La Jornada 3 de enero de 1999

En este año, centenarios de varias celebridades del arte y la literatura

Mónica Mateos Ť Un puñado de poetas, pintores, músicos, bailarines, actores y cineastas centenarios emocionarán este 1999, como si fuera la primera vez, con sus versos acerca de la comedia humana, sus vigorosos trazos de una sandía, su música que hace volar sobre las olas y sus escenas cinematográficas que paralizan de miedo o de amor el corazón. Se multiplicará, por 100, el entusiasmo de la vida del arte.

Estos son los cumpleañeros del penúltimo año del milenio.

¿En la obra de qué autor está inspirado el telón del Auditorio Nacional? En las famosas sandías de Rufino Tamayo, nacido en Oaxaca hace un siglo. Vinculado (aunque con ciertas reticencias) al movimiento muralista, en el cual se distinguió por un cierto abstraccionismo, más al gusto europeo que al indigenismo de Diego Rivera, José Clemente Orozco y David Alfaro Siqueiros. Su labor más importante y de más alta calidad está en la pintura de caballete, donde demostró, además de un dominio perfecto de la técnica, una creatividad poética.

¿Qué poeta mexicano ``pintó de colores'' el mes de junio? El tabasqueño Carlos Pellicer, que nació el 4 de noviembre de 1899 y basó muchos de sus poemas principalmente en el sentido de la vista, por eso se dice, por ejemplo, que El canto al Usumacinta es un mural y los sonetos de Hora de Junio (1937) son óleos. En su juventud cambió los estudios por los viajes, primero a países de América Latina y, después, a Europa y Asia, lo que ejerció gran influencia en su obra poética. En 1933 fue nombrado miembro de la Academia Mexicana de la Lengua y en 1964 se le concedió el Premio Nacional de Literatura. En 1976, por su estado natal, fue electo senador de la República. En el mundo de la literatura, perteneció a los Contemporáneos. Destaca de su obra Colores en el mar (1921), Piedra de sacrificio (1924), Recinto y otras imágenes (1941), Con palabras y juego (1963) y Cuerda, percusión y aliento (1976).

¿Recuerda quién dijo en la pantalla grande aquello de ``presiento que este es el comienzo de una gran amistad''? Fue ``el aventurero'' Humphrey Bogart en la legendaria cinta Casablanca (1942), donde actuó al lado de Ingrid Bergman. Si Bogart no hubiera fallecido el 17 de enero de 1957 debido a un cáncer en la garganta, este 23 de enero estaría celebrando el centenario de su natalicio, acaecido en Nueva York. Su primera película la realizó en 1930. Se trataba de Un demonio con las mujeres, dirigida por Irving Cummings, pero su fama llegaría hasta 1936 con su actuación en El buque petrificado. Bogart representó siempre el prototipo de aventurero, de carácter duro, pero con una vida interior intensa. Sus mejores películas son Amarga victoria (1939); Virginia City; Sierra alta (1941); la ya mencionada Casablanca, que se ha convertido en un clásico del cine universal; Cayo Largo, en la cual compartió créditos con la que fue su esposa, Lauren Bacall; El tesoro de la Sierra Madre; La reina de Africa (1951), en la que actuó junto con Katherine Hepburn, por cuya interpretación fue premiado con el Oscar. Su última cinta fue Más dura será la caída, realizada en 1956, en la que fue dirigido por Mark Robson.

¿Sabe quién es, además de Superman, el único hombre que ha hecho creer al mundo que se puede volar bajo el conjuro del swing? Su verdadero nombre fue Frederick Austerlitz, pero en los salones de baile y en el cine todo el mundo lo llamó Fred Astaire. Nació el 10 de mayo de 1899, y desde niño se dedicó a mover el cuerpo para ganarse la vida, trabajando en varios teatros de la provincia estadunidense, hasta que llegó a Broadway. Su primera cinta en Hollywood fue La alegre divorciada (1932). Luego vino Alma de bailarina (1933), en la que formó pareja con Joan Crawford. En esa época conoció a Ginger Rogers y a partir de ahí formaron un dueto que los llevó a la fama, iniciando con la cinta Volando a Río de Janeiro. El estilo desenvuelto de Astaire y su manera de bailar contribuyeron de manera decisiva a la instauración de la comedia musical moderna. Resucitó el uso del frac, el sombrero de copa, los botines blancos y sus típicos bastones. No obstante un par de depresiones, se mantuvo activo hasta el fin de sus días, actuando en series de televisión, por las que obtuvo dos veces el Emmy. A los ochenta años de edad se rompió un brazo , cuando jugaba con la patineta de su nieto. Fred Astaire murió de neumonía el 22 de junio de 1987.

