La Jornada 18 de diciembre de 1998

Ante dos senadores, Gobernación da garantías a los manifestantes

José Gil Olmos y Andrea Becerril Ť La Secretaría de Gobernación, por conducto del director general de Gobierno, Sergio Orozco, ofreció garantías al grupo de cincuenta militares encabezado por el teniente coronel Hildegardo Bacilio Gómez de que no sufrirán represalias ni ellos ni sus familias por las denuncias y protestas que de manera inusitada hicieron públicas ayer ante instancias civiles.

Acompañados por los senadores perredistas Amalia García y Juan José Quirino, una comisión de los militares se entrevistó con el funcionario, quien, de acuerdo con versión de los legisladores, dijo que no hay inconveniente para que dos oficiales interesados en viajar a Venezuela, el teniente coronel Hildegardo Bacilio Gómez y el capitán Alberto Henríquez del Valle, puedan hacerlo, incluso hoy mismo.

Por la noche, se confirmó que los dos militares saldrían del país hacia Venezuela en un vuelo comercial, ya que ante el funcionario de Gobernación manifestaron que se sentían en ``peligro de muerte'' o que ``podrían ser acusados por los delitos de asonada o traición a la patria''.

Trascendió que su viaje fue negociado directamente entre el director general de Gobierno y el general y diputado Miguel Angel Godínez, quien acudió también a la dependencia, a analizar las posibles salidas al conflicto provocado por los mandos medios y tropas que horas antes se manifestaron por el centro de la ciudad y pidieron el respaldo de senadores de la República.

El contingente, conformado por los cincuenta oficiales y soldados, llegó en marcha a las oficinas del Senado, en la Torre del Caballito, donde fueron recibidos por los únicos legisladores que ahí se encontraban, los perredistas Amalia García y Juan José Quirino. Entre medidas extremas de seguridad, a cargo del personal de resguardo parlamentario, una comisión de los manifestantes subió al piso 27, donde sostuvieron una reunión de casi dos horas.

Durante la misma, el teniente coronel Bacilio Gómez, en representación del grupo castrense pidió el respaldo de los senadores, leyó un pliego petitorio y solicitó que el Congreso modifique el artículo 13 constitucional para que desaparezca el ``fuero de guerra'', y que la Comisión Nacional de Derechos Humanos ``se incorpore a la Carta Magna, para que sus recomendaciones adquieran carácter de resolución judicial''.

Asimismo, planteó a los legisladores la urgencia de que la Comisión de Justicia de la Cámara de Diputados lleve a cabo una revisión exhaustiva de las instalaciones militares y de todos los expedientes de integrantes de la Secretaría de la Defensa Nacional sujetos a proceso en los órganos militares de justicia.

El teniente coronel Bacilio Gómez explicó a los senadores que quienes están sujetos a procesos judiciales militares no reciben sus salarios íntegros, tampoco se les suministran uniformes, no se les respeta la jerarquía para las prestaciones económicas a las que tienen derecho, y tampoco se les concede la libertad bajo fianza, ya que se les mantiene semipresos.

Insistieron en que temen por su seguridad física y las de sus familias.

Desde las oficinas senatoriales se tramitó la reunión con el director general de Gobierno, Sergio Orozco, y los senadores acompañaron a los militares al encuentro a fin de ofrecerles mayor seguridad.

Al abandonar la Torre del Caballito, el teniente coronel Bacilio Gómez aclaró que la reunión fue sin tintes partidistas ni proselitismo alguno y que simplemente pidieron a los representantes populares la protección necesaria ante las medidas que consideran ya se aplican en su contra, entre ellas el inicio de seis procesos penales ante el Ministerio Público Militar.

Interrogado sobre su pretensión de cambiar su residencia a Venezuela, dijo que se debe a que teme por su seguridad y la de su familia en México y por eso quiere salir del país, sin que ello signifique que es un cobarde.

-¿Por qué a Venezuela?

-Siento que el despertar del pueblo venezolano, por la misma circunstancia geopolítica que lo rodea, en relación con su petróleo y con la pobreza extrema, mandó su voto popular a un militar (Hugo Chávez), un militar que inicialmente se puso del lado del pueblo para luchar contra su gobierno. Pero tampoco nos confundamos, esto no es un golpe de Estado, es un reclamo de justicia, de ciudadanos militares en forma pacífica. Nada más.

Más tarde, una comisión de 15 militares, encabezada por el teniente coronel, se dirigió a las oficinas de Gobernación y en medio de un dispositivo de seguridad policiaco ocho de ellos se entrevistaron en privado por más de una hora con Sergio Orozco.

Al salir de la entrevista, el teniente coronel Hildegardo Bacilio Gómez se mostró parco en sus declaraciones. Entre el grupo castrense que lo acompañó siempre, señaló en repetidas ocasiones que la solicitud esencial fue que se garantizara su seguridad física y la de sus familiares.

Repitió lo que ya había declarado antes, tanto en la marcha sobre Reforma como en el Senado de la República: ``Queremos un Ejército digno y que se cambien las leyes militares que son obsoletas''.