Patricia Peñaloza Ť No usa cualquier w.c. Debe haberlo higienizado ella misma; es feliz tan sólo cuando llueve, y posee una voz a veces escalofriante, a veces dulce, a veces sexy, a veces sicótica: es la escocesa Shirley Manson, voz del cuarteto neoyorquino Garbage, el cual con su pop electrónico pero guitarroso, melancólico pero explosivo, ha vendido cerca de 6 millones de copias (Garbage, 1996; Version 2.0, 1998), y visitará por segunda ocasión el Metropólitan el 15 de diciembre.
Butch Vig, programador, baterista y fundador de Garbage en 1995, tenía ya un importante camino andado antes de crear esta banda: produjo discos de Sonic Youth, Smashing Pumpkings, y uno de los más relevantes de los 90: el Nevermind de Nirvana. Vig, junto con Duke Erickson (guitarra y teclados) y Steve Marker (guitarra, bajo y sampleos), integraron la banda Spooner; igualmente, realizaron mezclas para temas de U2, Depeche Mode y Nine Inch Nails. Vig además produjo pequeños grupos punk/hardcoreros; entre uno de esos proyectos estaba el que ahora se halla ataviado con la fuerte personalidad de Shirley Manson, quien antes cantó en las bandas Goodbye McKenzie y Angelfish.
La música de Garbage es un atasque, un collage de loops y sampleos ponchados, los cuales, al ser escuchados de modo aislado por un músico nice, dijo a Vig: ``Suena a pura basura (garbage)''; el baterista tomó de ahí el nombre: ``la idea es transformar eso en música''. La banda se autodefine como de ``música pop basada por el caos, donde el groove y el ruido coinciden; rolas de sonido extravagante, imposibles de tocar por más de cuatro minutos, que sin embargo tocadas con una guitarra acústica sonarán a pegajosas melodías pop con letras dark, que acaso no puedan ser cantadas muy alto''. Vig dice de la vamp pop: ``Todo lo que canta suena subversivo e intenso''.