Banqueros: el plan de apoyo a deudores, ``última oportunidad''
Antonio Castellanos y Roberto González Amador Ť El gobierno federal emitirá títulos de deuda, que podrían ser Certificados de la Tesorería (Cetes) y, junto con la banca, absorberá la sobretasa real que generó la crisis de 1994. A través del nuevo programa de apoyo a deudores se permitirá pagar deudas con créditos del Infonavit, y la mayoría de quienes los detentan dejarán de pagar los intereses generados por encima de la inflación de diciembre de 1994 al mismo mes de 1998.
Durante un acto que congregó al líder de los banqueros, Carlos Gómez y Gómez, y a los coordinadores parlamentarios de PRI y PAN, Arturo Núñez y Carlos Medina Plascencia, el secretario de Hacienda, José Angel Gurría, dio detalles del nuevo programa de la banca. Este implicará un costo fiscal de 31 mil millones de pesos que, sumados a los programas anteriores, sumarán un total de 143 mil millones de pesos. Estas acciones, dijo el funcionario, confirman que ``la sociedad mexicana camina por la vía correcta''.
Las autoridades hacendarias explicaron que el costo de los tres nuevos planes, que incluirá a 800 mil deudores agropecuarios, 212 mil pequeños y medianos empresarios, y 456 mil deudores hipotecarios, no afectará el presupuesto de 1999. Anunciaron que el incremento del financiamiento neto nuevo de la banca será apoyado por el gobierno, con un peso por cada tres que aporten los banqueros.
Gurría habló en una ceremonia efectuada en el salón Panamericano de Palacio Nacional y subrayó que quienes reciban los apoyos, habrán pagado una tasa inferior a la inflación en el periodo comprendido entre diciembre de 1994 y diciembre de 1998. El gobierno y la banca absorberán la sobretasa real que generó la crisis.
El funcionario detalló: ``El programa para créditos agropecuarios y pesqueros incluye descuentos de hasta 60 por ciento; en el caso de los financiamientos a la pequeña y mediana empresa, se ofrecerán descuentos de hasta 45 por ciento, y en el de empréstitos a la vivienda, éstos alcanzarán 50 por ciento''.
En todos los casos, dijo Gurría, los deudores cumplidos recibirán los beneficios en forma automática, en reconocimiento a su esfuerzo. Se apoyará de manera prioritaria a los pequeños deudores, a quienes se ofrecerán mayores descuentos a los créditos de menor tamaño.
El funcionario destacó que los beneficios fueron posibles por la voluntad de ``negociación del gobierno, del PAN, del PRI y de los banqueros; con decisión y responsabilidad, hoy realizamos un esfuerzo definitivo en apoyo de los deudores, los cuales podrán así salvaguardar su patrimonio''.
Al inicio de su intervención, afirmó que el nuevo programa constituye un paso en la superación de las dificultades económicas que hemos enfrentado, el cual permitirá reactivar el crédito y vislumbrar un nuevo horizonte de progreso y dinamismo productivo.
Las principales fuerzas políticas emiten así un contundente desmentido a quienes afirmaron que la renovada pluralidad puede obstaculizar el desarrollo nacional. Nada más falso, enfatizó Gurría. ``Hoy demostramos que la participación plural en la definición de las políticas, y la manifestación abierta de puntos de vista divergentes producen, cuando existe voluntad constructiva y buena fe, acuerdos más sólidos y soluciones más adecuadas''.
En esta solución, concluyó, tanto el gobierno como los bancos asumen los costos de manera compartida, con la finalidad de que los pequeños deudores pueden cumplir sus obligaciones y garantizar, en consecuencia, su patrimonio. Pequeños y medianos empresarios podrán recuperar sus empresas y sus tierras de cultivo y renovar el acceso al crédito que requiere su actividad productiva.
``Todos hemos estado de acuerdo'':
Gómez y Gómez
Roberto González Amador y Antonio Castellanos Ť El nuevo programa de apoyo a deudores, que entrará en vigor el 1o. de enero, con descuentos de entre 45 y 60 por ciento para préstamos agropecuarios, empresariales e hipotecarios, ``es la última oportunidad'' para restructurar los pasivos contratados con las instituciones de crédito, afirmó Carlos Gómez y Gómez, presidente de la Asociación de Banqueros de México.
``Es importante destacar que estos programas son los definitivos; en los que todos hemos estado de acuerdo para que quede claro que no habrá más facilidades y no se generen expectativas de mayores descuentos o condiciones nuevas en el futuro'', dijo Gómez y Gómez, durante la presentación de los tres nuevos planes de apoyo a deudores, en un acto al que no acudieron representantes del Partido de la Revolución Democrática (PRD).