¿Sabe quién habría descubierto ya los tejes y manejes del crimen de Lomas Taurinas, o por lo menos habría dado versiones más creativas que aquello del ``asesino solitario'' o ``el giro de noventa grados''? El mago del suspenso, Alfred Hitchcock, quien realizó 52 películas, 20 telefilmes y algunos cortos en los que el peligro, el miedo y las obsesiones se mezclan con el humor negro. El creador de Psicosis (1960) nació el 13 de agosto de 1899, en Londres. Durante su adolescencia mostró signos de dureza y sarcasmo en su carácter. Quedó impresionado luego de que su padre le jugó una broma al encerrarlo en una estación de policía y ver los ``horrores'' del lugar. Tras esa ``traumática experiencia'', Hitchcock estuvo siempre contra la autoridad policiaca, lo que se refleja en algunas de sus obras. Su padre decidió enviarlo a una escuela religiosa, para que aprendiera el padre nuestro. Eso fue allá por 1910. Su afición por los ``misterios sin resolver'' (las aventuras de Scooby Doo son una parodia infantil de las obras hitckonianas) lo llevó a visitar frecuentemente el Museo del Crimen de Scotland Yard, donde quedó absorto al ver las distintas maneras en que se podía asesinar y las formas de planear los crímenes. Alfred coleccionó recortes de periódicos sobre los casos de asesinatos más sonados del momento.

Después de realizar numerosos oficios entró a trabajar en la industria cinematográfica como dibujante de títulos, ayudante de dirección, productor, guionista, decorador, montador y director, hasta que realizó su primera película, completamente suya: The lodger (1926), que preludia sus temas favoritos, como el del falso culpable. Luego siguieron Rico y extraño (1932), El hombre que sabía demasiado (1934) -de la que rodaría otra versión en 1956-, 39 escalones (1935) y La dama desaparece (1938). En 1939 se va a Estados Unidos y allá filma, entre otras, Rebeca (1940), Vértigo (1958) y Los pájaros (1963). En 1980, poco antes de morir, recibió el nombramiento de Caballero de la Orden del Imperio Británico, con derecho al tratamiento de Sir. Su último proyecto, The short night, quedó inconcluso. Hubiera sido su película número 53.

¿Quiénes son los sesentañeros Premios Nobel de Literatura que este año festejan su centenario? El guatemalteco Miguel Angel Asturias y el japonés Yasunari Kawabata, quienes recibieron en 1967 y 1968, respectivamente, el máximo galardón de las letras. Asturias fue pionero en la narrativa sudamericana. Nació el 19 de octubre de 1899, en el seno de una familia acomodada. Inquieto siempre por la problemática social y étnica de su país, comenzó a colaborar con sus artículos en algunos periódicos y revistas. Todos estos trabajos están reunidos en el libro Arquitectura de la vida nueva (1928). Su primer libro fue Leyendas de Guatemala, escrito en 1930. A lo largo de toda su producción literaria Asturias alude a mitos ancestrales, así como a las creencias y ritos de los indígenas guatemaltecos. En 1946 publica su novela El señor presidente y posteriormente funda en la capital de su país el periódico Diario del aire. También escribió poesía y teatro. Murió en Madrid el 9 de junio de 1974.

Su colega, el japonés Yasunari Kawabata, nació en Osaka el 11 de junio de 1899. Se quedó huérfano a los dos años, por lo que se educó con sus abuelos, que también fallecieron pronto. Los recuerdos de esa niñez, difícil pero rica en experiencias interiores, están expresados en su libro Diario íntimo del año dieciséis (1925). Sus novelas lo destacan como el mayo estilista de Japón, dentro de la escuela introspectiva y poética de Tokuda y Tanizaki. Entre sus principales obras están La cinta roja de Asakuza (1929), Los animales (1933), País de nieve (1937, ampliada en 1947), Nube de pájaros blancos (1949) y El rugido de la montaña (1952). Murió en Tokio el 16 de abril de 1972.

