Sigue la ofensiva de las FARC; aseguran haber dado muerte a líder paramilitar

Afp, Dpa, Reuters y Ap, Santafé de Bogotá, 29 de diciembre Ť Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) aseguraron hoy haber dado muerte al líder de los grupos paramilitares, Carlos Castaño, durante un ataque contra su campamento en el noroeste del país, pero fuentes paramilitares desmintieron por la noche la versión de la guerrilla.

En tanto, en vísperas de la instalación formal de los diálogos de paz con el gobierno, el 7 de enero entrante, las FARC prosiguieron su ofensiva y en ataques separados a dos poblaciones dieron muerte a un civil y a un policía y capturaron a por lo menos nueve efectivos, en tanto que más de 30 campesinos murieron en medio del fuego cruzado por enfrentamientos entre paramilitares y la guerrilla.

En un comunicado difundido por radioemisoras, un portavoz de las FARC dijo que el dirigente de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) murió junto con otros 10 paramilitares, cuyos cadáveres estarían en poder del grupo guerrillero.

Sin embargo, un poco más tarde uno de los miembros del comando central de las FARC, Raúl Reyes, se abstuvo de confirmar la muerte del jefe paramilitar, pero reconoció que desde hace varios días se han librado cruentos combates entre los rebeldes, los grupos paramilitares y el ejército.

Las AUC, a su vez, rechazaron en un comunicado divulgado por la televisión la muerte de su máximo líder, aunque reconocieron que uno de sus comandantes cayó durante el ataque de las FARC, que arrasó el campamento donde Castaño tiene instalado su cuartel.

El negociador del gobierno con los grupos paramilitares, Max Alberto Morales, había confirmado el ataque de las FARC, que se inició el lunes en los límites de los departamentos de Córdoba y Antioquia, en la zona selvática Nudo de Paramillo.

Aunque Morales dijo desconocer el paradero de Castaño, confirmó la muerte de otro comandante apodado Alemán, así como la destrucción del cuartel paramilitar.

El comandante de las fuerzas militares, general Fernando Tapias, también dijo desconocer la suerte de Castaño --quien durante más de 10 años encabezó, con un ejército privado de unos 5 mil hombres, una sangrienta lucha contra los grupos guerrilleros-- pero reconoció que se registraron graves enfrentamientos entre rebeldes y paramilitares.

Fuentes de seguridad no desestimaron la posibilidad de que los hombres de Castaño lancen una ofensiva contra la guerrilla, e incluso intenten sabotear los diálogos, pero el alto comisionado para la paz, Víctor Ricardo, señaló que el gobierno no ha podido confirmar la muerte de Castaño, por lo que no se puede asegurar que se abatirá una nueva ola de violencia.

Mientras tanto, las FARC prosiguieron hoy su ofensiva, la cual, dijo Reyes, continuará, y en un primer ataque, efectuado en la población de Nutibara, en Antioquia, dieron muerte a un policía y otros dos resultaron heridos, mientras que al menos nueve más fueron capturados por los rebeldes, tras destruir el cuartel policial, así como dos casas particulares y dinamitar el acceso por vía terrestre a dicha localidad.

En otro ataque, en el municipio de Tierralta, en Córdoba, las FARC incendiaron varias casas y asesinaron a una niña al disparar contra un grupo de campesinos que intentaba huir en un vehículo de carga, según fuentes militares.

Asimismo, unos 30 campesinos muertos dejó el fuego cruzado en un enfrentamiento entre los grupos paramilitares y las FARC en Paramillo, vecino a Tierralta, informó el alcalde Héctor Acosta.

Medios de prensa informaron, por otro lado, que las FARC incrementaron sus patrullajes en las vías de acceso a la zona desmilitarizada en el sur del país, lo que hace prever la presencia de su jefe, Manuel Marulanda Vélez, alias Tirofijo, en la instalación de los diálogos de paz el 7 de enero.

Por lo pronto, el mandatario electo de Venezuela, Hugo Chávez, nombró al periodista y ex candidato presidencial José Vicente Rangel como su representante para participar como ``observador'' en las negociaciones de paz en Colombia.

También la premio Nobel de la Paz 1992, la guatemalteca Rigoberta Menchú, informó haber aceptado la invitación del gobierno colombiano para asistir al comienzo de las conversaciones.