José Ramón Enríquez

El gran enemigo del actor es la tv
Silvia Garcilazo n "El gran enemigo del actor es la televisión, toda vez que los métodos de comercialización que la industria televisiva utiliza van en detrimento de la creación artística. El peligro de esto es que al actor se le siga considerando una persona sin valor", asegura el dramaturgo y director escénico José Ramón Enríquez al explicar los motivos de la UNAM para crear la Facultad de Arte.
"Hasta hace muy poco tiempo los actores hemos venido a salto de mata. En la Inquisición nos quemaban. De alguna manera, al dramaturgo se le soporta, pero al actor se le considera a la fecha una persona sin valor", puntualiza el autor de El maleficio de la mariposa. José Ramón Enríquez es también, desde hace varios años, profesor del CUT. Con sus alumnos, quienes le han aportado "su exceso de frescura", tiene planes de montar el próximo año una versión de El Arcipreste de Hita.
Asimismo, sostiene que aquella vieja pugna entre el teatro vulgar y el teatro fino ya no debería existir. "No hay teatro menor. Subirse a un escenario, el que sea, supone dejar media vida. T odo lo que sea teatro independientemente de cómo y de dónde venga es sano. En cambio, el gran enemigo del arte escénico y del actor es la televisión".
Al frente del Centro Universitario de Teatro (CUT), mismo que pertenece a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el creador comenta a este medio que tiene a su cargo la búsqueda de la argumentación de los planes de estudio para academizar al CUT.
Ello significa ųconsidera Enríquez-- que la Universidad toma a las artes como parte de su proyecto, el cual apuntaría a la creación, en el mediano plazo, de una Facultad de Arte. Y con esto el reconocimiento oficial de la calidad universitaria del actor.
El florecimiento del teatro mexicano
Para el dramaturgo es importante que el primer encuentro escénico de los estudiantes sea en su propia lengua. Y es que, afirma, el actor está educado en malas traducciones del inglés. No obstante esto y la crisis económica, "vivimos un momento muy rico del teatro mexicano. Hay un florecimiento enorme de propuestas teatrales de todo tipo y existen muchos autores nacionales que están accediendo a los escenarios".
Al creador le preocupa "la comercialización de nuestros actores en la televisión"; en los dos últimos años Televisión Azteca ha llevado a sus filas a una gran cantidad de actores de extracción teatral, muchos de ellos de la Universidad. El maestro dice que el apuntador electrónico, la falta de análisis en lo que se realiza y los intereses comerciales antepuestos a la búsqueda artística son propicios para "deformar a los actores". Con esta sentencia concluyo la charla José Ramón Enriquez, quien se distingue por llevar su trabajo escénico por la línea del teatro realista tradicional. Sus más recientes puestas fueron Ella imagina y El maleficio de la mariposa, dos visiones distintas, pero en una misma búsqueda: ir en contra de una serie de clichés que nos están ahogando. Pero, sobre todo, "decir lo que en la televisión no se puede decir", precisa el profesional del teatro.