La CNDH únicamente recibe 1% del presupuesto asignado a la Sedena
Triunfo Elizalde Ť La Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 ofrece en la actualidad un futuro lleno de esperanza, específicamente porque la comunidad internacional se ha dispuesto a rescatar y fomentar los valores morales ``como alternativa para evitar la degradación del medio ambiente, la extensión de la pobreza extrema y las causas más recurrentes de violación a los derechos fundamentales'', expresó ayer Mireille Roccatti, presidenta de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), al inaugurar el II Foro Nacional: Vigencia y Práctica de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Luego de aseverar que el respeto a las garantías constitucionales, más allá de cualquier ideología constituye la esperanza de la supervivencia armónica y civilizada de los pueblos y de las personas, Roccatti subrayó que los derechos humanos representan uno de los indicativos esenciales de nuestro tiempo para probar la legitimidad de los gobiernos democráticos, la eficacia de las instituciones políticas y la consistencia de la cultura relativa a las libertades fundamentales en la sociedad contemporánea.
Al avalar los avances logrados en la práctica y evolución de los derechos fundamentales en los últimos 50 años, la ombudsman hizo público reconocimiento a las organizaciones no gubernamentales por el esfuerzo constante que realizan en materia de promoción y defensa de los derechos humanos. Dejó en claro que en México no hay una coordinación con las ONG como existe en otras naciones, donde incluso los gobiernos destinan apoyo económico a esas organizaciones.
Por vez primera desde que se fundó la CNDH, en junio de 1990, se reveló cuál fue el presupuesto de esa institución durante el año que está por concluir. Roccatti dijo que en 1998 ``se han ejercido alrededor de 130 millones de pesos'' e incluso los diputados están haciendo muchas modificaciones para lograr niveles importantes de asignación al gasto social, que comprende la partida que habrá de destinarse a la comisión.
Al respecto, Benito Mirón Lince, presidente de la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados, afirmó que para cumplir con su misión la CNDH cuenta con un presupuesto que representa sólo el uno por ciento del monto destinado a la Secretaría de la Defensa Nacional, que es de 16 mil 500 millones de pesos. Lamentó que los gastos autorizados a las comisiones estatales de derechos humanos sean ``raquíticos'' y señaló que la propia comisión de la Cámara no cuenta con una partida importante. También reveló que 7 mil millones de pesos son destinados a la Armada de México, y ``unos mil millones de dólares'' se destinarán a la creación de la Policía Federal Preventiva.
De la Declaración Universal de los Derechos Humanos de la ONU, el legislador expresó que dicho instrumento mundial ha contribuido a establecer que las garantías inalienables son responsabilidad internacional y no simplemente un asunto interno de los estados; sin embargo, comentó que muchos gobiernos han incumplido en el combate a la pobreza y en la mitad del mundo aún se encarcela a la gente por sus creencias, raza o género, y en un tercio se tortura a los presos.
Por su parte, Jesús Lima Torrado, catedrático de la Universidad Complutense de Madrid, señaló que en 1948 los países occidentales ganadores de la Segunda Guerra Mundial impusieron al mundo una carta en la que no se tomaron en cuenta culturas, tradiciones y costumbres religiosas, lo que ha dado pie a que muchos estados que aceptaron el espíritu del documento, en la práctica no lo han respetado.
Para terminar con las dificultades existentes propuso la creación de un código de conducta mundial de derechos humanos, que podría terminar en un tribunal internacional donde se conozcan, analicen y determinen las conductas a seguir en torno a las violaciones a derechos que se conozcan en cualquier parte del mundo.
Finalmente, Edgar Cortez, director del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, indicó que a la declaración universal se oponen una pobreza casi infinita y la desesperanza contenida en aquellas voces que han hablado del ``fin de la historia''.