La Jornada 16 de diciembre de 1998

Censuran republicanos la acción; busca su salvación política, dicen

Reuters, Ap y Afp, Washington, 16 de diciembre Ť El presidente Bill Clinton logró este miércoles un respiro en su batalla con el Congreso al obligar --con el bombardeo a Irak-- a la dirigencia republicana de la Cámara de Representantes a posponer la votación sobre los cuatro artículos de destitución que debía realizarse este jueves, pero los motivos del mandatario fueron puestos en duda y un influyente legislador lo acusó de haber orquestado el ataque para salvarse políticamente.

Los 435 miembros de la Cámara de Representantes habían sido convocados este jueves para discutir y votar los cuatro artículos de juicio político (dos por perjurio, uno por obstrucción de la justicia y otro por abuso de poder) contra el mandatario con motivo de sus intentos por ocultar su relación sexual con Monica Lewinsky.

La Casa Blanca casi ya había perdido la esperanza de conseguir el apoyo de los republicanos moderados o indecisos para votar en contra del juicio político; esta mañana otros cuatro legisladores republicanos cambiaron su posición y anunciaron que respaldarían enjuiciar a Clinton.

El último mea culpa de Clinton, la semana pasada, provocó irritación entre los legisladores republicanos moderados, ya que el mandatario declaró sentirse arrepentido pero jamás aceptó haber mentido.

Todavía esta mañana, los demócratas trataban de impulsar el voto de censura contra el mandatario y el vicepresidente Al Gore pidió una solución bipartidista para evitar al país la ``penosa experiencia'' del juicio político a Clinton.

Algunos republicanos moderados habían indicado la posibilidad de que Clinton admitiera públicamente haber mentido antes del día de la votación, pero el vocero del mandatario dijo la madrugada de este miércoles que no habría anuncios ``dramáticos''.

Así, muchos de los asistentes de la presidencia que habían trabajado para impedir la impugnación dijeron esta mañana que estaban resignados a perder en la Cámara de Representantes y que ya preparaban su estrategia en el Senado.

Los abogados de Clinton comenzaron a indagar los detalles protocolares de un juicio en el Senado --el tercero en la historia del país-- y asistentes políticos combinaban ideas tales como hablar con los dirigentes del Senado acerca de una fórmula de censura o un discurso presidencial.

Sin embargo, conforme iba transcurriendo la jornada los medios de comunicación comenzaron a hablar de un inminente ataque contra Irak.

Clinton tenía planeado reunirse con varios representantes republicanos para tratarlos de convencer de votar en contra del juicio político, encuentro que fue suspendido por la crisis internacional.

Desde ese momento se empezó a especular que la Cámara de Representantes debía posponer la votación del jueves, porque no se podía exponer al comandante en jefe de las fuerzas armadas de Estados Unidos en momentos de crisis.

Luego de intensas negociaciones y tras una reunión a puertas cerradas entre la bancada republicana, se anunció la postergación de la votación.

Las sospechas

En nombre de la unidad nacional, la Cámara postergó la votación sobre el impeachment, informó esta noche el futuro presidente de ese órgano, Bob Livingston, quien indicó que el debate podría celebrarse ``el viernes, sábado o en todo caso en un futuro cercano'' que no fue especificado.

Pero la unidad nacional quedó sólo en la postergación de la votación: en un hecho sin precedente, varios dirigentes legislativos republicanos manifestaron su descontento con la intervención militar, al estimar que el momento estaba mal elegido y amenazaba los objetivos militares.

``Aunque responsables del gobierno me hayan asegurado que no hay ninguna relación con el procedimiento de destitución en la Cámara de Representantes, no puedo apoyar esta acción militar en el golfo Pérsico en este momento'', declaró el líder de la mayoría republicana en el Senado, Trent Lott, quien junto con otros cuatro de sus colegas exigieron a la Casa Blanca una ``verdadera política'' destinada a derrocar a Saddam Hussein.

Uno de los líderes republicanos en la Cámara, Gerald Solomon, se declaró ``escandalizado'' por la decisión del presidente de atacar en este preciso momento.

``Es bastante sospechoso que este tipo de cosa parezca haberse definido en la víspera de la votación para el juicio político'', declaró el representante Bob Barr.

Otros legisladores expresaron su indignación por la ausencia de consultas entre la presidencia y el Congreso ante el recurso de la fuerza.

Pero el líder de la mayoría republicana en la Cámara, Dick Armey, fue más lejos: ``Me gustaría pensar que ningún presidente estadunidense consideraría jamás utilizar a las fuerzas armadas para que lo ayuden a seguir en el cargo'', indicó en un comunicado en el que reiteró que Clinton debe ser sometido a juicio político.

``Después de meses de mentiras --añadió--, el presidente dio a millones de personas en todo el mundo motivos para dudar que haya enviado a estadunidenses a combatir por buenas razones''.

Enfático agregó: ``Si el presidente se niega a renunciar, en aras de la nación debería ser enjuiciado políticamente y ser sujeto a un juicio en el Senado''.

Pero la Casa Blanca negó que exista cualquier relación entre el impeachment y el ataque contra Irak, pero de acuerdo con un sondeo de la cadena CNN, 30 por ciento de los estadunidenses cree que Clinton optó por bombardear el país árabe para distraer la atención de la votación de la Cámara, y 62 por ciento consideró que la decisión fue en defensa de los intereses del país.

Por lo pronto, continúan las protestas a favor y en contra del juicio político.

Este miércoles, cientos de personas, encabezadas por estrellas de Hollywood, se reunieron para exigir a la Cámara de Representantes suspender el juicio político con- tra el mandatario.