Ajena a tiempos electorales, la acción del gobierno del DF
Ricardo Olayo, Juan Antonio Zúñiga, Bertha Teresa Ramírez, Gabriela Romero, Daniela Pastrana, Raúl Llanos S., José Galán y Humberto Ortiz II y última/ Ť Para el gobierno de la ciudad no existe la disyuntiva entre ejercer de manera adecuada la autoridad en los siguientes dos años o trabajar para ganar, como partido, la Presidencia de la República. La única opción es la de ser un buen gobierno, y ``si ganamos es porque el proyecto tiene viabilidad a mediano plazo''. En este momento ``el tamaño de los problemas en la capital del país es tal que tiene que revertirse o no tiene remedio, y si con esa política se perdiera en el 2000, pues hay que decir que eso es lo que estamos ofreciendo'', dice enfático Carlos Imaz, coordinador de Gestión Social y Participación Ciudadana de la Secretaría de Gobierno del Distrito Federal.
El proyecto del Partido de la Revolución Democrática (PRD) como gobierno ``no puede estar sujeto al marketing electoral o político de cada conflicto, porque entramos entonces en la vieja lógica'' del PRI, defiende Imaz cuando se le plantea la posible impopularidad de algunas medidas. ``Es un asunto ético y de principios lo que se hace por cambiar las posibilidades de relaciones de la gente y de pervivencia de la propia ciudad'', asegura.
Durante una entrevista colectiva con cinco funcionarios de la Secretaría de Gobierno, la titular, Rosario Robles, responde a la inquietud del grupo de ocho reporteros y el coordinador de la sección La Capital de La Jornada, con respecto a cuál será la posición de la autoridad, si en favor de la ciudad o del proyecto del PRD por la Presidencia de la República. En efecto --responde--, ``no medimos los costos políticos, la convicción que nos anima es recuperar la ciudad para todos y en función de eso estamos actuando y estamos pensando, no con pretensiones de otra naturaleza''.
Hace dos semanas se inició el segundo año de este gobierno y los tiempos políticos y electorales se hacen más estrechos. Sin embargo, Robles los delimita y asegura que los funcionarios están dedicados a cumplir el encargo del voto que llevó a Cuauhtémoc Cárdenas a la jefatura de gobierno de la ciudad de México.
Ninguno de los funcionarios que la acompañan, y que al mismo tiempo son consejeros nacionales perredistas, tendrá participación alguna en dar a apoyo a las planillas para elegir al presidente nacional del PRD el año próximo. En este caso se ubican los subsecretarios Leonel Godoy y Saúl Escobar, y el coordinador de gestión social, Carlos Imaz.
En 1996, ``todos nosotros apoyamos a Andrés Manuel (López Obrador), íbamos en su planilla, pero ahora no podríamos ir ni en la de Jesús (Ortega), ni en la de Armando (Quintero) ni en la de nadie, porque se vería como la intervención del gobierno en una planilla especial del partido'', sostiene Rosario Robles.
Aunque marginarse del apoyo previo a la elección sólo es una parte del tema, pues ``¿cómo se va a quedar fuera la visión del gobierno y de los cuadros políticos que están en el gobierno? La que se presenta es una realidad que no hemos vivido antes, ni como militantes ni como partido político. Todas esas nuevas formas de trabajo las tenemos que crear''.
Las opciones que se han empezado a ventilar, cuenta, son de incluir al final del proceso a una franja de funcionarios, aunque asevera que queda tiempo para esa discusión. Lo que es un hecho es que ``aunque tuviéramos un candidato o una candidata, ¿cómo la secretaria de Gobierno va a participar? Van a decir que es el candidato de Cuauhtémoc Cárdenas''.
Ya se hicieron los ajustes necesarios con diputados
Resultado del apoyo de casi 2 millones de votos en 1997, el PRD ganó el gobierno de la ciudad y la mayoría en la Asamblea Legislativa, una experiencia nueva que no ha estado exenta de diferencias. El último incidente se dio con la Ley de Instituciones de Asistencia Privada, que se aprobó el jueves pasado. La entrevista con La Jornada se realiza previa a esa discusión, pero desde ahí se advertía la relación entre ambas instancias.
La coordinación ha mejorado con la fracción del PRD y las reuniones se dan no por injerencia, sino porque hay aspectos de las leyes que afectan el ejercicio de gobierno que hay que tomar en cuenta. Ni dominación del Ejecutivo ni del Legislativo, sino el justo equilibrio, asevera la funcionaria.
--Pero se llega a notar que de repente en la Asamblea se abren frentes de ataque para el gobierno?
