La Jornada 22 de diciembre de 1998

Alerta máxima en Irak, ante eventual reanudación de los bombardeos aéreos

Afp, Reuters y Dpa, Washington, 21 de diciembre Ť ``En el momento en que Estados Unidos y Gran Bretaña lanzaron sus misiles contra Irak, mataron a la Unscom'', dijo hoy el viceprimer ministro iraquí, Tarek Aziz, sobre la comisión especial de Naciones Unidas para el desarme de Irak, y advirtió además que su país permanece en alerta máxima ante una eventual reanudación de los ataques.

Estados Unidos, a su vez, advirtió que se opondrá al levantamiento de las sanciones impuestas a Irak hace siete años si Bagdad no permite el retorno de los inspectores a su trabajo. ``Sin la Unscom es imposible que las sanciones sean levantadas, porque la Unscom es el vehículo establecido por el Consejo de Seguridad para verificar el desarme de Irak en el campo de las armas de destrucción masivas'', dijo el portavoz asistente del Departamento de Estado, James Foley.

Mientras tanto, dijo Foley, ``pensamos que es una buena idea mantener una sólida fuerza en la región, y vamos a estar preparados para actuar nuevamente como lo hicimos la semana pasada, si es necesario''.

En Bagdad, Aziz criticó además al jefe de la Unscom, Richard Butler, al insistir en que falseó el informe rendido al Consejo de Seguridad al sostener que Irak no colaboraba con la misión, para justificar los bombardeos contra su país.

``Seguimos en alerta roja, ya que la agresión militar podría repetirse en algún momento'', sostuvo el viceprimer ministro en conferencia de prensa.

Afirmó además que los cuatro días de incursiones aéreas de fuerzas estadunidenses apoyadas por británicos, demolieron dos fábricas de cohetes de corto alcance, autorizadas por Naciones Unidas, mataron a 62 soldados, y dejaron heridos a otros 180. El embajador de Irak ante Naciones Unidas afirmó la víspera que las víctimas eran ``miles'', pero no hizo precisiones.

Por su parte, el presidente Saddam Hussein reiteró que Irak salió ``victorioso ante los enemigos de Dios'', según la agencia oficial INA, que informó que el mandatario se reunió con su Consejo de Mando Revolucionario y miembros de su partido Baas.

Entre tanto, Bagdad vivió una jornada de intensa actividad, con las compras que los iraquíes realizan, pese a sus escasos salarios (un funcionario medio gana mensualmente el equivalente a tres dólares), por la fiesta musulmana de Ramadán o por la fiesta de Navidad.

Ira por los bombardeos

Sin embargo, muchos manifestaban aún su ira por los bombardeos. Adil Mohammed Nori, un mercader de 50 años de edad, dijo que debía viajar casi 300 kilómetros hasta el pueblo de Ali al-Gharbi para ``el funeral de la víctima de un arma de destrucción masiva: mi sobrina de 12 años''.

En este contexto, el personal humanitario de la ONU evacuado a Jordania, unas cien personas, se preparaba este lunes a regresar a Irak. Este personal, encargado de supervisar la aplicación del programa Petróleo por Alimentos, fue evacuado cuando comenzaron los ataques estadunidenses el miércoles pasado, que dañaron un importante depósito de distribución de ayuda humanitaria.

De su lado, el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) comenzó esta mañana trabajos en la capital iraquí para reparar hospitales y escuelas dañados por los bombardeos.

En Londres, mientras el gobierno del primer ministro Tony Blair continuaba su ofensiva para aislar a Saddam Hussein, la prensa británica y la oposición conservadora, hasta ahora casi unánimes en su apoyo a la operación Zorro del Desierto, daban un vuelco.

La prensa se preguntaba ``¿Qué hacemos ahora?'', mientras el portavoz conservador Michael Howard llamó a Blair a ``precisar cuanto antes sus objetivos a largo plazo'' en relación con Irak. Howard sostuvo además que la ausencia de consenso diplomático respecto a los ataques ``no anuncia nada bueno para el futuro''.

También Peter de la Billiere, quien comandaba las fuerzas británicas durante la guerra del Golfo en 1991, dijo al Daily Telegraph que los bombardeos podrían haber reforzado el dominio del presidente iraquí, y asestado un golpe a las relaciones diplomáticas de Gran Bretaña.

Pero el canciller Robin Cook sostuvo que en Europa ``hay más apoyo a nuestro punto de vista que a la perspectiva francesa'', al tiempo que Blair insistió en que ``retrasamos en varios años la infraestructura militar iraquí'' y prometió que ``haremos lo posible para derrocar a Saddam''.