Cuando vuelvan de vacaciones, Ernesto Martens, director de Cintra --la empresa que controla a Mexicana y Aeromex--, los bancos que tienen sus acciones y el representante de Fobaproa en el consejo de administración, Javier Arrigunaga, se toparán con la noticia de que el conflicto con las agencias de viajes del país se ha recrudecido. De hecho se habrá ampliado a tres frentes distintos: la continuación de una denuncia por actos monopólicos que ya se ventila en la Comisión Federal de Competencia (Fernando Sánchez Ugarte), una demanda de carácter civil ante los tribunales competentes exigiendo la cancelación del contrato que rige actualmente sus relaciones y la firma de otro, más justo, y en un terreno que se antoja más político que jurídico, una solicitud a la Cámara de Diputados para que haga cumplir la legislación que regula al transporte aéreo, y que obligaría a separar a Mexicana de Aeromex. ¿Cuál es el motivo de tamaño conflicto? El presidente de la confederación que agrupa a las agencias del país, Oscar Amérigo, puntualiza: Cintra rebajó la comisión que paga a las agencias de viaje en las rutas nacionales --de 10 por ciento (vigente desde 1989) a 8 por ciento. (¿A usted le gustaría que le achicaran el sueldo?). Para los agentes la comisión equivale al sueldo y, obviamente, no les hizo ninguna gracia la determinación tomada unilateralmente por las aerolíneas. Las otras --Taesa, Aerocalifornia, Aviacsa-- no la secundaron por considerarla injusta y arbitraria.
Desacato
El problema incluye aspectos muy complejos, como el hecho de que replantea la cuestión de que Cintra contraviene la Constitución ya que es un monopolio. (Entre Aeromex, Mexicana y sus subsidiarias Aerolitoral, Aerocaribe y Aerocozumel, controlan 87 por ciento del mercado). Incluye también actos de corrupción, por los cuales se encuentra arrestado en Francia y en proceso de ser extraditado a México el anterior director, Gerardo de Prevoisin, quien confesó un donativo de 8 millones de dólares a la campaña presidencial del doctor Zedillo. Involucra al Fobaproa, pues Arrigunaga es miembro del consejo de administración de Cintra para estar al pendiente de la enorme deuda que presuntamente fue transferida al barril sin fondo. Y si todo esto no fuera poco, hay prepotencia y aparente desacato a una decisión de la Comisión Federal de Competencia. Los agentes de viajes recurrieron a ella en queja por la baja de su comisión, alegando que era una violación más a la legislación antimonopólica. La comisión a cargo de Sánchez Ugarte determinó que mientras se tomaba una decisión las cosas quedaran como estaban --es decir, que no tuviera efecto la rebaja. Sin embargo, en la liquidación del 18 de diciembre, Cintra aplicó en unos casos 7 y en otros 9 por ciento. La próxima liquidación será el 4 de enero, y las agencias de viaje están esperando conocer la actitud de Cintra. Junto a todos estos problemas, se encuentra otro que afecta directamente a los pasajeros. Cintra ha subido las tarifas más allá de lo tolerable. Un vuelo a Cancún resulta tan caro como otro a Nueva York. Todo esto se relaciona con un hecho: exprimir a clientela y agentes de viajes para transferir dinero al rescate bancario.
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