No transcurrieron ni 60 segundos cuando la voz apareció con cuerpo, monumental; salió a escena para solaz de los artistas de la lente. Posó en casi todos los ángulos, se saltó el horizontal, lo declinó por razones obvias: lo estrecho de su larga vestimenta lo impedía. Sin que los fotógrafos se dieran vuelo, trataron de maniobrar adecuadamente para no hacerle publicidad a su propia lencería; se subieron a la minúscula mesa de la salita de la escenografía, para así complacer a la batería de cámaras que caóticamente capturaron todos los movimientos de la juvenil actriz.

A partir del inminente enero Thalía, apoyada por un popular elenco, llevará el papel principal de Rosalinda, una producción con el novísimo tema de muchacha pobre (pero, eso sí, honrada), que es pretendida por galán rico. La mamá del muchacho se opone a la boda. šPues cómo!

Su joyita va a cohabitar con la niña (pobre, pero honrada) que, además, es hija de un asesino; šórale! En tanto, hermana de niña (pobre, pero honrada) se relame los bigotes, pues ella sí está dispuesta a escabecharse al galán rico y hacerlo suyo, "aunque se oponga su madre".

Lo que fue la primera escena de este culebrón, el clásico pizarrazo, pues, se dio ayer en amplia residencia de la época alemanista en Constituyentes. Angélica M aría, en actuación especial, es la madre del lado pobre. La que hace cualquier sacrificio por su hija, y la una vez Novia de México, que en febrero sacará un CD con boleros de los años 40, dijo sentirse bien en ese papel, pues tiene todo para hacerlo. La venezolana Lupita Ferrer es la progenitora rica y Fernando Carrillo, un venezolano, es quien la hará de galán rico. Completan el cuadro de actores, entre otros, la durable Ninón Sevilla, Adriana Fonseca, el Chóforo Padilla y Nora Salinas.

Ante la serie de deserciones de Televisa, tanto Thalía como Angélica María juraron lealtad a la camiseta que llevan bien puesta, dijeron .