Bernardo Bátiz Vázquez
Policía Federal Preventiva

Quienes quisieran medir el trabajo legislativo, según el número de dictámenes aprobados o de propuestas hechas en el pleno, ciertamente estarán tan sólo viendo un lado de la realidad y dejando de lado otro muy importante, y estarán colaborando consciente o inconscientemente a rebajar ante la opinión pública a todo lo que no dependa, se pliegue o amolde al Ejecutivo y a sus designios, como son los casos de la oposición democrática, del IFE, de la prensa independiente, para poner tan sólo estos ejemplos.

Lo cierto es que el Poder Legislativo está trabajando intensamente y los dictámenes largamente discutidos y trabajados se van convirtiendo en derecho positivo.

No todo por supuesto ha salido por consenso y los debates más intensos e importantes han ocurrido en los puntos en los que PRI y PAN se han puesto de acuerdo y han sacado adelante sus compromisos concertados fuera de las Cámaras y con intervención de los funcionarios de la administración pública.

Un ejemplo de esta manera de legislar al alimón entre PRI y PAN, o a través del entre imaginado por la picaresca de los debates llamado ``Prian'', fue la ley que crea la Policía Federal Preventiva, que dependerá de Gobernación y concentrará bajo su mando a los actuales cuerpos de Policía de Caminos, aduaneros y agentes de migración, más los que se recluten para cuidar el orden y ``restablecer la paz pública'' en todo el país, pero en el ámbito federal.

Se recordó en el debate que cada vez que en México, por la problemática social y por el aumento de la distancia entre sectores pobres y élites ricas de la sociedad, se incrementa la violencia y se recrudece la delincuencia, la solución que primero se les ocurre a los gobernantes es la creación de cuerpos represivos y mandos centralizados.

Cuando a finales del siglo XVIII, en la Nueva España se incrementó el número de asaltos en despoblado, las autoridades virreinales crearon La Acordada, que era una fuerza armada y un tribunal transhumante, con facultades de perseguir, juzgar y colgar a los bandidos y a los que parecían serlo en donde los encontraran. Poco después se inició la Guerra de Independencia.

Al final del porfiriato, los ``rurales'' recorrían el campo, las rancherías y pueblos del territorio nacional imponiendo el ``orden'' y persiguiendo a los delincuentes, a los futuros revolucionarios y a rebeldes de diversa índole.

Hoy, con el saqueo del país por políticos y seudobanqueros, con la conmoción provocada por el entreguismo y la ineficacia de varios gobiernos sucesivos, México está en crisis, hay escasez, faltan productos básicos, baja el nivel educativo y todo esto produce inseguridad, delincuencia y desorden. Para combatirlo, el actual gobierno no encuentra otra salida en este fin de siglo, que crear un cuerpo represivo, como los creados al finalizar las dos centurias anteriores.

En lugar de gastar el escaso dinero del presupuesto en educación, en promoción del empleo y la producción, no se les ocurre a nuestros dirigentes sociales más que incrementar las fuerzas públicas.