La Jornada domingo 13 de diciembre de 1998

GOLPE A MEXICO

Con la aprobación, en la Cámara de Diputados, de la Ley de Protección al Ahorro Bancario no sólo se legaliza una de las operaciones financieras más injustas, costosas e inequitativas de la historia nacional sino que, además, se sienta un grave precedente en la todavía incipiente democracia mexicana.

La aceptación legislativa de la conversión en deuda pública de los pasivos de la banca en poder del Fobaproa representa, en primer lugar, que los ciudadanos deberán pagar con sus impuestos el costo de las equivocaciones y las torpezas del gobierno federal en materia de conducción económica; la mala gestión administrativa de los propietarios de los bancos y, probablemente, las operaciones irregulares, e incluso fraudulentas, registradas en numerosas instituciones financieras del país. Para colmo, la sociedad deberá saldar también los elevadísimos intereses (calculados en 108 mil millones de pesos para el periodo de marzo a noviembre de este año) que generaron los pagarés entregados a la banca por el Fobaproa. Esto, en otras palabras, significa que los mexicanos pagarán no sólo el rescate de los bancos, sino que además entregarán a sus propietarios una cuantiosa ganancia, lo cual es abiertamente nocivo para el desarrollo nacional, si se tiene en cuenta la notoria insuficiencia de recursos que prevalece en el país para financiar rubros tan importantes como la salud, la educación, la construcción de infraestructura básica o el desarrollo social y agropecuario.

En este sentido, el costo económico y social de la aprobación del fondo será enorme, no sólo para los mexicanos de hoy, sino también para los de mañana, pues en realidad el voto legislativo no se emitió unicamente para apoyar a los bancos, sino que particularmente validó una opción política y social mediante la cual el Estado subvenciona y solapa a los más ricos, a costa de restringir los salarios reales, el gasto social, el desarrollo del país y del aumento indudable de la extrema pobreza, ya insoportable.

El Partido Acción Nacional, que hasta hace poco agitaba como bandera política que ni un peso del Fobaproa sería convertido en deuda pública, podría enfrentar un panorama de descrédito ante la ciudadanía: ¿cómo responderán sus electores, en su mayoría mexicanos de clase media golpeados por la crisis y por la política económica vigente -de la que el Fobaproa forma parte-, ante la inconsistencia de sus representantes populares? Ciertamente, en muchas de las democracias modernas, un partido que no detenta la mayoría pero que posee los suficientes diputados para inclinar la balanza del poder, se convierte en factor de definición a la hora de votar una ley. Empero, cuando un partido de oposición modifica su posición original de forma tan radical como lo hizo aquél, no sólo pone en tela de juicio sus afirmaciones y postulados, sino que suscita desconfianzas entre sus bases y la ciudadanía.

¿Cuáles habrán sido las promesas del gobierno a la cúpula de Acción Nacional para que este instituto político, como cuando validó la elección de Carlos Salinas de Gortari, abandonase su tantas veces declarado carácter opositor y se transformara en otra fuerza oficialista? ¿Qué costo pagará el PAN en términos de su apoyo social y electoral en los próximos comicios, sobre todo cuando el PRD aparecerá como única oposición?

El hecho de que algunos diputados, muy pocos, de PAN y PRI se opusieran al Fobaproa, ¿se reflejará más claramente en las bases de esos partidos y hará de este triunfo parlamentario una victoria a lo Pirro?, o en cambio, ¿los electores tendrán la memoria corta y no recordarán las posiciones y promesas de quienes acabaron avalando una situación que anteriormente habían señalado como inconstitucional?

Con el voto -legal, sin duda, aunque de legitimidad y moralidad cuestionable- en favor de la salida al problema del Fobaproa suscrito por PAN y PRI, se ha violado el espíritu la democracia y se ha dado un peligroso paso hacia un futuro de crisis económica y de gran inseguridad e incertidumbre políticas. ¿Cómo actuarán, en los comicios por venir, los electores de esos partidos, que mediante acuerdos cupulares y contrariando el sentir popular, han favorecido con los escasos recursos públicos disponibles a unos pocos, en detrimento de los intereses de la sociedad?