El Correo Ilustrado

La Jornada jueves 31 de diciembre de 1998

Aclara que el segundo milenio termina hasta el año 2000

Señora directora: El 26 de diciembre apareció en el diario que usted dirige una nota de Javier Hernández Chelico, con esta indicación, referida a 1999: ``Los chavos conservan la esperanza de que el último año del milenio sea significativamente mejor''.

Al otro día se publicó, también en La Jornada, una crónica de Angeles González Gamio, en cuyo segundo párrafo se dice: ``A unos días de que se inicie el último año del milenio...''

Sería muy conveniente para los articulistas citados observar que la decena no termina en 9 sino en 10, que la centena no termina en 99 sino en 100, y que el segundo milenio no terminará en 1999 sino en el 2000.

Este 1999 es el penúltimo año del siglo XX y del dicho segundo milenio.

¿Lo entenderá igualmente don Ernesto Zedillo?

Saludos

Nikito Nipongo


Acteal: la impunidad no debe sentar sus reales en México

Señora directora: Agradeceré considere la inclusión de la presente en El Correo Ilustrado.

A un año del artero crimen de 45 mujeres, niños y hombres perpetrado por grupos paramilitares de filiación priísta y tolerados por los gobiernos estatal y federal, las autoridades responsables de la procuración de justicia en el país (la PGR) se han concretado a exculpar a los grupos de poder político y económico y ha satanizar y responsabilizar a ciudadanos chiapanecos que decidieron estar representados en el Consejo Autónomo de Polhó, y esto último lo asumen como la causa de la matanza de los integrantes de la organización civil Las Abejas. Una conclusión tan parcial como la expresada por la PGR no puede ser resultado de una investigación responsable y apegada a derecho.

Lo expresado por la PGR sólo se puede ubicar en un terreno bien definido: el de la impunidad, y ésta no debe sentar sus reales en México.

¡Castigo a los responsables intelectuales y materiales de este artero crimen! ¡Justicia para los familiares de las víctimas de Acteal!

Diputado federal Antonio Prats García


Le robaron su vocho en el zócalo de Tlalpan

Señora directora: Ruego a usted insertar esta carta en El Correo Ilustrado de La Jornada.

Sabía bien que algún día me tocaría. El domingo me tocó. Ya se habían tardado. Lo bueno es que fue sin violencia. Simplemente lo dejé estacionado y cuando regresé, ya no estaba ahí.

Bajar a tomar un helado en el zócalo de Tlalpan y que mi hijo recibiera una ``clase'' de vitral por 16 pesos, me costó el hurto de mi viejo vocho, en el cual libré una y mil batallas.

Ahora ya no está más.

La presente misiva no es con el fin de recuperar el vehículo. Quienes conocemos cómo funcionan este tipo de operaciones, sabemos que a estas horas ya fue desmantelado y vendidas sus piezas por raquíticos precios que no sacan de la miseria a quienes, ``por la crisis'' se dedican a este tipo de actividades.

No. El objeto es prevenir a quienes osen visitar esa hasta hace poco provincial plaza -ya empezó a ser invadida por el comercio ambulante y seguramente nadie lo parará-, en la que solía llegar a cualquier hora para reflexionar sobre la existencia del mundo, para que extremen sus precauciones, sobre todo si van en auto, porque cualquier domingo se pueden quedar sin él y sin todo lo que lleven dentro.

Sigo creyendo que este tipo de acciones son producto del desempleo, que crece día con día por la crisis económica, y no por la falta de voluntad del gobierno capitalino por ofrecernos mayor seguridad y acabar con la delincuencia.

Hoy me tocó. Ni modo. Como están las cosas, creo que fue el primer automóvil que tuve y el último que tendré.

De cualquier manera, agradezco a quienes se lo llevaron por esperar a que lo dejara estacionado y así evitar un susto mayor para mi familia.

Atentamente

Juan Marcial

PD. El pasado martes fue localizado mi vocho. Acudí por él, y ya se imaginarán cómo lo encontré: puro cascarón. Bueno, de lo perdido lo que aparezca...


Comenta una nota sobre presos

Señora directora: La presente es para hacer unos comentarios sobre la nota del 16 de diciembre, de la página 15, publicada en su prestigiado diario.