Acompañado por el titular de Hacienda, José Angel Gurría, y los coordinadores de los partidos Revolucionario Institucional (PRI) y Acción Nacional (PAN) en la Cámara de Diputados, Arturo Núñez y Carlos Medina, respectivamente, el presidente de los banqueros admitió que los programas previos de apoyo, puestos en marcha a partir de 1995, no han logrado el propósito de resolver en forma definitiva los problemas que enfrentan los deudores por el alza en las tasas de interés durante 1995.
Gómez y Gómez estableció que una de las deficiencias de los planes vigentes hasta hoy es que los descuentos han sido insuficientes para compensar el impacto que sobre los adeudos tuvieron las altas tasas de interés de 1995, cuando los réditos llegaron a niveles cercanos al 100 por ciento anual, después del 30 por ciento de 1994.
Además, indicó, la experiencia en la aplicación de las facilidades de pago ha sido desafortunada, e inclusive perniciosa, en el comportamiento de pago de muchos deudores, debido a que ``la expectativa de que vendrían programas de descuentos más atractivos se ha venido cumpliendo y se ha beneficiado en mayor medida a los acreditados que han enfrentado mayores dificultades o a aquellos que inclusive han decidido no restructurar a la espera de tener mayores facilidades''.
El presidente de los banqueros aseguró que el ofrecimiento de mayores facilidades de pago y las prórrogas que han extendido en varias ocasiones los plazos de aplicación de los programas, han hecho particularmente difícil para las instituciones bancarias restructurar y propiciar el pago en un universo más amplio de carteras.
Por tanto, señaló, los programas anunciados ayer son un plan definitivo que ofrece a los deudores que aún no han resuelto su situación crediticia ``la última oportunidad para hacerlo, con la total certeza de que no habrá más facilidades y que las instituciones de crédito procederán a ejercer sus derechos de recuperación de bienes en los términos que marca la ley''.
En el caso particular de los créditos hipotecarios, Gómez y Gómez señaló que persisten distorsiones en la relación entre el saldo del crédito, que casi se ha triplicado por el aumento en las tasas de interés, y el valor de mercado de los inmuebles. Consideró necesario para este tipo de préstamos, introducir descuentos suficientes a los saldos de los adeudos que reduzcan el monto de la deuda y mejoren la capacidad de pago de los usuarios.
Sin embargo, apuntó que cualquier quita debe estar condicionada al puntual pago de las amortizaciones, ``ya que es necesario mantener incentivos que propicien el cumplimiento''.
El acuerdo dirigido a los deudores de créditos hipotecarios, que beneficiará a unas 500 mil personas, incluye los descuentos que se hayan otorgado en programas anteriores y podrán alcanzar una reducción de hasta 50 por ciento para los préstamos con valor de hasta 165 mil Unidades de Inversión, unos 360 mil pesos.
Los programas de beneficio dirigidos al sector productivo consideran descuentos de hasta 60 por ciento para los deudores del sector agropecuario y pesquero, para préstamos de hasta 500 mil pesos; 24 por ciento para las deudas de 500 mil a un millón de pesos; en las de uno y hasta 200 millones, la reducción será de 18 por ciento; en las de dos a cuatro millones de pesos, de 16 por ciento, y las deudas superiores a cuatro millones de pesos no tendrán descuento.
Para los créditos empresariales la reducción será de hasta 45 por ciento para los préstamos que no superen medio millón de pesos; de 20 por ciento para las deudas de 500 mil a dos millones de pesos; y de cero por ciento para las deudas mayores a dos millones de pesos.
En total, los tres programas incluyen una cartera de crédito de 340 mil millones de pesos, cantidad que representa una tercera parte de la cartera de crédito total del sistema bancario, indicó Gómez y Gómez. De esa suma, 200 mil millones de pesos corresponden a cartera hipotecaria; 70 mil millones a créditos agropecuarios y pesqueros y otro monto similar a préstamos empresariales.
El nuevo programa costará a los bancos 10 mil millones de pesos, mientras que el gobierno aportará otros 30 mil millones. De esta forma, indicó Gómez y Gómez, las instituciones de crédito estarán gastando 32 mil millones de pesos para financiar su parte de los planes de apoyo puestos en vigor desde septiembre de 1995.
Carlos Gómez y Gómez afirmó que los bancos aportarán ``sus mejores capacidades'' para llegar a arreglos con los acreditados que aún se encuentran en cartera vencida ``bajo el principio de negociar caso por caso y cliente por cliente''.
Los tres programas anunciados ayer no anulan los beneficios de los planes generales previos, ni los que cada institución ha puesto en marcha, en lo particular.