Muy, muy lejano está el día en que podamos decir que fue sepultado definitivamente el esqueleto del Fobaproa (o su clon, el Fobapan). Ayer hubo una manifestación de propietarios, funcionarios y empleados de agencias de viaje, que arrancó en el Fiesta Palace de Paseo de la Reforma y terminó en la torre de Mexicana de Aviación, a unas calles de avenida Coyoacán. ¿El motivo? Querían expresar su inconformidad con la rebaja de sus comisiones decretada por Aeroméxico y Mexicana. Tradicionalmente han ganado diez por ciento por cada boleto de avión que venden. Esta es una comisión que corresponde a un estándar internacional. Hace un par de semanas las dos líneas aéreas decidieron disminuir la comisión a sólo siete por ciento. Les propinaron un golpe económico mayúsculo. Las comisiones de los agentes son como los sueldos de los empleados: son su principal fuente de ingresos. ¿Y qué tiene que ver esto con el Fobaproa o el nuevo Fobapan?. ¿Por qué la carta de inconformidad dirigida al presidente Zedillo lleva copia para Ernesto Martens, presidente de Cintra (el holding que agrupa a Mexicana y Aeroméxico) y para Javier Arrigunaga, quien, en su calidad de director del Fobaproa, es miembro de su consejo? Es que los agentes de viaje temen que la injusticia de bajarles sus comisiones obedezca al interés de que Cintra aumente sus ganancias para transferirlas al Fobapan, con el fin último de abonarlas al rescate de los banqueros.
Destino: Cancún
Los agentes de viaje también expresaron su rechazo al aumento de las tarifas a Cancún. Lo razonan de este modo: el vuelo del Distrito Federal al puerto mexicano dura menos de una hora y cuesta igual que el vuelo Distrito Federal-Nueva York, no obstante que éste dura cuatro horas y media. (El precio del boleto redondo a Cancún oscila entre 3 mil 387 y 5 mil 666 pesos). Como resultado de su alto costo, las agencias de viaje han visto descender la clientela a uno de los destinos turísticos más frecuentados del país. En la manifestación de ayer hubo participantes de todos los grupos relacionados con la industria, entre ellos el Consejo Nacional Empresarial Turístico, la Confederación Nacional de Asociaciones de Agencias de Viajes, la Asociación Mexicana de Hoteles y Moteles, la Asociación de Arrendadores de Vehículos y la Cámara de la Industria de Restaurantes.
Juntos otra vez
Los coordinadores parlamentarios habían llegado ayer a la decisión de convocar a un mini periodo extraordinario de sesiones. Duraría del miércoles al viernes de esta semana. Suponen que ese tiempo extra sería suficiente para sacar adelante el presupuesto de 1999. Les había comentado que el impuesto al servicio telefónico palmó la semana anterior debido a que el PRI no podía vencer la oposición de PAN y PRD, ni al pequeño grupo de legisladores ecologistas, petistas e independientes. Sin embargo, hay señales de cambio. ¿De quién cree usted? Elemental: de la cúpula panista. Parece ser que funcionarios del gobierno están a punto de convencer a los albiazules de que voten a favor del nuevo impuesto. Su razonamiento obedece a una lógica simple: ya votamos juntos el Fobapan, ahora tenemos que votar juntos cómo pagarlo, y la manera fácil y simple es el impuesto al servicio telefónico. Aparentemente solo cierto temor detiene a Fox, Calderón y Medina Plascencia para dar otra vez el sí: que en sus filas haya más disidentes que voten en contra, aún más de los que votaron contra el Fobapan.
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