El circuito abarca desde Casablanca hasta El exorcista; son para el público en general, no sólo para cinéfilos

Arturo Cruz Bárcenas Ť La Warner Bros. Pictures festeja en 1998 sus 75 años de vida ``divirtiendo al mundo''. Esta empresa presentará un Festival de clásicos durante seis meses para cubrir alrededor de 36 ciudades de la República Mexicana. No es sólo para cinéfilos de hueso colorado, sino para el público en general, que muchas veces ha oído sobre ciertas cintas pero nunca las ha visto.

Este circuito estará integrado por El exorcista, Blade Runner, Casablanca, La pandilla salvaje, Rebelde sin causa, Con ``M'' de muerte y Bonnie y Clyde, todas ellas remasterizadas. Inicialmente, estas películas serán exhibidas desde hoy y hasta el 24 de diciembre en Cinemex Masarik y Cinemex Mundo E.

En entrevista, Eckehartdt von Damm, director general de Videocine de la Warner, dijo que ésta es líder mundial en la creación, producción, distribución y comercialización de todas las formas de entretenimiento. Abarcan desde películas hasta televisión, video, animación, licencia de productos, tiendas y parques de diversiones internacionales.

El sueño colectivo, como industria, de esta empresa comenzó hacia 1923; en 1927 se estrenó la primera película con sonido sincronizado del mundo: The jazz singer. Fue el principio de un impresionante legado de entretenimiento de calidad. Hoy, la vasta biblioteca de la Warner, considerada una de las mejores y más grandes del mundo, consta de más de 6 mil películas, 29 mil 500 títulos de televisión, 11 mil 500 títulos animados y mil 500 cortos animados clásicos. Todos, sin duda, hemos visto algo de la Warner, ya sea al Exorcista o al tal Bugs Bunny.

Y a darle...

En la discoteca Zur, de San Angel, bebidas gaseosas se distribuyeron, fluyeron, con graciosa paciencia. Unos bocadillos atacaron las papilas gustativas sin piedad y la música de Los Beatles, en la camaleónica interpretación del grupo Morsa, hizo la alegría de más de uno que otro ser sesentero y anexas. Keops nos engañó a la perfección con sus trucos de magia, con su baraja cómplice, sus pañuelos iridiscentes, sus manos rápidas y sus ademanes camuflageadores.

``Es una fiesta para ustedes, para festejar a la Warner, pero básicamente a ustedes'', dijo Von Damm, quien se hacía tomar fotos a diestra y siniestra. No hubo conferencia de prensa; sólo fue un cocktelín para divertirse, en nombre de la Warner. Lo relevante, sin duda, es el Festival de clásicos que hoy comienza.