Un Senador racista
El líder de la mayoría republicana en el Senado, Trent Lott, fue obligado a reconocer que en 1995 apoyó a una organización en Mississippi que se opone al matrimonio interracial, la inmigración y los latinos, a fin de preservar la pureza de la raza blanca. Un vocero de Lott comentó al Washington Post que el senador no apoya las posiciones del grupo llamado Consejo de Ciudadanos Conservadores. Pero lo dijo sólo después de que la reiterada presencia de Lott en los actos de la organización trascendió a los medios.
Aumenta odio contra asiáticos
El numero de ataques racistas contra asiáticos se incrementó 20% en California durante 1997, según el Consorcio Nacional Legal Asiático Pacífico Americano. El número de ataques racistas físicos, hostigamientos e incidentes, tales como pintar suásticas en los vitrales de negocios asiáticos en San Francisco, aumentó de forma alarmante el año pasado, en parte por el creciente flujo de inmigrantes asiáticos a esa zona.
Policía narco
El jefe de policía de Tremont, Texas, fue sentenciado a diez años de cárcel por traficar mariguana y por usar cocaína, reportó esta semana la oficina del fiscal de Estados Unidos en Houston. ``Sanger ofreció información de registro de licencias, reveló información sobre agentes encubiertos, compartió documentos internos de la fuerza de trabajo sobre drogas, de la Fuerza de Trabajo de Narcóticos del Sur Central, de la cual Sanger fue miembro, y asistió a preparar un cargamento de 887 kilos de mariguana en febrero de 1997'', informó la fiscalía.
Ni Manuel Bartlett ni Humberto Roque Villanueva. Ni Roberto Madrazo o Jesús Silva Herzog. Ni siquiera el recién afiliado Juan Ramón de la Fuente.
Ninguno de ellos puede ser considerado oficialmente precandidato a la presidencia del PRI, a pesar de que hace meses que los tres primeros se destaparon.
Ello, luego de que en la última sesión de Consejo Político del tricolor quedó definido cómo será el proceso de selección interna.
Según el acuerdo, al reloj priísta le quedan once meses. Y la eliminatoria -sean quienes sean los participantes- se desarrollará en dos tiempos.
El primero será una ``fase previa'' en la que se registrarán un número limitado de aspirantes -no más de ocho- que podrán inscribirse casi sin cumplir requisitos.
Dirigentes priístas han hecho saber que esta fase inicará en marzo, después de la celebración del 70 aniversario del partido, y que terminará seis meses después.
En ese lapso, los aspirantes realizarán juntos un recorrido por todo el país para reunirse en foros, organizaciones y medios de comunicación.
Hasta septiembre -cuando se realizaría la Asamblea Nacional- el CEN del PRI emitiría la convocatoria oficial y quedaría un grupo de ``finalistas'', con máximo cuatro personajes.
El modelo descrito para la presidencial está a prueba en el estado de México, donde ya concluyó la fase previa y fueron registrados cinco ``precandidatos''.
La primera etapa fue todo un acontecimiento. Explícitamente se prohibió el reparto de despensas y materiales de construcción, pagos en efectivo o cualquier otro tipo de regalo, ya sea por la asistencia a mítines o actos de apoyo. Se negó la posibilidad de solicitar recursos económicos a funcionarios o empresarios. Se canceló la instalación de propaganda individual -bardas, espectaculares, plásticos- y la realización de actos proselitistas. Se prometían sanciones para los dirigentes que actuaran parcialmente.
En el mismo sentido, las ``normas'' cancelaron el derecho de los militantes a declararse en favor de algún aspirante o de desviar recursos públicos para apoyar acciones de proselitismo.
Los siete aspirantes realizaron una gira conjunta de 20 días. Las normas establecían que una encuesta sería el método de descarte.
Pero ésta no se aplicó, ante la resistencia de por lo menos tres de los inscritos, que alegaron ``riesgos de parcialidad'' y advirtieron sobre los desacuerdos que habría para seleccionar a la empresa que la aplicara.
Al final no hubo convocatoria. En su lugar, se dieron a conocer las ``bases'' para la selección del candidato, hace cinco días. Se preveía que éstas establecerían requisitos muy rígidos para la inscripción de los precandidatos. Pero se quedó en lo normal: debían presentarse firmas de por lo menos la mitad de los organismos afiliados, un tercio de los comités municipales, o de 15% del padrón de afiliados.
Lo curioso fue que todas las combinatorias posibles -que son cinco- se cumplieron y ahora competirán ese mismo número de precandidatos por la postulación.
La batalla por la nominación mexiquense ocurrirá en las tres primeras semanas de enero. Entonces, se permitirá que los precandidatos realicen actos individuales, pero también deberán cumplir con un calendario de recorridos conjutos.
Lo importante, a final de cuentas, es que la elección del candidato será por consulta directa a las bases priístas. Sin que exista un padrón confiable, se estima que podrían participar hasta dos millones de electores.
La elección del candidato presidencial sería igual.
Los jaloneos en la Cámara de Diputados dejan lugar para el humor... al menos el del Presidente de la República. En reunión efectuada esta semana con legisladores de varios partidos, Ernesto Zedillo dijo: ``No vayan a tener el mal gusto de aprobar el presupuesto el día 28 (Día de los Santos Inocentes)''.
Los legisladores más empecinados en que se aprobara un ``punto de acuerdo'' condenando la ``ineptitud'' del gobierno de Cuauhtémoc Cárdenas, porque ``pone en riesgo las vidas de los diputados'', no fueron priístas, sino Carlos Medina Plascencia y Francisco Paoli Bolio.
Los motivos: las sucesivas tomas de la Cámara baja por grupos de deudores de la banca, colonos y maestros, y el empuje de Arturo Núñez y Enrique Jackson, quienes clamaban por la intervención de una ``fuerza federal'' para garantizar la seguridad de la Cámara.
Ahora ya se sabe para qué servirá, entre otras cosas, la Policía Federal Preventiva de Francisco Labastida.
Don Salvador, un anciano de la comunidad Unión Progreso, está pagando cara su osadía. En 1994, al estallar el conflicto armado, el viejo era presidente de la organización Pajal Yakaltic, fundada años atrás por Adolfo Orive, coordinador de asesores del secretario de Gobernación.
Tras muchas discusiones, los antiguos seguidores indígenas de Orive se hicieron zapatistas.
Y desde que Orive llegó a Gobernación la fuerza pública ha realizado un operativo tras otro en esa comunidad. Hasta el cierre de la edición, la gente de Unión Progreso seguía refugiada en las montañas por temor a los policías y los paramilitares. Lo que es cambiar de asesores.