provocaciones a lo largo de 1998 no consiguieron variar la determinación del cese unilateral de las hostilidades''.
Presuntas ``falsedades''
De acuerdo con la representación gubernamental, la presencia del Ejército Mexicano en Chiapas obedece a diversas causas, todas ellas relacionadas con asuntos de ``seguridad nacional'' como el cuidado de la frontera, los recursos y las instalaciones estratégicas y el combate al narcotráfico. Adicionalmente, se encuentra en aquella entidad porque un grupo inconforme y armado le declaró la guerra, amenazando con avanzar a la capital del país. ``Ninguna de esas actividades puede ser catalogada como guerra de exterminio'', subraya.
Luego de considerar que es ``totalmente falso'' que los gobiernos federal y estatal hayan armado y entrenado a bandas paramilitares para cometer la masacre en Acteal, subraya que el gobierno atrajo el caso y que las investigaciones han llevado a la detención de 97 personas, ``lo que desmiente la irresponsable acusación de impunidad o encubrimiento por parte de las autoridades gubernamentales, sobre todo cuando deliberadamente se oculta la relevancia que tuvieron en esos lamentables hechos la conformación del llamado municipio autónomo de Polhó y el despojo del banco de arena de Majomut a miembros de la comunidad, a quienes se les había dotado legalmente''.
Señala que durante 1998 se registró la presencia en Chiapas de grupos de observadores internacionales provenientes de Europa, Canadá y Estados Unidos, principalmente. ``Ninguno de ellos reporta la existencia de guerra alguna en la región,'' asegura, y califica de ``falsa'' la aseveración del EZLN en el sentido de que ``son bienvenidos los extranjeros que aplauden la guerra y la destrucción, mientras que son hostigados y expulsados los que buscan la paz y la construcción''.
La coordinación para el diálogo considera ``una falsedad'' que los municipios autónomos estén reconocidos en los acuerdos de San Andrés. ``Tal interpretación carece de sustento legal''. También es falso, dice, que las instancias de mediación y coadyuvancia fueran objetivos a destruir. ``Durante 1998, el gobierno federal, por conducto de la coordinación para el diálogo, sostuvo por lo menos tres reuniones con el colectivo de la Conai y unas 10 con sus miembros en lo individual. Durante el mismo periodo se llevaron a cabo 16 reuniones con la Cocopa y más de 40 con sus integrantes. ¿Cuántas y con qué fin sostuvo el EZLN?''
Al aseverar que el EZLN ``despreció'' los reiterados llamados a un encuentro que la Cocopa le formuló, señala que una de las ``mayores falsedades'' del comunicado de la dirigencia zapatista es la afirmación de que en el gobierno no hay ánimo ni intención de asumir la vía del diálogo.
Asegura que hubo ``acciones concretas'' que demuestran la voluntad de diálogo del gobierno, entre ellas los llamados presidenciales, el mensaje enviado por medio de la Conai en enero para un encuentro, el envío de las observaciones gubernamentales al proyecto de la Cocopa, el paquete de distensión presentado en julio y la propuesta para un nuevo esquema de diálogo de noviembre pasado. (Georgina Saldierna)