Astillero Ť Julio Hernández López
Nunca un asunto tan íntimo y personal había llegado tan lejos.
Era (es), a fin de cuentas, un problema de pareja que, en dado caso, podría haber llevado al varón a la pérdida de su importantísimo trabajo actual.
Pero hay una gran distancia de esa circunstancia (íntima, personal), y de esos riesgos (dejar el cargo), a abrir fuego contra otros, a tender cortinas de humo, a hacer que se pospongan los enjuiciamientos peligrosos (acaso fatales), a conmocionar al mundo, a liberar los riesgos de la guerra.
¿Culpas había, hay, en Bagdad? Sí, seguramente. Pero no fueron ellas la causa fundamental del ataque de ayer. Se trataba de lograr lo que se logró: la suspensión del proceso de enjuiciamiento que podría llevar a una conmoción política que desestabilizaría el de por sí tambaleante orden mundial actual.
Parece, sí, guión de película (Robert de Niro y Dustin Hoffman ya filmaron la historia de un presidente estadunidense que inventa una guerra para frenar escándalos sobre asuntos íntimos), pero es una realidad absoluta: de una mancha en un vestido, al bombardeo de Bagdad...
Efectos en México...
Habiendo guerra se activa la economía estadunidense y aumentan los precios del petróleo.
Todo ello ayudará a la alicaída economía mexicana, aunque la intensidad de ese auxilio dependerá de la duración del conflicto.
Con esa inyección de recursos podría recomponerse el esquema del presupuesto.
Ayer mismo, el presidente Zedillo se vio más optimista por la noche, luego de reunirse con diputados de todos los partidos para exhortarlos a aprobar con rapidez el presupuesto federal.
¿Francotiradores?
Los riesgos de la violencia política aparecen cada vez más en los análisis que hacen quienes se dedican profesionalmente al escrutinio de las cosas públicas.
Por ello, la noticia de que ayer habían sido detenidas en Tijuana tres personas armadas con un rifle de caza encontró una pradera seca para extenderse como versión de un presunto riesgo para la seguridad del presidente Zedillo, que estaría a unas horas de trasladarse a aquella ciudad fronteriza en la que cuatro años atrás fue asesinado Luis Donaldo Colosio.
El jefe de la policía municipal de Tijuana fue particularmente cuidadoso en explicar que el asunto no merecía tales especulaciones, pero de pronto ya en algunos espacios periodísticos se hablaba de francotiradores detectados en aquella población.
El rifle, un 30-60, propio para cacería, con mirilla telescópica, no tenía silenciador, según explicó el jefe policiaco, sino el mecanismo de origen que permitiría en dado caso colocar tal aditamento.
La presencia de un argentino entre los tres detenidos, y un pasamontañas, agregaron elementos a la intriga. Pasto seco en la pradera caliente.
La autobiografía de Menchú
The New York Times publicó una nota informativa sobre la investigación hecha durante casi una década por el antropólogo estadunidense David Stoll sobre la vida de Rigoberta Menchú.
Según la indagación, la guatemalteca ganadora del Premio Nobel de la Paz incluyó en su famosa autobiografía Yo, Rigoberta Menchú, una serie de datos dramáticos que son falsos.
Varios episodios clave del relato que ha construido la imagen de Menchú, según el investigador, son ``experiencias que ella nunca vivió''.
De acuerdo con el estudio, no fue cierto que un hermano de la guatemalteca hubiese muerto de desnutrición y que otro hubiese sido quemado vivo por soldados en presencia de sus familiares. Tampoco sería cierto que nunca asistió a clases ni que de niña vivió el drama de la lucha por tierras entre su familia y caciques, sino que ese conflicto fue en realidad entre su padre y un tío de su madre.
Menchú, quien se ha naturalizado mexicana, y ha aparecido recientemente en ceremonias oficiales junto al subsecretario mexicano de Migración, no ha desmentido los señalamientos de Stoll.
Venganzas caribeñas
En Quintana Roo se sigue reprimiendo a los adversarios políticos del gobernador Mario Villanueva Madrid.
Como reacción al activismo del grupo del ex mandatario Pedro Joaquín Coldwell se ha intensificado el acoso contra el diputado local Carlos Cardín Pérez, de quien la Procuraduría General de Justicia del estado pide su desafuero, acusándolo de robo de dos vehículos del ayuntamiento de Cancún, de encubrir a su hijo en un accidente vial suscitado en septiembre de 1996 y de falsificación de documentos.
Cardín -quien no es ninguna blanca palomita- es uno de los activistas del coldwellismo que han impulsado candidaturas a diputaciones locales y a presidencias municipales en otros partidos para enfrentarse a los designados por el grupo de Villanueva Madrid.
Un simple error de dedo
Llena de satisfacción a esta columna la acuciosidad con la que algunos lectores la favorecen. En días pasados, al informar del acuerdo del Congreso campechano para cambiar de nombre a la avenida José López Portillo, un error de tecla del firmante de este texto hizo pasar el año de 1974 como aquel en el que un grupo de perredistas había derribado una estatua del ex presidente José López Portillo en la ciudad de Campeche.
Varios lectores hicieron llegar al correo electrónico de Astillero el señalamiento del error, algunos de ellos inclusive con cargada ironía. En efecto, la fecha no fue 1974, cuando JLP todavía estaba en el poder y el PRD no existía ni en la más enfebrecida imaginación.
La fecha correcta es el 17 de agosto de 1994, cuando militantes perredistas arremetieron contra la estatua de López Portillo, asegurando que tal monumento era vergonzoso para los campechanos, pues el ex presidente había sido ejemplo de corrupción y frivolidad.
De vacaciones entonces en Cancún, en compañía de su esposa, Sasha Montenegro, el ex mandatario simplemente dijo que le desconcertaba el derribo de su estatua.
La acción de los perredistas fue encabezada por Manuel Chablé Gutiérrez, quien era diputado federal. Varios de los demoledores fueron encarcelados, y liberados al siguiente día. La estatua ya nunca fue reinstalada, sino guardada por autoridades municipales.
Ahora, el PRD campechano presentó al Congreso estatal una iniciativa para cambiar de nombre la principal avenida de la capital, que lleva el de José López Portillo. La idea fue aprobada por unanimidad y sólo falta que la cumpla el ayuntamiento.
¡Uf, todo lo que este columnista ha debido endilgarle a los lectores para tratar de mitigar su error, cuando tan sencillo le hubiese sido escribir 1994 en lugar de 1974!
Astillas: Cada vez hay más futbolistas que demuestran que usan la cabeza para algo más que rematar balones. Alex Aguinaga, el capitán del Necaxa, fue entrevistado por Marlene Santos para La Jornada. El argentino dijo una frase terriblemente cierta: el presidente Zedillo, el primer necaxista del país, ``es como nuestro equipo... tiene pocos seguidores''. Sería bueno saber si el Presidente de la República, a pesar de contar con pocos seguidores, es capaz, como el Necaxa, de conseguir tan buenos resultados... El mexicano Luis Hernández jugó con la selección Resto del Mundo que, anoche, se enfrentó en Roma a la de Italia al conmemorar el centenario de la federación de futbol de ese país. En el primer tiempo las estrellas fueron Ronaldo, Zidane y Batistuta, quienes descansaron en el segundo lapso para que ingresaran otros futbolistas, entre ellos Hernández, quien actuó como medio de contención e hizo las cosas bien. Hernández es el jugador mexicano más valioso, aunque ningún club extranjero lo ha contratado. El único compatriota metido a niveles internacionales es Germán Villa, en el Espanyol...