La Jornada 19 de diciembre de 1998

Resuelto el incidente, Pedro Joaquín Coldwell regresará a la isla hoy mismo

Enrique Méndez Ť La secretaria de Relaciones Exteriores, Rosario Green Macías, aseguró al canciller de Cuba, Roberto Robaina, que si bien la vocación latinoamericana de México es incuestionable y que una prueba de ello es la solidaridad mexicana con la revolución cubana, para México la búsqueda de una relación respetuosa y equilibrada con Estados Unidos, ``nuestro poderoso vecino'', ha sido, es y continuará siendo ``un imperativo de Estado''.

Durante el almuerzo que ofreció a Robaina, quien acudió a Tlatelolco ``invitado'' por la SRE, a 16 días de que se propició un incidente diplomático por las declaraciones de Fidel Castro sobre México, y que motivó el retiro temporal del embajador en Cuba, Pedro Joaquín Coldwell -quien hoy regresará a La Habana una vez superado el diferendo-, Green Macías aclaró que para el país también es un imperativo desarrollar y fortalecer su relación con las demás naciones en el continente.

Aseguró que durante casi cuatro décadas México ha mantenido su apoyo al derecho del pueblo cubano a forjar su destino, sin injerencias extrañas, y dijo que así lo seguirá haciendo e hizo una convocatoria para ``no mirar al pasado'' y fortalecer la ``agenda viva y mirar siempre hacia el futuro''.

Aseguró que el invariable apego de México a los principios de no intervención, libre autodeterminación de los pueblos, igualdad jurídica de los Estados, solución pacífica de las controversias internacionales y cooperación para el desarrollo han encontrado sus mejores expresiones en la causa cubana.

``Nunca hemos flaqueado en estos empeños. Ni siquiera en los momentos de mayor tensión durante la guerra fría'', resaltó.

A su vez, Roberto Robaina, quien arribó poco antes de las dos de la tarde a la ciudad de México en el vuelo 322 de Mexicana de Aviación, planteó que las relaciones bilaterales tienen raíces comunes muy profundas que están ``por encima de cualquier hecho coyuntural''. Durante el almuerzo, al que asistieron los embajadores de ambos países, denunció que todavía existen ``poderosos intereses que nunca han cejado en su empeño de dañar algo tan trascendental como los históricos vínculos entre Cuba y México''.

Son esos poderosos intereses, agregó, los que no pierden la oportunidad de utilizar cualquier pretexto para sembrar intrigas, alentar calumnias o atizar conflictos donde no los hay.

Al dar una explicación oficial sobre el discurso del 2 de diciembre de Fidel Castro en la reunión del Sistema Económico Latinoamericano (Sela), subrayó:

``Nadie, absolutamente nadie, tiene derecho a intrigar, distorsionar, confundir o difamar sobre los sentimientos de Cuba, y mucho menos sobre los sentimientos del compañero Fidel hacia nuestro querido México.

``Los lazos entre México y Cuba están hechos a prueba de infamias y de traiciones, y no hay nada ni nadie que sea capaz de lograr separarlos porque sería como dejar a un mismo tronco sin ramas ni raíces'', dijo.

Advirtió que Cuba no permitirá que se cuestione la admiración, el cariño y el agradecimiento que los cubanos sienten por los mexicanos y por sus niños, ``que tanto respeto y ternura merecen'' y él también retomó el pasaje de los Niños Héroes, al que se refirió Fidel Castro en su Mensaje fraternal al pueblo mexicano, que es ``ejemplo conmovedor (y) a los que los cubanos rendimos constante tributo, pues constituyen uno de los mayores símbolos de patriotismo y antiimperialismo''.

``Por eso dijo pretender alentar y comerciar, aunque sólo sea con noticias amarillistas, con un supuesto conflicto entre Cuba y México nos ofende profundamente porque nadie como los cubanos en este hemisferio podemos albergar en nuestro corazón tanta gratitud, respeto y admiración hacia los mexicanos, que han mantenido inconmovible durante años una política de apoyo hacia nuestra Revolución''.

Asimismo, refirió que antes de su visita a México mantuvo una constante comunicación con la secretaria de Relaciones Exteriores, Rosario Green, en un ambiente de respeto, confianza, cariño y consideración. ``Bajo esos principios, muchas veces, con la necesaria discreción que nos tiene que caracterizar, hemos podido tratar los asuntos más espinosos, incluso aquellos aspectos en los que alguna vez hayamos podido no coincidir'', finalizó.