RAYO FULMINANTE
Marlene Santos A, enviada, Guadalajara, Jal., 13 de diciembre Ť ¡Rayos tricampeones! Con Inteligencia, aplicación a la defensiva, contundencia en el contragolpe -y su infaltable dosis de suerte de campeón--, Necaxa, el Equipo de la década, se adjudicó el título del torneo mexicano de futbol al vencer a domicilio por 2-0 al favorito Chivas.
El estadio Jalisco, pletórico, canceló la fiesta y lloró la derrota de su Rebaño sagrado, que salió alegremente a derrochar su futbol bonito desde el arranque del partido. La propuesta ofensiva fue totalmente local, los desbordes del Jesús Arellano y Manuel Martínez alimentaron la ilusión y la algarabía de 70 mil almas, que veían sin parpadear los incesantes desbordes por los costados, hasta que éstos se hicieron tan monótonos como ineficaces, y que permitió a Adolfo Ríos vestirse de luces al atajar un tiro de penal que cobró Alberto Coyote.
Y si Rayos en ese periodo fue una nulidad al ataque, Chivas cavó su sepultura al fallar todo: estrelló dos remates en el marco rival y dejó crecer, hasta agigantarse, la figura de Ríos, quien al final fue aclamado con el grito de ``¡portero-portero!''.
Martín Zúñiga fue un espectador más durante los primeros 45 minutos, los tentáculos del Pulpo se adormecieron por la inactividad y pagó las consecuencias, pues a los 55 de acción Salvador Cabrera lo sorprendió al decretar el 1-0 ante el tardío lance del guardameta. El ``¡sí se puede!'' surgió tibio y sin convicción desde las tribunas y no tuvo efecto. Más cerca estuvo Rayos del 2-0 cuando Sergio Vázquez soltó un fogonazo que Zúñiga esta vez sí pudo desviar. En los minutos finales surgió la figura de Carlos Hermosillo, quien con alarde de sangre fría eludió a tres rivales, incluido el portero, y sirvió pase -un auténtico bombón--al uruguayo Vázquez, quien decretó el marcador final a los 89 minutos.
En el primer minuto José Manuel de la Torre (quien al igual que Hermosillo obtuvo su tercer título con tres equipos distintos) enfrió los bríos de Ramón Ramírez con una dura entrada, pero el silbante Pascual Rebolledo aguantó la protesta del público y se guardó la tarjeta amarilla. El carrito de las desgracias sacó de la cancha al mediocampista nayarita, quien recibió aplausos dos minutos después, cuando se reincorporó al juego.
El dominio del Guadalajara fue abrumador, la zaga necaxista cayó en el nerviosismo, por lo que Markus López cometió una falta inocente dentro del área en una jugada que ni siquiera era de peligro. Rebolledo no titubeó en marcar la pena máxima (24) y el lance de Ríos hacia su costado izquierdo, tras el disparo de Coyote, dio paso al festejo de la minúscula porra de Rayos, que era un lunar perdido entre la inmensidad de seguidores de Chivas, provenientes de diversos puntos de la República.
A los 39 de acción el defensa central Claudio Suárez se animó a ir al ataque y sorprendió con un tiro que se estrelló en el poste derecho de la meta defendida por Ríos. Manuel Martínez repitió la acción (45), hecho que acabó de convencer a los jugadores necaxistas de que la mesa estaba puesta.
Una metamorfosis vivió Rayos en el vestidor y sorprendió a Chivas en el complemento, mientras que Ricardo Tuca Ferreti, técnico local, comenzó a ordenar a gritos a sus desconcertados jugadores. Tras un tiro-centro de Ricardo Peláez se produjo el fulminante contragolpe de los visitantes: Sergio Zárate robó un esférico en la mitad de la cancha, corrió por el carril derecho y dio pase a Cabrera, éste hizo una veloz diagonal hacia el centro, mientras que Zúñiga expectante intentaba encararlo. Cabrera tenía la opción de dar el balón a Vázquez, pero optó por el disparo y fusiló al guardameta local.
El ``¡sí se puede!'' no prendió a los jugadores tapatíos y Necaxa acentuó su control hasta llegar al inverosímil momento en que Chivas cedió cinco tiros de esquina consecutivos. Ferreti hizo cambios, y desde la tribuna, con aparato radiofónico en mano, Raúl Arias, entrenador de Rayos, respondió uno a uno.
En un gesto de homenaje o de decepción todo el público se puso de pie tras la jugada maestra de Hermosillo, quien a los 88 sembró a dos defensas y al portero, con elegancia dio un pase medido al arribo del charrúa Vázquez, quien sólo tuvo que empujar el esférico para el 2-0.
El silbante Rebolledo amonestó a José Higareda, Markus López, Salvador Cabrera y Jesús Arellano.
Marlene Santos A., enviada, Guadalajara, Jal., 13 de diciembre Ť ``Siempre suele suceder: cuando ya la gente se cree, viene el resbalón. Ellos ya se veían con la camiseta de `Chivas campeón', y todo se les revirtió'', señaló contundente Carlos Hermosillo, quien reconoció que el Guadalajara desplegó un gran futbol en el primer tiempo, ``pero la gran actuación de Adolfo Ríos nos benefició''.
--¿Qué pensaste en el segundo gol?
--Yo la quería meter. Casi, casi quería entrar con todo y balón, pero al ver que nunca se me dio el espacio vi a Sergio (Vázquez) y le toqué el balón.
--Tres títulos con tres equipos (América, Cruz Azul y Necaxa) y máximo goleador en liguillas ¿satisfecho?
