La Jornada 29 de diciembre de 1998

Salma Hayek: los artistas no tienen la responsabilidad de cambiar el mundo

José Garza, especial para La Jornada, Madrid Ť Uno de los rostros de la sensualidad es el de Salma Hayek. Rostro provocador, mejor aún, retador detrás de la piel bronceada que mostró sobre la mesa en la que Tarantino la puso a bailar en Del crepúsculo al amanecer, del espíritu intrépido y romántico que Robert Rodríguez le hizo exhibir como la compañera de Antonio Banderas en Desperado, y del carmín que Jorge Fons le resaltó en El callejón de los milagros, la actriz mexicana tiene una inteligencia para enfrentar los escollos que Hollywood opone a los latinos que hoy día, sin embargo, arman una revuelta en la meca de la industria cinematográfica.

Salma nunca desaprovecha una oportunidad. La belleza y el talento son armas con las que abre brechas con destino al éxito, como el que logró insospechadamente con Un impulsivo y loco amor. Tampoco lamenta ninguna experiencia actoral por más criticable que pueda resultar. Finalmente todo ha valido la pena, tanto que, dice en entrevista, ``ya pasé lo más difícil''.

Está en el momento de aceptar o rechazar cualquier proyecto como el que comenzará a rodar a partir del próximo febrero en Miami, junto a Burt Reynolds y Matt Dillon. Se trata de Skin Ticht, comedia basada en el best-seller de Carl Hiassen sobre las vicisitudes de la cirugía plástica, que tendrá como director a Johnnathan Lee, quien llevó a la pantalla My cousin Vinny, con la cual Marisa Tomei consiguió un Oscar.

Mientras, las pantallas del mundo proyectarán las cintas que Salma ingresó esté año a su filmografía, como Studio 54, El coronel no tiene quien le escriba, que Arturo Ripstein realizó basado de la novela homónima de Gabriel García Márquez; Wild wild went, con Will Smith y Keven Kline; Dogma, dirigida por Kevin Smith, con Matt Damon, Linda Fiorentino y Alanis Morissette; y The faculty, de Robert Rodríguez.

Escasos, los personajes para mujeres

-¿Te das algún momento de descanso?

-No, en lo absoluto. Y menos ahora que voy por mi proyecto más importante: la película sobre Frida Kahlo.

Durante dos años Hayek ha luchado por la realización de ese filme sobre Kahlo. En una primera instancia, la cadena HBO estaba interesada, sin embargo desistió. Igual, otra compañía. Finalmente, Salma asumió el reto dada la creación de su oficina de producción Ventanarrosa y un convenio con Miramax.

El rodaje del filme sobre la pintora mexicana, que personificará la misma Salma, está programado para mayo de 1999 bajo la dirección del mexicano Roberto Schneider, con un guión que todavía requiere lo que Salma llama ``la mano final'' para lo cual ``estoy buscando a una escritora para que lo termine; una mujer de letras que entienda a Frida en su totalidad''.

-¿Qué retos histriónicos plantea encarnar el personaje?

-Frida es un pan dulce en términos actorales, de esos personajes que pocas veces te encuentras en la vida de un actor. Y más aún cuando eres mujer: es difícil encontrar buenos personajes para mujeres.

-¿El sexismo ocurre en el cine?

-Sí. La mayoría de los escritores poco entienden a las mujeres. Gracias a Dios existen algunos como Almodóvar, de los pocos que pueden escribir sobre y para mujeres.

-¿Qué rasgos de Kahlo te conmueven?

-Su espíritu inquebrantable, su pasión por la vida y su infinito amor por México.

-Su trabajo pictórico, ¿qué te provoca?

-Un reflejo interno que pocas veces puede observarse. La pintura de Frida Kahlo es profundamente íntima y dolorosa, pero al mismo tiempo con un gran sentido del humor que habría que estudiar para entenderlo.

-¿Las convicciones políticas de Kahlo te significan algún prejuicio?

