La Jornada 9 de diciembre de 1998


Más de 30 mil integrantes de organizaciones de deudores de la banca
realizaron una marcha hacia San Lázaro en repudio al paquete económico
del gobierno federal Ť Foto: Carlos Cisneros

Fabiola Martínez y Roberto González Amador Ť En lo que constituyó la mayor manifestación de los últimos años para repudiar la política económica, más de 30 mil personas marcharon ayer por calles de la ciudad de México para pedir al Congreso que rechace la propuesta gubernamental de incrementar los impuestos y reducir el gasto público en sectores clave como la educación superior y la investigación científica.

Convocados por El Barzón, el Movimiento Proletario Independiente y la Unión Nacional de Trabajadores, los manifestantes recorrieron los cinco kilómetros que separan al Monumento de la Revolución de la Cámara de Diputados, a modo de llamado para que los ciudadanos manifestaran su indignación en contra del paquete económico propuesto por el gobierno para 1999, el cual deberá ser votado por los legisladores en el curso de la próxima semana.

``El objetivo de la movilización es poner de manifiesto el rechazo de amplios sectores de la sociedad al programa económico del gobierno'', afirmó Alfonso Ramírez Cuéllar, diputado por el Partido de la Revolución Democrática y dirigente metropolitano de El Barzón.

Los más de 30 mil manifestantes, entre los que había trabajadores del campo y la ciudad, colonos, deudores de la banca, amas de casa y estudiantes, corearon consignas de rechazo al incremento de 15 por ciento al precio de los combustibles, que entró en vigor el 14 de noviembre.

Además, pidieron a los diputados rechazar la pretensión gubernamental de introducir el próximo año un impuesto especial de 15 por ciento sobre el consumo del servicio telefónico.

Por lo menos 10 mil personas permanecerán en plantón indefinido a las afueras de la Cámara de Diputados, instancia que en los próximos días deberá votar el paquete económico de 1999 y también decidir el destino final de un polémico fondo gubernamental que asumió en los últimos tres años deudas bancarias por 65 mil millones de dólares, y que la administración del presidente Ernesto Zedillo propone convertir en deuda pública.

Recuperar el poder adquisitivo de los salarios, la demanda más sentida

La demanda central de los manifestantes, que en la marcha se hicieron acompañar de 20 tractores, fue exigir a los diputados tomar acciones para recuperar el poder adquisitivo de los salarios, que desde 1994 han perdido 30 por ciento de su capacidad de compra, así como destinar mayores recursos a la educación y a la actividad agrícola y aprobar un programa de apoyo a pequeños y medianos deudores en cartera vencida.

Los manifestantes exigieron además un aumento salarial de emergencia de 50 por ciento, cantidad lejana al incremento de 14 por ciento a los sueldos mínimos que entró en vigor desde el 1o. de diciembre pasado.

La marcha de ayer fue el inicio de lo que los organizadores llamaron una jornada popular contra el paquete económico ``zedillista'' y de resistencia civil, en la que participan por lo menos 50 agrupaciones, que se pronunciaron por un modelo económico diferente al actual ``que detenga el desempleo, la pobreza y la frustración de millones de mexicanos''.

Los manifestantes exigieron a los diputados rechazar la conversión a deuda pública de los pasivos asumidos por el Fondo Bancario de Protección al Ahorro, así como el paquete económico propuesto por el gobierno para el próximo año.

En caso de que los diputados no detengan la propuesta económica gubernamental, los organizadores de la marcha anunciaron que la resistencia hasta ahora pacífica y legal, se convertirá en un llamado al ``boicot, la huelga y la toma de calles''.

Exigieron a los legisladores ``escuchar el mandato de la sociedad, porque de lo contrario volveremos a tomar las calles y haremos lo necesario para frenar el empobrecimiento de la población''.

La marcha comenzó a las 17 horas desde el Monumento a la Revolución y concluyó con un mítin cerca de las 20 horas en la Cámara de Diputados.

Los organizadores hablaron de 35 mil asistentes, aunque la policía cerró la cifra en 15 mil.