Lanzó EU centenares de misiles sobre Bagdad, con respaldo de GB
Jim Cason y David Brooks, corresponsales, Washington, 16 de diciembre Ť La guerra contra Irak comenzó, y con ello estalló nuevamente una guerra política en Washington: el presidente Bill Clinton anunció el ataque militar un día antes de comenzar el debate sobre su destitución en la Cámara de Representantes, y por ello las motivaciones de la decisión fueron inmediatamente cuestionadas por los circuitos políticos de esta capital.
Poco antes de las 16 horas (en México) comenzaron a escucharse los truenos de las baterías de fuego antiaéreo en Bagdad, y todo el mundo empezó a atestiguar, en vivo vía televisión, un ataque militar más de Estados Unidos contra Irak.
Minutos después la Casa Blanca anunció que había comenzado ``un ataque sustancial'' y poco más tarde el presidente estadunidense habló a la nación para informar de su decisión de bombardear Bagdad.
``Ordené que las fuerzas armadas de Estados Unidos atacaran Irak'', declaró, y la acción, sostuvo, es para ``proteger el interés nacional de Estados UnidosÉ y proteger al mundo'' ante la amenaza del arsenal nu-clear, químico y biológico de Saddam Hussein, y expresó el deseo de derrocar el régimen de Bagdad.
El gobierno de Clinton ordenó a buques y aviones armados con más de 400 misiles Cruise acercarse a Irak con el propósito de realizar el ataque militar originado por la supuesta falta de cooperación de ese país con la inspección de sus actividades bélicas por parte de la Organización de Naciones Unidas.
Según algunos informes preliminares, el plan de guerra del Pentágono consideraba empezar el ataque con una lluvia de cien misiles Cruise, seguidos por bombardeos aéreos y ataques estratégicos durante los próximos dos o tres días.
El gobierno de Clinton lanzó el ataque militar contra Irak un día antes del citado debate sobre la destitución del presidente Clinton en la Cámara de Representantes, y con esa decisión comenzó, otra vez, una guerra de palabras en esta capital sobre si las motivaciones de la Casa Blanca fueron definidas por estrategia militar o por intereses políticos para buscar hacer descarrilar el tren de la destitución.
Seguridad nacional o maniobra salvadora
Si el propósito fue lograr posponer el debate sobre la destitución o no, el hecho es que la Cámara de Representantes decidió postergar su consideración sobre la cuestión, probablemente hasta la semana entrante.
El representante republicano Gerald Solomon, presidente del Comité de Reglas, sostuvo que Clinton y su gobierno están ``haciendo todo lo que pueden para postergar la destitución''.
Agregó que preparar el ataque militar en este momento no puede ser otra cosa que una maniobra política de la Casa Blanca para evitar que se realice el debate sobre el futuro político del gobernante demócrata.
``Ese es un comentario atroz --respondió Sam Gejdenson, representante demócrata del Comité de Relaciones Internacionales--. Es asunto de seguridad nacionalÉ no es sobre el politiqueo''.
Afirmó que los republicanos están intentando tomar la política exterior como rehén del proceso político contra Bill Clinton, y que eso sería desastroso para el superpoder estadunidense.
El líder del Senado, el republicano Trent Lott, declaró en un comunicado que no puede apoyar la decisión de preparar un ataque militar en este momento.
Comentó que la Casa Blanca le aseguró de que el tema de la destitución y el momento bélico no están relacionados, pero cuestiona el momento en que lo último se está realizando.
Sin embargo, indicó que ``como todo estadunidense'' apoyará a las tropas, pero, según analistas, no hay precedente para que una acción bélica anunciada por la Casa Blanca sea cuestionada por la oposición política en el Congreso.
Por el momento, el liderazgo de la Cámara acordó postergar el debate y el voto sobre la destitución del presidente, a raíz de la acción militar.
Aunque usted no lo crea...
Con ello, la película estrenada justo antes de estallar el escándalo de la relación sexual entre Clinton y Mónica Lewinsky, Wag the dog (Crisis en la Casa Blanca, fue la traducción en México), está nuevamente vigente: las consecuencias políticas de una ``indiscreción'' sexual del presidente son ``controladas'' al inventar una guerra contra Albania.
O sea, para entender la coyuntura política en Washington, por favor usted debe rentar el video lo antes posible.
La división entre la ficción y la realidad se borró este miércoles todavía más: la estrella de la película, Robert de Niro, ha estado hablando personalmente por teléfono con algunos representantes para intentar convencerlos de no votar a favor de la destitución de Clinton.
Mientras tanto, CNN, siempre informativo, ofreció durante esta jornada un pronóstico del tiempo, con mapas e imágenes de radar, no de Estados Unidos, como de costumbre, sino sobre Irak: algunas nubes.
Bombarderos estadunidenses B-52 y misiles Tomahawk lanzados desde el portaviones USS Enterprise, emplazado en el golfo Pérsico, surcaron el cielo de Irak du- rante una serie de cuatro ataques en un lapso de tres horas, a los que Bagdad respondió con baterías antiaéreas.
El primer ataque ocurrió 49 minutos después de la medianoche local.
Según el Pentágono, la operación Zorro del Desierto utiliza ``aviones de la marina estadunidense desde el portaviones Enterprise, aviadores estadunidenses y británicos que actúan desde bases en la región, misiles crucero Tomahawk lanzados desde los buques estadunidenses y bombarderos B-52 de la fuerza aérea estadunidense'', y se espera la llegada del portaviones Carl Vinson en las próximas horas.
Hasta el momento se desconoce el número de misiles lanzados por las fuerzas conjuntas de Estados Unidos y Gran Bretaña, así como los sitios en los que hicieron blanco, pero el ruido que provocaron rompió los cristales de varios edificios del centro de la capital iraquí, entre ellos los del Ministerio de Información, donde se encuentra la prensa extranjera.
Testigos afirmaron que uno de los misiles cayó en un palacio presidencial en el centro de Bagdad, mientras que otro hizo impacto en un área residencial de la capital, lo que provocó severos daños a edificios civiles y a una red de distribución de agua potable.
Estados Unidos tiene 24 mil 100 efectivos militares, hombres y mujeres, emplazados en la región del Pérsico, además de 22 barcos de guerra, ocho de los cuales están equipados con cohetes crucero Tomahawk, y 201 aviones, 72 de ellos a bordo del Enterprise.
Gran Bretaña, por su parte, tiene 22 aviones de guerra en la zona. (Agencias)