Arturo García Hernández Ť La ficha y el bailongo serán, otra vez, instrumento para una buena causa. El próximo martes, parte de los más codiciados miembros de la comunidad artística harán alarde de sus artes bailadoras para anunciar, apoyar y celebrar el nacimiento de Puentes contra el olvido, proyecto para ayudar a las comunidades afectadas por las lluvias en la costa chiapaneca. ``Es --explica Ofelia Medina, una de las impulsoras del proyecto-- un punto de partida para ir más allá de las colectas y de la ayuda en especie: ellos no nos están diciendo `dame', no están tendiendo la mano pidiendo caridad, lo que nos están solicitando es que no los dejemos solos''.

¿Por qué Puentes contra el olvido? Dice la actriz: ``No puede ser que, por ejemplo, a la gente que perdió su cosecha de cacao le mandemos una caravana con chocolate Nestlé. No. Es más importante que los reconozcamos en nuestras conciencias, que sus demandas las hagamos nuestras; eso es más importante que mandarles el vestidito viejo de nuestra hermanita''. Así, por ejemplo, ``en lugar de enviarles café, mejor les compramos su café. O sea, no les mandes tu clóset viejo, tu botiquín usado, tu nescafé. Puentes contra el olvido no es una colecta. Se llama así porque se trata de eso: los puentes llevan y traen; entonces, los consumidores se tienen que organizar con los productores y que los de Tepito digan: yo hago puente con Comapaltepec; los de Polanco que hagan puente con Rosarito; los de la Del Valle con Pijijiapan''.

Estos puentes se tenderán para llevar a cabo ``acciones reales, aunque nos tardemos más. Claro que interesa la ayuda material, claro que queremos juntar dinero, mucho dinero para apoyo técnico, logístico y legal. La idea es que no limpies tu conciencia diciendo: yo ya mandé mi closet, no me pidas nada; Si no hay acciones reales, no hay solidaridad revolucionaria que valga''.

Hasta el momento, para ``el bailongo, la ficha y el danzón'' se han apuntado la propia Ofelia Medina, Pedro Armendáriz, Julieta Egurrola, Héctor Bonilla, Claudia Ramírez, Daniel Giménez Cacho, Leticia Huijara, Daniel Martínez, Verónica Merchant, Bruno y Demián Bichir, Sofía Alvarez, Cristina Michaus, Roberto Sosa, Margarita Gralia, Isela Vega, Jesusa Rodríguez y Tito Vasconcelos, más los que se acumulen el fin de semana.

Los Puentes contra el olvido son convocados por la comunidad artística y por grupos de participación ciudadana de la ciudad de México, además del Fideicomiso para la Salud de los Niños Indígenas de México, presidido por Ofelia Medina. Pero la convocatoria está abierta a todo el que quiera sumarse: ``No se trata de hacer acciones masivas, sino juntar las pequeñas acciones, juntarnos los diferentes. Yo no te voy a convencer, ni tú me vas a convencer a mí. Pero estamos juntos. El 15 de diciembre empiezan los puentes contra el olvido. El 15 de enero les va a llegar allá a las comunidades afectadas la convocatoria que los que nos reunamos el martes vamos a escribir. Por ese medio los invitaremos a organizarse y a tender los puentes con nosotros, a que hagan sus comités y nombres sus representantes. Entonces unas brigadas llevan las convocatorias a las regiones devastadas y esperamos un mes, al 15 de febrero, para que ellos respondan. Y el 15 de marzo decimos: los puentes van a salir de aquí para acá. Al mismo tiempo vamos juntando dinero para hacer un fondo para hacer los diagnósticos, elegir los lugares, capacitar las brigadas, ver dónde vamos a construir las casas de las comunidades que tienen que ser reubicadas''.

Medina es enfática al aclarar que no se busca liberar al gobierno de sus responsabilidades: ``Hay que apoyar sus demandas y sus denuncias. ¿Por qué se les cayó encima la carretera que mató a sus hijos? Porque el secretario no sé qué del estado en vez de gastarse 100 pesos en la carretera, se gastó diez. Ese señor tiene que ser juzgado, tiene que responder como funcionario público. Porque si ellos solos hacen su denuncia, nadie les hace caso. Ahí es donde tenemos que decir: no están solos, sus demandas son nuestras''.

Proyecto distinto, pero paralelo

Ofelia Medina aclara que este proyecto es distinto pero paralelo al que por su parte el Fideicomiso para la Salud de los Niños Indígenas de México ha venido realizando con los desplazados de Chenalhó. En este caso, explica, se trata de comunidades de apoyo zapatistas que no han aceptado la ayuda del gobierno. Ahí, el fideicomiso está entregando 3 mil 500 alimentos diarios para niños menores de cinco años y las mujeres gestantes y lactantes. Asimismo, el fideicomiso ha promovido la construcción, por parte de los propios desplazados, de 564 sanitarios; la creación de las cocinas comunitarias en los campamentos. También se ha concluido una evaluación nutricional de los niños del lugar.

Por lo que toca a las comunidades que perdieron familiares, casas, cosechas y animales con el meteoro, señala la actriz que aquellas son comunidades organizadas pero que no rechazan la ayuda del gobierno, ``entonces también les tenemos que ayudar para que el gobierno cumpla''.

El ``bailongo, ficha y danzón'' que anuncia y celebra el nacimiento de Puentes contra el olvido se llevará a cabo el próximo martes 15 de diciembre en el Foro Ideal, en Frontera 49, Tizapán, San Angel, a partir de las 21 horas. Exhortan los organizadores: ``Pongamos juntos la primera piedra y el primer palito de los puentes que de nuestro corazón colectivo irán al corazón maya de nuestra patria. Por la paz bailamos y contra el olvido cantamos''.