En efecto, la privación de la libertad no es la privación de los derechos consustanciales a lo humano, máxime cuando ya no se puede ocultar la existencia de inocentes o presos políticos. Además, a muchos de los presos -delincuentes circunstanciales- el gobierno federal les han violado derechos básicos, como el del sustento digno, privándosele de fuentes de trabajo a cambio de darles leyes más severas (al Congreso Legislativo de 1994 no le importó hacinar las prisiones). Esto sólo genera otra reacción igual y de sentido contrario, cuando el problema de fondo, sabemos, es que el bienestar de unos cuantos está peligrosamente sostenido por el sufrimiento de los muchos.

Como defensores de los derechos humanos de los presos en el DF, no nos prestaremos al obvio juego de los impugnadores del ingeniero Cárdenas, quien, por lo menos, ha promovido la creación de organismos autogestivos (pese a la frecuente actitud saboteadora de mandos intermedios, sobre todo aquí, en que se es más vulnerable a los abusos o negligencia de los que tienen autoridad sobre nosotros).

Importa oír de su propia voz los reclamos, tomar en cuenta su sentir (sobre todo antes de aprobar reformar en paquete) y no meramente porque sus familias y amigos son un atractivo mercado electoral en aumento (además de la ``identificación simpática'' en el resto de la población nacional en condiciones similares).

No se puede legislar sólo detrás del escritorio, con leyes desapegadas de lo real y opuestas a las necesidades apremiantes. Así, por ejemplo, el desactualizado Reglamento de Reclusorios, aprobado por la I Asamblea Legislativa del DF, ¡prioriza una secadora de pelo sobre una indispensable parrilla eléctrica! (art. 23-III). Coincidimos en que se acaben los privilegios (espejo mucho menos del contraste brutal allá afuera entre despojados y privilegiados), pero éstos no son la clasificación de dormitorios que hace el Centro de Observación y Clasificación; tampoco la posesión comunitaria de un refrigerador puede considerarse algo ``suntuoso'', menos, con la espantosa sobre población que hace insuficiente el ``rancho'', compensado por las cantidades de alimento que traen nuestras familias, aunque consumidos después en condiciones que ya están provocando infecciones gastrointestinales endémicas (con riesgo de extenderse afuera). En estas condiciones, la prohibición propicia el tráfico y negocio ilícito de unos pocos.

Aunque no en todos los casos, sí es posible una verdadera rehabilitación fomentando el trabajo y las actividades deportivas, escolares y culturales en general (pero no con exiguos recursos que sólo permiten, por ejemplo, que la biblioteca del Centro Escolar nos abre poco más de 3 horas un día si y otro no). Todo repercute en todo y más tratándose de un sector tan sensible y ramificado como la población de la cárcel, caja de resonancia del exterior. Coadyuvar en la sensibilización de los derechos básicos (sobre todo, el de la vida y el de no ser torturado, pero también el del sustento digno) a toda integrante de esta compleja sociedad, tarde o temprano beneficia a todos. México se merece esta civilidad, emanada -ya que no de arriba- desde los de abajo.

Hacemos un llamado a las autoridades capitalinas para que por medio de la indiferencia no se vuelvan cómplices pasivos de las injusticias del gobierno federal.

Defensoría de Derechos Humanos de Presos del Distrito Federal, ``Ricardo Flores Magón'', Enrique Aranda


Invitan a celebrar el 5o. aniversario del levantamiento zapatista

Señora directora: Rogamos a usted de la manera más atenta publicar la siguiente, en el prestigiado diario que usted dirige.

Las organizaciones y comités que trabajamos en Coyoacán invitamos a la sociedad civil a conmemorar el quinto aniversario del alzamiento zapatista. La conmemoración se llevará a cabo el próximo 1o. de enero de 1999, a partir de las 16:00 horas, frente al kiosco de la Plaza Hidalgo, centro de Coyoacán.

Participarán: Paco Barrios El Mastuerzo, Rodrigo Solís, Rafael Catana y demás roleros y los Videos marca Diablo.

Recibiremos acopio para las comunidades chiapanecas.

Por las organizaciones coyoacanenses: Colectivo Teatro Ambulante, Brigada de Acción Juvenil por la Paz, Comité Comandante Che Guevara, Caravana Mexicana Para Todos Todo. Responsables de la publicación: MANCO y Liliana de Icaza