La Jornada 20 de diciembre de 1998

Acogió con alivio el término de la operación Zorro del Desierto

Ap, Dpa, Afp y Reuters, París, 20 de diciembre Ť El fin de la operación Zorro del Desierto contra Irak fue recibido con beneplácito por el papa Juan Pablo II y la comunidad internacional, mientras en diversas ciudades árabes y europeas continuaban las manifestaciones de protesta por los ataques a los que fue sometida Bagdad durante cuatro días por parte de las fuerzas militares de Estados Unidos y Gran Bretaña.

En el mundo árabe, el tono discordante lo dio Arabia Saudita, que apoyó los ataques contra Irak con la esperanza de que desembocarían en un cambio de régimen, estimaron diversos diplomáticos. ``Ellos habrían querido que los bombardeos terminaran con el derrocamiento del presidente Saddam Hussein'', dijo un diplomático occidental en Riad, mientras el diario Okaz, de ese país, lamentó que el líder iraquí siga en su cargo.

El Papa, a su vez, expresó su pesar por los ataques aéreos a Irak y su amargura al constatar que el respeto y cumplimiento del derecho internacional y de las organizaciones que deben garantizar su aplicación, se ven violados con frecuencia.

Tras señalar que la guerra nunca resuelve los problemas, Juan Pablo II expresó su solidaridad con el pueblo iraquí, que ``ahora más que nunca tiene que ocupar el centro de las preocupaciones de todos los que en Irak y en otros lugares tienen el deber de resolver la crisis'', dijo.

Por su parte, el presidente de Francia, Jacques Chirac, hizo un llamado a revisar el embargo internacional petrolero de ocho años impuesto a Bagdad, así como las condiciones de vida en Irak, que deben ``ser mejoradas con urgencia''.

Luego de manifestar su satisfacción por la conclusión de las operaciones contra Irak, indicó que la relación de Bagdad y Naciones Unidas debe ser revisada profundamente, y reiteró que su país está dispuesto a aportar una contribución en la dirección necesaria para poner fin a la crisis.

El canciller francés Hubert Vedrime dijo a su vez que su país está elaborando propuestas sobre una nueva forma de cooperación entre la ONU e Irak para restablecer el Consejo de Seguridad, al tiempo que abogó por un nuevo sistema para controlar el desarme de ese país del Golfo.

El gobierno de Alemania también celebró la decisión del presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, y del primer ministro británico, Tony Blair, de suspender los bombardeos, pero instó a Irak a cooperar con los inspectores de armas de la ONU. ``El presidente Saddam Hussein debe saber que nuevas provocaciones no quedarán sin respuesta'', apuntó el canciller federal, Gerard Schroeder

Japón y China también acogieron con satisfacción el fin de los bombardeos, pero Pekín espera una reanudación rápida de los esfuerzos diplomáticos para resolver por medios políticos el problema relativo a la inspección de armamento de destrucción masiva en Irak, declaró el portavoz de la cancillería china, Zhu Bangzao.

El vocero consideró que ahora se debe entrar a una nueva fase de elaboración y puesta en marcha de una verdadera salida a la crisis, y para ello debe ser revisada la relación entre Irak y la ONU.

En tanto, manifestaciones en favor de Irak se realizaron en varios países europeos como España, Holanda y Bélgica -estos dos últimos también se congratularon por el fin de los bombardeos-, así como en las naciones árabes, entre ellas Jordania, Gaza, Libia y Marruecos, y en los territorios palestinos ocupados.

Un funcionario de la Liga Arabe estimó que las manifestaciones anti-estadunidenses son una negación a las declaraciones que el viernes hizo el portavoz de la Casa Blanca, Joe Lockhart, según las cuales, los bombardeos contaron con la autorización de los países agrupados en la Liga.

Yemen pidió al secretario de la Liga Arabe que se convoque a una cumbre regional extraordinaria para condenar la agresión estadunidense contra Irak, con lo cual coincidió el canciller egipcio, Amr Mousa, al destacar que hay demasiados ``puntos débiles'' en el mundo árabe.

Kuwait, que pese a ser invadido por Irak en 1990 se distanció de los ataques aéreos, aplaudió el fin de las operaciones, y dijo esperar el fin de la inestabilidad.

En Teherán, el vicepresidente del Parlamento, Hasan Ruhani, acusó a Estados Unidos de haber debilitado a la ONU y al Consejo de Seguridad, independientemente de los objetivos de los ataques a Irak, y acusó a Londres y a Washington de haber actuado ignorando las leyes internacionales.


Afp, Ap, Dpa y Reuters, Londres, 20 de diciembre Ť El primer ministro británico, Tony Blair, dio a conocer hoy una estrategia de tres puntos para ``acorralar'' a Saddam Hussein mediante una estricta vigilancia a varios niveles, luego de congratularse una vez más del éxito de la operación militar Zorro del Desierto contra Irak.

Paralelamente, Bill Clinton afirmó que los bombardeos permitirán el regreso a Irak de la Comisión de Desarme de la ONU (Unscom), mientras que el Pentágono aseguró que las tropas estadunidenses y británicas en la región del golfo Pérsico se mantendrán en estado de alerta y reanudarán los ataques si el régimen iraquí insiste en no cooperar con la Unscom.

