La Jornada 16 de diciembre de 1998

El máximo tribunal, firme en el derrotero constitucional, dijo

Jesús Aranda Ť Al rendir su cuarto y último informe como presidente de la Suprema Corte, José Vicente Aguinaco Alemán respondió ayer con un lenguaje insólito las recientes críticas a los fallos del máximo tribunal -en particular sobre el anatocismo- al señalar: ``No crean que nuestros oídos estaban sordos a las fanfarrias y las garrulerías (palabrería) de los que anuncian un mundo de perfecciones y puridades, pues bien que las oíamos, soportamos los desmanes de los gamberros (libertinos, patanes), pero no lograron minar nuestra voluntad de seguir nuestro camino y sí nos animaron a desdeñar sueños montados sobre pirotecnias que se desmoronan por el simple paso de los días''.

Convencido y satisfecho, a unos días de dejar la presidencia de la Suprema Corte, Aguinaco Alemán sostuvo que los actos del máximo tribunal gravitaron durante estos cuatro años en torno de la circunstancia y de la realidad histórica del país y que la SCJN se mantuvo firme ``en el derrotero de nuestra Carta Magna''.

Con la presencia del presidente Ernesto Zedillo como invitado de honor-, el pleno de ministros, magistrados electorales, consejeros de la judicatura federal, algunos jueces, pero también con la notoria ausencia de la presidenta de la Gran Comisión del Senado, María de los Angeles Moreno, y del presidente de la Comisión de Régimen Interno y Concertación Política de la Cámara de Diputados, Arturo Núñez, Aguinaco sostuvo que los afanes y propósitos de los ministros ``estuvieron y están directamente encaminados a lograr la realización efectiva'' de las reformas constitucionales en materia judicial de 1994 y 1996.

Sin embargo, precisó que dichas reformas sufrirán a su vez, ``los ajustes que las mutaciones socio-políticas reclamen''.

En un informe de 37 cuartillas en el que resumió la labor del máximo tribunal de justicia del país durante su gestión (1995-1998), el aún presidente en funciones destinó únicamente seis líneas al fallo más controvertido de la Corte en los últimos años, que fue el de legalizar la capitalización de intereses sobre intereses.

Al respecto, indicó que ``dentro del cúmulo de asuntos fallados'' en su periodo, destacan una serie de asuntos, como ``la contradicción de tesis definida sobre el tema del pago de intereses sobre intereses estipulados en los contratos de apertura de crédito con o sin garantía hipotecaria''.

Para finalizar su informe, Aguinaco dijo que presidir el máximo tribunal fue ``el honor más grande de mi vida'', además de que tuvo el orgullo y la satisfacción ``de haber compartido labores con 10 de los juristas más notables de México'', con quienes a pesar de que hubo discrepancias en el enfoque de los problemas jurídicos, siempre arribaron a decisiones ``de nuestra incumbencia, con respeto y cortesía entre los disidentes''.

Jamás podríamos escudarnos en la jactancia de una labor perfecta y feliz, dijo, sin embargo, nuestros actos gravitaron en torno de las circunstancias y la realidad histórica en que vivimos; ``hemos avanzado inmunes a los artilugios de las utopías'', permanecimos asidos y conscientes a las realidades de nuestro tiempo y firmes en el derrotero que traza nuestra Carta Magna, sostuvo.

En una crítica abierta a sus detractores, puntualizó: ``No crean que nuestros oídos estaban sordos a las fanfarrías y las garrulerías de los que anuncian un mundo de perfecciones y puridades, pues bien que las oíamos, soportamos los desmanes de los gamberros, pero no lograron minar nuestra voluntad de proseguir el camino y sí nos animaron a desdeñar ensueños montados sobre pirotecnias que se desmoronan por el simple paso de los días''.

Por lo que toca a las estadísticas, señaló que el 30 de noviembre de 1997, había dos mil 86 asuntos, mientras que del primero de diciembre de 1997 al 30 de noviembre de 1998, ingresaron al tribunal cinco mil 356 casos, que sumados a los anteriores arrojaron un total de siete mil 442 asuntos. De éstos, se despacharon seis mil 107, para dejar un rezago de mil 335 asuntos pendientes, con lo que se resolvieron 577más que en el periodo anterior.

Expuso también que durante su cuatrienio, el pleno aprobó un total de 313 tesis jurisprudenciales y 578 tesis aisladas, de las cuales 101 y 106, respectivamente se aprobaron durante el último año.

Respecto a las obras materiales, Aguinaco destinó tres cuartillas de su informe, en las que destacó los trabajos sin mencionar cifras- de renovación y restauración del edificio sede de la Suprema Corte, desde la sustitución del piso de granito del edificio, hasta la remodelación de inmuebles adquiridos por la judicatura federal en La Paz, Campeche, Colima, Chihuahua, Cuernavaca, Villahermosa, Morelia, Ciudad Victoria y Mérida.