Saúl,
más allá de ghettos
Un jaguar de la
colonia Guerrero
Saúl representa
un icono popular, no por virtuoso o por genio musical, sino por haber
sido la primera estrella de rock mexicano desde que tras
Avándaro el rock pasó a ser subterráneo,
entendiendo estrella como ese personaje al cual muchos aspiran
ser, pero es inalcanzable. Caifanes fue en 1987 la punta de
iceberg de un movimiento poco notorio a nivel masivo. Con
Mátenme porque me muero y La negra Tomasa, el
rock en México dejó de ser entendido como algo para
marginados, pues su pop rebasó los ghettos a los
cuales el rock estuvo destinado. Nadie aspiraría a ser como
Alex Lora, pero sí como Saúl: alto, carismático,
poético, sufridor, mexicanista, y místico (entonces
prevalecían las rolas frívolas). Caifanes
ocupó un espacio que no existía en México;
llegó cuando aparentemente no pasaba nada.
Saúl Alfonso
Hernández Estrada nació en la colonia Guerrero, ciudad
de México, el 15 de enero de 1964, en una familia de clase
media. Su madre murió cuando tenía ocho
años. Después vivió en la colonia Nochebuena;
manejaba un vochito. Estudió secu y prepa
en el Luis Vives; era introvertido, nada deportista, aunque muy
noviero. No muy aplicado, estudió hasta prepa. Su
cuate Ramón Tomás, quien se quedó en el
viaje de las drogas, lo introdujo en la música; con
éste y con Pepe Navarro --Saúl al bajo-- formaron
In memoriam. Solían abrirle a Mistus, donde tocaba Jarris
Margalis, actual guitarrista de Jaguares. Saúl frecuentaba el
Centro Universitario Cultural, de donde salía el
reventón. Después, con Bon (de los Enemigos del
Silencio), formó el grupo Frac. Saúl empezó a
cantar en 1982, cuando Carlos Marcovich organizó una fiesta
para sacar fondos para un cortometraje; su hermano Alejandro
formó con Saúl y Alfonso André (luego baterista
de Caifanes, Jaguares y La Barranca) una banda de covers: eran
Las Insólitas Imágenes de Aurora (nombre de un cuento de
Saúl), aún sin bautizar. Ya con ese apelativo, tocaron
seis años, aunque Marcovich y Hernández la pasaban
peleando. Tenían éxito entre las chavitas: hasta
entonces no solían ir niñas bien a las tocadas, pero
tampoco se daban los carita en grupos mexicanos. Su
máximo apogeo fue en 1984, en el entonces popular bar de la
Zona Rosa El Nueve.
Harto de pleitos, el
compositor armó un nuevo proyecto con Santiago Ojeda en
guitarra (luego en Botellita de Jerez), Sabo Romo (bajo) y Diego
Herrera (sax y teclados). Entre cuates se apodaban por grupitos
los Carnales, los Nopales... y los Caifanes; a éstos
pertenecía Saúl, por lo que llamó así a su
banda. Para él, un caifán es quien las puede de
todas todas. Ojeda salió y entró André. En 1987,
debutaron en Rockotitlán, grabaron con BMG el disco
Caifanes, y actuaron por primera vez para público masivo
(5 mil) en el Hotel de México, en un concierto de Miguel
Mateos. Destinaban sus ganancias a mejorar su equipo, y siempre
sonaban bien. Para 1989, ya siempre llenaban. Grabaron Caifanes
II (1990), con Marcovich, de nuevo; El silencio (1992) y
El nervio del volcán (1994), sin Romo ni
Herrera. Lograron grandes audiencias en Colombia, participar en el
festival Womad de Peter Gabriel, buenas reseñas en la
Rolling Stone, y una fuerte comunión con su
público. En 1995, Caifanes se retiró tras la ruptura de
Saúl con su guitarrista. En 1996, Hernández crea
Jaguares con André, Federico Fong (bajo) y José Manuel
Aguilera (guitarra); actualmente, estos dos salieron, regresó
Romo y entró César López El Vampiro
(guitarra).Tras el apogeo del rock mexicano, Saúl y su
música ya no representan una vanguardia para los adolescentes,
aunque son vistos con respeto y nostalgia, sobre todo entre mayores de
25, quienes en grandes masas lo siguen viendo como un gurú, una
leyenda. (Patricia Peñaloza)
Contra trivia
Ya llegó la hora,
fans jaguarianos. Sí, para esos impacientes que han bloqueado
nuestras líneas telefónicas, ahí les van las
cinco preguntas para que puedan darse el lujo de asistir en primera
fila y de paso darle el regalo de Navidad adelantado con la que andan
quedando bien, a ver si no desfallece ante la cercanía de tener
a Saulito Hernández y se olvida de usted, caro
lector. Sí, hoy es el día para que tome el
teléfono y le hable a su amigo erudito en rock que le echaba
los perros y al que nunca peló para que le confirme
el dato, llegó la hora en que hurgue en su archivo revisteril y
escriba bien los nombres, investigue las fechas correctas y se gane
uno de los treinta pases dobles para ver a Jaguares en vivo y a todo
color. Chacan chachan:
1) El pasado 13 de
octubre, Jaguares se presentó en el House of Blues, al oeste de
Hollywood, California. ƑCon qué músicos alternaron
y a qué reconocido grupo pertenecieron?
2) ƑDe
qué grupo fue guitarrista el productor de El Silencio,
quien incluso participó con un solo de guitarra?
3) Después de
producir tantos tornados en Texas, ahora prefiere tocar el
acordeón entre Jaguares, detrás de los cerros
Ƒ...?
4) ƑEn
qué estado de la República está grabado el video
de Dime jaguar?
5) ƑCon
qué reconocido cantante argelino, actualmente exiliado en
París, cantó Saúl, en 1997, su primer
dueto?
Los que tengan las cinco
respuestas deberán llamar al teléfono 255-2058
después de las 9:00 horas y los treinta afortunados
deberán recoger sus boletos en Lago Estefanía
número 31, primer piso, colonia Granada, entre Ejército
Nacional y Río San Joaquín. Si llamas y ya no hay
boletos, de todos modos deja tus respuestas, sólo para
alimentar tu autoestima.