25 aniversario del CIESAS
Necesario, estudiar el cambio en México desde las regiones: Loyola
Mirna Servín
El Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS) cumple 25 años de trayectoria en la investigación y la docencia, y como un espacio autónomo para la reflexión y el análisis de los fenómenos sociales y culturales de México.
La primera base del CIESAS fue el Centro de Investigaciones Superiores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (CISINAH), fundado el 18 de septiembre de 1973 por iniciativa de los antropólogos Guillermo Bonfil, Angel Palerm y Gonzalo Aguirre Beltrán.
Hoy, el CIESAS cuenta con unidades de investigación y docencia en el Distrito Federal, Guadalajara, San Cristóbal de las Casas y Jalapa, además de dos proyectos en Chetumal y Saltillo y diversos investigadores distribuidos en otras regiones.
``Los problemas de la antropología mexicana están en toda la República y no se pueden estudiar detrás de un escritorio. A ello se debe la presencia regional del centro, lo que adicionalmente nos permite ver el conjunto y la variedad de situaciones que ocurren en el país. Estoy convencido de que el cambio que opera en México en buena medida vuelve a venir de las regiones, por lo que es fundamental su estudio'', subraya el doctor Rafael Loyola Díaz, director general de la sede en el Distrito Federal.
Para ilustrar los procesos que ha sufrido la antropología, Loyola Díaz -sociólogo de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM, doctorado en París en historia y civilizaciones e integrante del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM- explica: ``Así como el país se ha urbanizado, también la antropología mexicana y el CIESAS han urbanizado su mirada. Ya no es sólo el panorama del México rural, sino también el del México contemporáneo, a cuyo estudio se han incorporado otras disciplinas''.
El CIESAS cuenta con 17 líneas de investigación, entre ellas antropología de la religión; ambiente y sociedad; historia de la ciencia, de la educación, de los desastres; antropología económica, jurídica, de derechos humanos, médica, urbana y del trabajo; demografía; estudios políticos; cultura e ideología; epigrafía y análisis de fuentes etnohistóricas; estudios del lenguaje; etnohistoria; historia económica y social, y relaciones étnicas e identidades comunitarias.
Así, las columnas principales del centro son el trabajo de investigación, la docencia y la difusión y publicaciones de libros y materiales, como una manera de vinculación social y una ventana hacia la labor del CIESAS. Dentro de la docencia cuentan con diversos programas de posgrado, diplomados y programas de becarios para estudiantes de doctorado y licenciatura.
Frente al nuevo panorama económico, el doctor Loyola Díaz expone que, al igual que otras instituciones, ``van a tener serios problemas para trabajar''. Sin embargo, agrega: ``No hay que ponerse a llorar. Hay que buscar opciones que permitan obtener los recursos para realizar el trabajo que nos corresponde''.
En ese sentido, el CIESAS ``ha puesto un acento particular en la búsqueda de recursos económicos no presupuestales para solventar proyectos académicos, mediante diplomados o concursos de proyectos y programas de estudio compartidos con otras instituciones. En épocas de crisis, hay que buscar otras soluciones''.
Otro problema que enfrenta el centro, relata, ``es el envejecimiento de la planta académica. Es muy sólida, pero institucionalmente tenemos la obligación de dejar tomar el lugar a las generaciones de investigadores del cambio del milenio''.
Para lograrlo, el CIESAS lanzará programas para el reclutamiento de nuevos cuadros de jóvenes investigadores potencialmente valiosos, con el fin de tener una planta académica que soporte el manejo institucional de los siguientes 25 años.
``Comenzamos un subprograma de becarios dirigido a dar un complemento económico a estudiantes en la etapa final del doctorado, con el compromiso de que cuando terminen planteen como opción de trabajo el CIESAS. Del mismo modo, las unidades regionales todavía tienen un margen importante de crecimiento como opción para esos jóvenes.''
Un reto para el centro, señala el investigador, ``es empezar a armar proyectos multidisciplinarios y de carácter más ambiciosos''. Como ejemplo, el CIESAS acaba de obtener una importante asignación de recursos del Conacyt, mediante un concurso de proyectos en el que participó con un trabajo sobre códices, y por el cual obtuvo una asignación igual de Francia. ``Ese proyecto de carácter pluridisciplinario, interinstitucional y binacional nos indica el camino alterno a trabajar''.
Para Loyola Díaz, los temas que le ocupan a la antropología son sustanciales para tratar de entender el México que vivimos, y concluye: ``El CIESAS es un buen observatorio para pulsar cómo, dónde y en qué dirección se dan esos cambios''.