--Claro que sí. Estoy muy contento y agradecido con Dios. Cuando llegué de la MLS tuve la ilusión de ser titular y lo logré. Este año ha sido redondo para mí.
Otro jugador que también ha sido tres veces campeón es José Manuel Chepo de la Torre, quien ha levantado el máximo trofeo con Chivas, Cruz Azul y Necaxa. También se mostró feliz por este título, ``que curiosamente logré venciendo al equipo de mis amores''.
Sergio Zárate, feliz en los estrechos pasillos del estadio Jalisco, comentó: ``Todo estaba en contra nuestra, nadie daba nada por Necaxa, pero nosotros de antemano sabíamos que íbamos a ganar, porque todas las veces que hemos jugado cosas importantes contra Chivas, hemos ganado y en su casa, y hoy no tenía por qué ser la excepción. En esta liguilla hemos eliminado a los tres equipos de esta ciudad (Tecos, Atlas y Chivas), así que la gente de Guadalajara nos debe odiar. ¡Lástima, qué lástima que no pudieron festejar!''. Entre risas agregó: ``Tres campeonatos en cuatro años, cuatro finales y un campeonato de Copa... La verdad que me estoy acostumbrando a ser campeón''.
Alex Aguinaga, el alma de Rayos, tras persignarse y dar gracias ante una imagen religiosa, confesó: ``Al final del juego ya no podía, estaba agotado. Llevo casi un mes sin entrenar, estuve todo ese tiempo en rehabilitación (con molestias en ambas rodillas) y no salí a la cancha a ciento por ciento, pero pudieron más las ganas, la mentalidad, que el cuerpo. Hicimos un partido inteligente, con mucho oficio y la verdad, a pesar de tantas fallas a la ofensiva, con dos goles nos alcanzó... Después del penal que falló Coyote todos sentimos que ganaríamos''. Lamentó que el presidente Ernesto Zedillo no haya podido asistir al partido, pero dijo que están listos para, este lunes, agradecerle su apoyo.
El ecuatoriano dijo que completó sus colección de tres medallas de oro, ``una para cada uno de mis hijos. No habrá más bebés, pero sí más medallas... si Dios quiere''.
El presidente del equipo, Enrique Borja, se mostró contento por el esfuerzo de todos y satisfecho por su exitosa gestión como directivo. ``Fíjate, son tres campeonatos y dos subcampeonatos'', presumió el ex jugador, quien también comentó la llamada, vía telefónica, que el mandatario del país les hizo a pocos minutos del silbatazo final.
Raúl Arias, técnico necaxista, único timonel mexicano del cuarteto de semifinalistas, reflejaba su satisfacción por el título, bañado en champaña.
--¿Cómo vivió este partido desde la tribuna?
--Con tensión, con una angustia normal y la impotencia de estar lejos, pero al mismo tiempo, esa situación tuvo beneficios; desde el palco tuve una panorámica más clara. Y tras el penal y la pelota en los postes, yo me dije: no podemos perder. Hoy la suerte está con nosotros.
--En su primer torneo fue subcampeón, ahora logra el título ¿no va muy rápido?
--No. Me cae bien ahorita, me siento contento porque tenemos algo por lo que luchamos, por la gente que nos ha seguido y los que me quieren.
Marlene Santos A., enviada, Guadalajara, Jal., 13 de diciembre Ť Ricardo Tuca Ferreti reflejó su tristeza al hablar en voz baja. Casi en susurro. Un par de ocasiones enfatizó: ``No siempre gana aquel que juega mejor; gana el que hace los goles''.
Confesó que el plantel estaba deprimido por no haber logrado el campeonato. ``Creo que esta es una decepción muy grande, pero me siento satisfecho del esfuerzo que se hizo en la cancha aunque infelizmente no alcanzó''. Agregó que el equipo no escatimó recursos, por lo que salieron con la frente en alto.
``Jugamos un buen futbol, a la mejor nos faltó un poquito de suerte, pero tampoco hay que demeritar al contrario, Necaxa supo defenderse bien, luego aprovechó una oportunidad, nosotros nos desajustamos un poco y al final cayó el segundo gol ya en un momento de desesperación... Queríamos dar una gran alegría a la afición que nos apoyó incondicionalmente... no se pudo'', indicó Ferreti, quien felicitó al Necaxa, al que calificó de un gran equipo, con buen técnico.
--¿El que perdona pierde?
--Ese es un dicho de ustedes (prensa), nosotros nunca tenemos la intención de perdonar, más bien somos humanos y cometimos errores.
Agregó que tiene dos años y medio más de contrato y que desea seguir contando con Ramón Ramírez, aunque apuntó que esa es decisión de la Promotora Deportiva Guadalajara.
Ramón, quien hoy terminó su contrato con Chivas e interesa al América, comentó que desea quedarse en el equipo, pero será este lunes cuando inicie las negociaciones con su directiva.
El capitán Alberto Coyote, al salir del vestidor indicó: ``Puede ser que mi falla (en el penal) cambió la historia. Me siento muy mal por la ilusión que tenía la afición, pero hay que pensar en lo que viene''. Luis García, a su vez, insistió en que ya ``me imaginaba celebrando, y conforme avanzó el partido estaba seguro de que íbamos a ganar porque fuimos muy superiores, pero no logramos anotar y ellos aprovecharon bien su contragolpe''.
Por último, Claudio Suárez se quejó: ``El futbol a veces es un poquito ingrato. El equipo que propone, el que hace el futbol, pierde''.
--Hablaron mucho de juego inteligente ¿ahora les faltó inteligencia?
--Ellos se plantaron bien atrás, aplicaron bien su táctica y nosotros no quisimos renunciar al estilo ofensivo.