--Sí, pero cada vez menos, y estamos hablando de un sector minoritario y a veces de personalidades protagónicas, bueno, pues que ya están más allá de nuestras posibilidades. Creo que lo importante es que la mayoría de legisladores han entendido esta necesidad de coordinación y de expresar un proyecto común.
La óptica del subsecretario del Trabajo, Saúl Escobar, es la siguiente: ``A veces los diputados tratan de ir más allá de lo que pudiera ser un proyecto de gobierno que no está plenamente consensuado, pero a veces es cierto que los funcionarios no tenemos la paciencia, el cuidado, la sensibi-lidad de entender la lógica de los planteamientos de los diputados y del partido. Yo creo que es parte de este aprendizaje del que se habla, que tenemos que hacer un esfuerzo mutuo por construir una relación distinta, y esto nos ha llevado tiempo y a algunos malentendidos, pero es problema de afinar el diálogo porque a veces hay soberbia de los dos lados''.
Para el subsecretario de Gobierno, Leonel Godoy, las diferencias son de forma: ``Es que no es ni siquiera una posición política de un grupo minoritario ante uno mayoritario en la fracción parlamentaria del PRD. Creo que son posiciones a veces protagónicas de manera individual que no responden ni siquiera a expresiones políticas en su interior''.
La secretaria de Gobierno sostiene que se ha intentado cerrar filas y mejorar los mecanismos de coordinación con el partido y con la Asamblea, y ``nos ha dado muy buenos resultados al grado de que decimos que cuando nos ponemos de acuerdo el resultado, la eficacia política, es impresionante porque ha habido momentos, como el de la votación de la Ley de Participación Ciudadana, en que la presión del PRI fue muy fuerte, pero se entendió cuál era la lógica de la ley''.
Dirigencia del PRD, diputados locales y funcionarios --incluido el jefe de gobierno, Cuauhtémoc Cárdenas-- se han reunido para afinar estrategias, pero ``también por este prurito de la autonomía y de que no se vaya a pensar que estamos reproduciendo esquemas de un partido, de un régimen de partido de Estado'', también se abren espacios. Por ahora, afirma, ya se hicieron los ajustes que se tenían que hacer para trabajar en común.
El panorama inmediato es de un año muy difícil, un contexto económico complicado, pero hay una decisión política de que este impacto sea lo menor posible sobre la gente, por ello se propusieron a la Asamblea políticas diferenciales de pago a favor de quienes menos tienen. ``Esa es la vía, no mediante la prebenda, la migaja, sino de una política alternativa que hoy sólo podemos poner en práctica en la ciudad en el marco de nuestras competencias y de nuestras posibilidades, pero que son mensajes tan ejemplares y de una fuerza muchísimo mayor que cualquier otra acción de gobierno'', dice Robles al hacer una aproximación de los meses por venir.
En ese contexto la secunda Escobar: ``Si tenemos una crisis como la de 1995 vamos a tener que cambiar la estrategia en materia de comercio en la vía pública, porque la presión social va a ser tan fuerte que vamos a pensar en otra estrategia que no sea la que hemos venido desarrollando. No quiero detallar aquí, pero creo que también somos conscientes que no vivimos en una ciudad aislada del resto del país y que la presión social, en la medida que la crisis se hace cada vez más grave, tiene que repercutir en nosotros''.
Hacer a un lado marketing
Más conceptual, Carlos Imaz sostiene que hacia adelante se tiene que trabajar en las políticas públicas y ello implica dejar de lado el marketing. Si al respetar el proyecto de rescate de la ciudad y las relaciones entre sus habitantes resulta que en el 2000 los electores nuevamente favorecen al PRD, ``tiene sentido ganar, porque lo que estamos ofreciendo es una posibilidad de sustentabilidad en el mediano plazo, más allá de la solución inmediata de cada uno de los conflictos''.
Durante años se dieron soluciones parciales, puntuales, a demandas concretas: ``que materiales, que bultos de cemento, que varillas, que un terreno aquí, etcétera, y eso no resuelve el problema de la pobreza ni de la marginación, lo que lo puede empezar a resolver son políticas públicas consistentes y permanentes en el tiempo. Entonces esa ha sido nuestra postura frente a las organizaciones sociales.
Se platica con los grupos de políticas públicas, no cuántos bultos de cemento, pero ``ojo que eso es mucho más complicado para un gobierno, someter a discusión de grupos sociales la política pública, lo otro era mucho más fácil y más barato, en términos económicos y en términos de tranquilidad del gobierno''.