Octavio Rodríguez Araujo
Militares

Lo insólito a veces desconcierta. Es el caso de la marcha de militares encabezada por el teniente coronel Bacilio Gómez, el viernes pasado. Debe de haber sido tal el desconcierto que al día siguiente de la marcha Benítez Manaut publicó un artículo verdaderamente desconcertante y muy cercano a los clásicos comentarios de Zabludovsky en el Canal de las estrellas.

Al final de su artículo, Benítez Manaut escribió: ``Parar el tránsito del centro de la ciudad en diciembre (...) puede leerse desde muchos puntos de vista, pues lo hacen muchas personas y organizaciones con muchos fines, no siempre claros'', y más adelante: ``Ojalá y no estén intereses políticos de por medio moviéndose en el seno de las fuerzas armadas...''.

Lo de parar el tránsito no merece comentarios, pero sí lo de los intereses políticos en las fuerzas armadas. ¿De qué están hechos los miembros de las fuerzas armadas como para que se vea con desconfianza que tengan intereses políticos? Ellos dijeron, en una de sus mantas, que antes que militares son ciudadanos. Y como ciudadanos pueden tener intereses políticos, y éstos pueden manifestarse de muy diversas maneras, como votar en elecciones por el partido de su preferencia. Por lo demás, sería ingenuo pensar que los militares, sobre todo los de alto rango, no tienen intereses políticos.

Ver con desconfianza a un grupo político que por primera vez se manifiesta públicamente es natural, independientemente de si son militares o civiles. Pero la desconfianza no es análisis, sino un elemento inicial de éste. El análisis sugiere cautela, entre otras razones porque en México una marcha de militares como la del viernes ciertamente es insólita. Pero siempre hay una primera vez.

Bacilio Gómez (que debiera ser Basilio si proviniera de familia culta) y los otros 50 militares que marcharon con él no son improvisados. Usaron un estandarte de la Virgen de Guadalupe, además de la bandera nacional, para sugerir que no son comunistas ni extranjerizantes, y el texto de su Manifiesto al pueblo de México contiene denuncias y demandas que podrían suscribir millones de mexicanos. Entre las denuncias destacan dos: que el gobierno es responsable de la miseria, el desempleo, la injusticia y la delincuencia por su política económica contraria al pueblo mexicano y que el Ejército Mexicano no se apega a sus funciones al realizar actividades de índole civil que no le corresponden. Entre sus demandas destaca la reforma que proponen a la Constitución (especialmente al artículo 13), la suscripción de la demanda del general Gallardo, preso injustamente por proponer la figura del ombudsman en las fuerzas armadas, y la situación de penuria económica de muchos militares.

Es sintomática la reacción que provocaron los militares del Comando Patriótico de Concientización del Pueblo (CPCP), especialmente entre los altos mandos del Ejército Mexicano (ex secretarios de la Defensa y jefes de zonas militares). Es sintomática porque cerrar filas en torno al actual secretario de la Defensa, como bien señala Adolfo Gilly en su artículo del martes, es demostrativo de una crisis en el Ejército. Si no hubiera tal crisis, no se hubiera orquestado esta insólita defensa del más alto jefe militar del país. Una de dos: o los militares del CPCP tienen más fuerza de la que aparentaron al ser 51 los que marcharon el viernes, o detrás de ellos hay alguien en la jerarquía militar suficientemente fuerte como para que los jefes del organigrama de la Secretaría de la Defensa tengan que cerrar filas en torno de su titular.

Se me ocurren dos preguntas: ¿no será el caso que dentro del Ejército hay militares que no coinciden con la política del presidente Zedillo y que mediante el CPCP están enviando un mensaje al pueblo de México en el sentido de que deben rescatarse los valores de la Revolución Mexicana, las libertades democráticas, la justicia social, el respeto a la dignidad de las personas, el combate a la miseria y al desempleo, etcétera? ¿No se tratará de un mensaje al pueblo y al mismo Ejército en el sentido de que éste ha sido usado para fines que no le corresponden por la incapacidad de las instituciones del gobierno civil (que debieran ser republicanas) para solucionar legal y legítimamente los problemas del país, problemas que en buena medida han sido producidos por las políticas del gobierno federal?