Acción Nacional gastó ya $4 millones para limpiar su imagen sobre el Fobaproa
Salvador Guerrero Chiprés Ť Por buscar ``el justo medio'' entre el ``autoritarismo'' del PRI y el ``oposicionismo'' del PRD, Acción Nacional está ahora ``en el ojo del huracán'' y ha tenido que iniciar una campaña en los medios de difusión -la cual ocupó ya unos 4 millones de pesos- para aclarar que no votó a favor del Fobaproa, informó el coordinador de la bancada panista en la Cámara de Diputados, Carlos Medina Plascencia.
Indicó que ``lo más conveniente para el país sería que la renuncia por vergüenza -de Guillermo Ortiz, gobernador del Banco de México- se presentara antes de febrero'' de 1999.
La información y el comentario fueron proporcionados al término de su intervención como último invitado del año en el debate periódico que organiza la Fundación Konrad Adenauer, y en la cual afirmó que el subsecretario de Hacienda, Martín Werner, ``miente al decir que Ortiz se queda para ver cómo salen las auditorías''.
Agregó que el PAN mantiene su posición de castigar ``la impunidad de los funcionarios y en relación con los empresarios que utilizaron créditos dolosamente''.
En defensa de la Ley de Protección al Ahorro Bancario, Medina señaló que sin esa salida ``la situación habría sido peor''. Insistió en que beneficia a los ahorradores, a los deudores, y no cancela la posibilidad de sanciones; además, fue acompañada de una nueva ley que endurece los castigos a los delitos de cuello blanco ``y que no fue apoyada por el PRD... Fue una obra de arte, de ingeniería legislativa''.
Cuando la dirigente de Mujeres en Lucha por la Democracia y ex diputada Ana Lilia Cepeda le preguntó la razón de haber concedido ``una amnistía'' al PRI al votar conjuntamente por la nueva ley, Medina Plascencia insistió en que el PAN no avaló ``legalizar lo ilegal'', y señaló que existe la probabilidad de proceder después de las auditorías contra fenómenos de corrupción.
Negó que su partido haya avalado ``que pague el contribuyente''. Además, ``el PAN no da aire a un sistema caduco y a un partido moribundo''.
Dijo en siete ocasiones en que ``no hay claudicación a los señalamientos de inconstitucionalidad o a la petición de renuncia'', y recordó que están pendientes las solicitudes de juicio político contra Ortiz y los gobernadores de Yucatán, Víctor Cervera, y Tabasco, Roberto Madrazo.
Al evaluar el quehacer legislativo de 1998, lamentó que la discusión del Fobaproa haya polarizado la opinión pública en vez de servir como catalizador de la transición política. Dijo que en el Ejecutivo federal hubo una actitud ``de presentarse como inocentes de toda falta y con arrogancia pretendían que la responsabilidad fuera asumida por otros actores''.
Resolver ``de manera integral'' el problema planteado por el Fobaproa desplazó otras prioridades. ``Podríamos habernos negado a hacerlo. Se prefirió tomar el riesgo de actuar responsablemente a sabiendas de que en el camino tendríamos que realizar profundos estudios, consultar a expertos, solicitar información, consensar y también recibir críticas frontales que al final enrarecieron y polarizaron la discusión.
``La votación de la ley no implica un voto con el PRI... No vale escudarse bajo el fácil expediente del oposicionismo violento y condenar al país al desorden y la ilegalidad. Nuestros detractores han querido construir un país con base en el rompimiento, en el autoritarismo, en pancartas con frases ofensivas y trilladas, y discursos carentes de argumentos. El país no se hace a base de teatro o de querer romper la patria para entregarla en pedazos para todos.''
Agregó que el ``radicalismo que apuesta a boicotear todo consenso que no cuente con su autorización revela otra clase de autoritarismo e intolerancia ajenos a la posición panista de privilegiar la discusión y el debate''.