La Jornada 9 de diciembre de 1998

Entre sollozos, Raúl Salinas de Gortari implora clemencia

Roberto Garduño, enviado, Almoloya de Juárez, Mex., 9 de diciembre Ť Raúl Salinas de Gortari no pudo contener el llanto y pidió clemencia al juez Ricardo Ojeda Bohórquez, quien en 30 días hábiles le dictará sentencia en relación con el homicidio de José Francisco Ruiz Massieu. ``Es mi vida lo que está en juego. Es mi destino y el de los míos lo que la ley deposita hoy en las manos del señor juez, una sola persona. Reitero a usted, señor juez, que soy inocente. Les reitero mi inocencia a mis sobrinas Claudia y Daniela, a toda la familia Ruiz Massieu, a todos los miembros de la familia Salinas y a la sociedad. Confío en Dios''.

Frente a él escuchaban el subprocurador de Coordinación y Desarrollo de la PGR, José Luis Ramos Rivera, el fiscal Ismael Eslava, los abogados defensores Eduardo Luengo Creel y Raúl González Salas, y a un costado de ellos también se hallaban Adriana Salinas, Juan José Salinas y Claudia Ruiz Massieu. Entre sollozos, Raúl Salinas recordó que en 45 meses de estadía en la prisión de alta seguridad de Almoloya de Juárez ha meditado, y punto medular de sus reflexiones es la desaparición física de su cuñado José Francisco.

Al mismo tiempo que el acusado limpiaba su nariz por el llanto, su hermana, Adriana Salinas, hacía lo propio, con sumo cuidado pasaba un pañuelo por debajo de los ojos. Ambos lloraban y más cuando el indiciado recordó: ``A nosotros, a la familia Salinas, en esta circunstancia representada mi persona, nos hicieron pasar de víctimas a verdugos y nos ataron de manos para salir en defensa de José Francisco, para decir que la integridad y el prestigio de los muertos es sólo de ellos, porque no quisimos parecer falaces''.

De nueva cuenta, insistió en que su encarcelamiento en Almoloya ``obedeció más a una decisión política que a una decisión judicial'', y que el linchamiento público y las acusaciones fabricadas son utilizados en contra suya y de su familia.

Raúl Salinas prosiguió su defensa y una vez más trajo a colación el nombre de las hijas de su cuñado, Claudia y Daniela, quienes atestiguaron en su descargo. ``A ellas mi profunda admiración y amor, por su honorabilidad y valentía''.

Dirigiendo su vista al subprocurador Ramos Rivera, el hermano de Carlos Salinas de Gortari afirmó que Antonio Lozano Gracia, Pablo Chapa Bezanilla, Jorge Madrazo Cuéllar y el mismo José Luis Ramos Rivera maquinaron la acusación en su contra y lo señalaron como autor intelectual del homicidio de Ruiz Massieu.

``Mediante trampas, ilegalidades y una gran perversidad me culpan de un homicidio que no cometí. Ninguna circunstancia justifica que las autoridades encargadas de impartir justicia cometan delitos, ni siquiera para combatir otros. El respeto a los derechos de toda persona es indeclinable, independientemente de que se encuentre sujeta a proceso, o haya sido sentenciada.''

También rechazó el señalamiento de Antonio Chávez Ramírez, integrante de la escolta que el Estado Mayor Presidencial le asignó, y quien en su declaración aseguró que un día después de la muerte de su cuñado, Raúl Salinas le ordenó fuera a descansar a su casa. ``Esos militares no se nos separaban ni un segundo, ¡había tanta tensión, señor juez!''

La réplica

El subprocurador Rivera argumentó que los pagos realizados por la PGR durante la administración de Lozano Gracia nunca se negaron, y que esos datos se entregaron oportunamente al juez, una vez que se consignó a los responsables de ese hecho.

Por lo que toca a las primeras declaraciones de los testigos de cargo contra Raúl Salinas -que no mencionaban entonces al hermano del ex presidente como responsable del homicidio-, éstos omitieron hablar de Raúl, lo que significa que estaban asustados por las amenazas de Mario Ruiz Massieu. Mientras proseguía el funcionario con su argumentación, el abogado defensor Raúl González Salas gesticulaba y se sonreía con Adriana Salinas, en actitud de burla.

Ramos Rivera refirió las ocasiones en que la defensa del acusado se condujo con falsedad ante los medios de comunicación y se negó a responder ante la representación judicial sobre sus dichos. ``El Ministerio Público Federal ha sido extremadamente prudente ante los medios de comunicación. Protesto ante su señoría que no han sido los funcionarios de la PGR los que se han dedicado a realizar filtraciones ante los medios de comunicación. Las cosas que hemos querido decir a la prensa las hemos pronunciado de frente y en público''.

Proceso complejo: la defensa

Eduardo Luengo Creel leyó ante el juez de la causa un documento de seis cuartillas en el que sostiene la inocencia de su cliente. Pero también refiere las dificultades que los penalistas del caso encontraron a lo largo de cuatro años.

``Es un proceso que podemos definir como complejo y extraordinario. Lo calificamos de complejo porque su origen y su desarrollo se han llevado a cabo en circunstancias atípicas. Y lo calificamos de extraordinario porque nos hemos encontrado ante nuevas circunstancias inauditas e inimaginables.''

Nuevamente dijo que la PGR no pudo demostrar la culpabilidad de Raúl Salinas. Y volvió a su alegato de los últimos meses en el que descalificó la declaración de Fernando Rodríguez González por haber recibido medio millón de dólares, porque se les otorgaron beneficios ilícitos a María Bernal, a Justina Cruz y a Francisca y Patricia Zetina. Y agregó que también se indujo a declarar en contra de su cliente a Antonio Chávez Ramírez, Moisés Flores Fernández y Noé Hernández Neri.