Blair reafirmó la intención de reanudar sus ataques ``de ser necesario'', y sugirió un plan para contener a Saddam Hussein en el futuro, que consistiría en mantener sobre Irak la amenaza de recurrir a la fuerza en cualquier momento, vigilar el estricto cumplimiento de las sanciones económicas que pesan contra la nación, y por último, reforzar la cooperación entre países de Medio Oriente, de la Unión Europea y la ONU para crear estrategias comunes hacia Irak.

Asimismo, el ministro británico de Defensa, George Robertson, anunció que se enviará a la región del golfo Pérsico el portaviones Invincible, el mes próximo. Fuentes londinenses aseguraron que las fuerzas británicas ``contribuyeron con 20 por ciento del total de las misiones aéreas de la operación Zorro del Desierto''.

``Primero y antes que nada, debemos mantener la amenaza del recurso a la fuerza, cuya credibilidad es ahora conocida por Saddam Hussein. Nuestras fuerzas se mantendrán preparadas'', afirmó Blair. Como segundo punto de la estrategia, Blair habló de vigilar la aplicación de las sanciones de la ONU, pues afirmó que a pesar del embargo, Irak se beneficia de un ``tráfico sospechoso que hay que controlar''.

Por último, Blair consideró necesario crear ``una estrategia multinacional que garantice la estabilidad entre Irak y el resto del mundo'', y se pronunció en favor de instalar un régimen internacional de verificación de armamentos iraquíes que, dijo, ``le impida a Saddam Hussein efectuar nuevamente su juego del gato y el ratón con la ONU''.

El secretario de Defensa estadunidense, William Cohen, mientras tanto, aseveró que las fuerzas de Washington están en condiciones de reanudar los bombardeos contra Irak en cualquier momento. ``Nos damos cuenta de que Saddam Hussein puede intentar restaurar las instalaciones destruidas por los ataques, o proceder a su reconstrucción en la mayoría de los casos. Pero estaremos en la región''.

Interrogado en la televisora CBS sobre la supuesta destrucción de varios cuarteles en Bagdad, entre ellos algunos de la Guardia Republicana, las tropas de élite de Hussein, Cohen afirmó : ``Si estaban ahí, fueron alcanzados'', pero reiteró que esto no se hizo para desestabilizar al presidente iraquí, sino porque dichas fuerzas ``están encargadas de construir las armas de destrucción masiva''. Cohen admitió, por otra parte, que ``las evaluaciones de los ataques aún no concluyeron''.

Opositores del régimen iraquí en el exilio coincidieron en que a pesar de los daños que los bombardeos causaron en la infraestructura militar de Saddam Hussein, el mandatario no ha hecho concesión alguna ni a la ONU ni a Estados Unidos. Mohanned Ismaukm, de la Unión Patriótica de Kurdistán, señaló también que ``Irak ha sufrido un ataque militar doloroso del que no se recuperará en mucho tiempo'', pero manifestó que los bombardeos lejos de promover el derrocamiento de Saddam Hussein, contribuyen a aumentar su popularidad.


Dpa, Afp, Reuters y Ap, Moscú, 20 de diciembre Ť El presidente de Rusia, Boris Yeltsin, calificó este domingo de ``ilegales e insensatos'' los ataques militares a los que fue sometido Irak durante cuatro días por parte de Estados Unidos y Gran Bretaña, aunque expresó su satisfacción por el fin de los mismos; sin embargo, el primer ministro ruso, Eugeni Primakov, dijo temer que el fin de los bombardeos sólo sea temporal.

``La razón prevaleció finalmente'', destacó el mandatario ruso en un comunicado, en el que añadió que ahora queda por evaluar las consecuencias políticas negativas de esos bombardeos, ``sin hablar de las víctimas'' entre la población civil.

Yeltsin aseguró que la intervención militar sólo consiguió agravar la crisis en ese país, y la comunidad internacional debe sacar ahora las conclusiones de esos ataques ``sin sentido''. Recordó que Rusia ha insistido siempre en la creación de un sistema multipolar mundial en el que se acepte el derecho internacional, así como en el fortalecimiento del papel de Naciones Unidas en cuestiones internacionales.

Reclamó además que se posibilite el levantamiento de las sanciones a Bagdad, el regreso del pueblo iraquí a una vida normal y la seguridad de la región del Golfo Pérsico, aunque también instó a Irak a cumplir con las resoluciones de la ONU, lo que permitiría el levantamiento del castigo, que lleva ya ocho años.

Pero en declaraciones hechas desde India, donde se encuentra de visita oficial, el primer ministro Primakov manifestó su preocupación por el hecho de que la suspensión de los ataques sólo sea temporal y éstos puedan reanudarse. Primakov reiteró que Rusia sigue considerando inaceptables las acciones violentas no aprobadas previamente por el Consejo de Seguridad de la ONU.

De su lado, el canciller ruso Igor Ivanov, quien declaró el viernes que las relaciones con Estados Unidos y Gran Bretaña podrían deteriorarse, se mostró hoy más moderado al considerar poco probable que la confrontación de opinión en el caso de Irak se transforme en una crisis más global.

En Washington, el asesor del presidente estadunidense Bill Clinton en materia de seguridad nacional, Sandy Berger, expresó su convicción de que las relaciones entre su país y Rusia podrán superarse. Tras informar que el presidente Clinton llamará por teléfono a su contraparte ruso durante la semana, Berger externó su convicción de que los rusos ``comprenden, igual que nosotros, la importancia de nuestras relaciones''.