Los festejos en el área de las letras durante 1999 incluyen también al escritor estadunidense de origen ruso Vladimir Nabokov, autor de uno de los libros más polémicos del siglo, Lolita (1955), llevado al cine en los años sesenta por Stanley Kubrick. Nabokov nació el 22 de abril de hace un siglo en San Petersburgo, Rusia, y murió el 2 de julio de 1977 en Montreux, Suiza. También será el centenario de Jorge Luis Borges (La Jornada, 28/12/98) y Ernest Hemingway (La Jornada, 2/1/99). Mientras que la música revoloteará este año al compás de los centenarios de Silvestre Revueltas y Carlos Chávez (La Jornada, 31/12/98).

Doble festejo

¿Quién es el padre de la literatura francesa del siglo 19 y precursor del realismo? Honorato de Balzac, de quien se celebrará el bicentenario de su natalicio el próximo 20 de mayo. El escritor y novelista, vivió una infancia agria, pues de los 8 a los 14 años permaneció interno en un colegio de Vendome. Fue un alumno perezoso y mal estudiante, lo que le valió numerosos castigos. Las primeras obras de teatro que escribió fueron rotundos fracasos literarios, por lo cual decidió incursionar en la novela.

Tras dedicarse a la labor editorial y de imprenta, con un fracaso que lo colmó de deudas, publicó Fisiología del matrimonio (1829), Escenas de la vida privada y Eugenia Grandet (1833), novela con la que aparecen los primeros y más claros rasgos de la literatura de costumbres. En 1835 publicó Papá Goriot, que alcanzó difusión y éxito. En ella queda perfectamente definido el estilo maduro de Balzac y comienza a perfilarse el origen del realismo literario. En 1934 trabaja en su magna obra La comedia humana, dividida en series de novelas bajo los títulos Escenas de la vida provinciana, Escenas de la vida en París, Escenas de la vida campesina, entre otras. La intensidad de su trabajo y la persecución de sus acreedores minaron su salud. Murió en París el 18 de agosto de 1850, seis meses después de casarse con su amante, Evelina Hanska.

¿Quién es considerado el mejor poeta portugués del siglo XIX, introductor del romanticismo en Portugal y reformador del teatro en aquel país? Su nombre es Joao Baptista Almeida-Garret, autor de las obras de teatro Lucrecia, Alfonso de Albuquerque, Mérope, y del poemario O campo de Santana. Nació en Oporto el 4 de febrero de 1799, hijo de una familia burguesa con propiedades en las islas Azores. Participó en el movimiento literario que alentó a la revolución liberal de 1820. Fue desterrado a Inglaterra y allí escribe Camoes (1825) y Doña Blanca. Murió en Lisboa el 9 de diciembre de 1854.

¿Y el mejor poeta ruso de todos los tiempos? El romántico Alexander Sergueievich Pushkin, nacido en Moscú el 26 de mayo de 1799. Era nieto del famoso Aníbal, príncipe de Etiopía, favorito de Pedro el Grande. Fue educado por maestros franceses, y a los 12 años ya escribía poemas en ese idioma. Tenía 18 años cuando tuvo que exiliarse por la publicación de su Oda a la libertad. Imbuido de ideas románticas y tratando de seguir a Lord Byron, Pushkin escribió El prisionero del Cáucaso (1821), La Gabrielada, composición sacrílega, Eugenio Onieguin (1833), y su gran obra Boris Codunov (1825). El caballero de bronce (1833) es otra de sus grandes obras. Pushkin es considerado el verdadero creador de la poesía rusa. Murió en San Petersburgo el 10 de febrero de 1837.

El pintor flamenco Antón Van Dyck y el español Diego de Velázquez nacieron hace 400 años. El primero fue discípulo de Rubens. Retratista refinado e intimista que, entre otros, pintó a Carlos I, en 1635, la Princesa Elena Grimaldi y el cardenal infante don Fernando; murió en 1641. Diego Rodríguez de Silva y Velázquez fue un pintor barroco, cuya obra tiene como características la perspectiva, la técnica del claroscuro y la pincelada suelta; de él son Las meninas (1656) y El triunfo de Baco (1628-29), entre otras obras.

En 1999 también se recordarán los diez años de la muerte del genio del surrealismo, Salvador Dalí (23 de enero), del director de orquesta austriaco Herbert von Karajan (Salzburgo, 1908, ib., 1989) y del escritor italiano Leonardo Sciascia, autor de la novela policiaca A cada cual lo suyo (1966); los centenarios del fallecimiento del pintor impresionista francés Alfred Sisley (29 de enero) y del compositor austriaco Johann Strauss hijo, autor de El Danubio azul; así como el tricentenario luctuoso del poeta trágico francés Jean Racine (21 de abril).