-No, en lo absoluto. Al contrario, Frida es un personaje fascinante por el que he peleado a muerte. En Estados Unidos no les interesa su faceta política: no quieren saber nada del comunismo. Sin embargo, ella vivió en una época muy especial, cuando los artistas asumían una conciencia como la voz del pueblo y México estaba inmerso en las vanguardias culturales dado el enriquecimiento intelectual y artístico tanto de los talentos nacionales, como Frida, como por el de los refugiados que llegaban al país. Todo esto es lo que quiero reflejar en la película.

-¿Cómo cuidarás la distancia ante el documento fílmico Frida Kahlo, naturaleza viva, de Paul Leduc, con Ofelia Medina en el papel de la pintora?

-Mi propuesta será muy distinta a la de Leduc, que representa una visión más plástica de la historia. Mi versión será más libre, pues no exigirá al espectador, como ocurre en la cinta de Leduc, un conocimiento previo del personaje y de su época.''

Tender una trampa a la vida

-A propósito de conciencias, ¿cuál es el papel de los artistas en este mundo que en su parte centroamericana vive aterradora desgracia?

-Cada artista es un mundo. Mentira decir que un creador puede cambiar el mundo, de ser así mejor sería convertirse en misionero o sacerdote. Cada cual tiene un camino y hay que asumirlo. El arte y el entretenimiento pueden ser un escape de la realidad, de las malas situaciones. Sin embargo, el arte puede representar la posibilidad de la toma de conciencia. El actor tiene la atención de grandes masas, pero cada cual decide qué hacer con ello: unos la utilizarán para ayudar, otros no. La sociedad no puede responsabilizar a los artistas de una labor que no les corresponde, ni los puede culpar por no cambiar el mundo.

-Digamos que a los actores les corresponde desarrollar plenamente ese poder camaleónico de personificar a la compañera de un pistolero, a una bailarina vampiresa o a una pintora en sufrimiento

-Así es. La carrera del actor es maravillosa, da oportunidad de tener distintas vidas y vivir en diferentes tiempos experiencias que con cualquier otra profesión quizá no se tendrían. La vida del actor es como hacerle una trampa a la vida, que sólo es una pero como tal puede vivir en carne propia la vida de una pintora en los años cuarenta.

-¿Consideras que Kahlo puede significar a uno de esos personajes que estigmatizan a un autor para siempre, que resulte difícil despojarse?

-Después de Frida Kahlo, probablemente no me volverán a ver como antes.

-Quien parece asumir profundamente a Frida como motivo fílmico es Madonna.

-Que Madonna se interese por Frida es fantástico, pues el interés de aquélla sirve para despejar dudas y prejuicios en torno de Frida y los proyectos cinematográficos al respecto. No hay rivalidad, sino la unión de fridomaniacas de corazón.

-¿Imaginabas este cumplimiento de sueños, cuando hacías telenovelas en México?

-No, lo deseaba. Siempre quise ser actriz de cine, pero en México hubiera sido más difícil; se filma poco, aunque buen cine.

-¿La belleza es atributo en pro o en contra?

-Existen otras cosas que me preocupan; pienso que lo mejor que hay que hacer con la belleza personal es ignorarla, aunque nadie que sea bella debe quejarse porque cuando eres bella se presentan mejores oportunidades, para aprovecharlas a menos que seas bella y tonta. Pero yo no soy tonta.

-¿Cuáles son las condiciones en las que los latinos trabajan en Hollywood?

-Ya pasé lo más difícil. Sí, enfrenté el racismo, pero ya se ha abierto el terreno. Hoy se vive un boom latinoamericano en Hollywood. Es nuestro momento, aunque siempre hay que estar alerta para superar las dificultades que siempre se presentan. Ahora puedo rechazar o elegir un proyecto, dejando atrás aquellos tiempos en lo que tomaba lo que venía.

-¿Hollywood es necesario, indispensable, para desarrollar una carrera brillante?

-No. Hollywood ayuda a los que desean una carrera comercial e internacional.

-¿Hasta dónde quieres llegar?, ¿cuáles son tus ambiciones?

-Espero seguir trabajando toda la vida, hasta que mi cabeza comience a olvidar las líneas de algún libreto.