El PIB sólo crecería 3.20% y el dólar llegaría a 11.50 pesos
Laura Gómez Flores Ť En el marco de la globalización, 1999 se advierte como un año difícil por la baja en los precios de los hidrocarburos, la desaceleración económica y la oleada proteccionista de países emergentes, por lo que el grupo Consultores Internacionales y analistas de Banamex estiman que el consumo privado de artículos de consumo duradero disminuirá 9 por ciento y el de no duraderos crecerá tan sólo 1.8 por ciento.
Sin embargo, el sector de servicios presentará la desaceleración más acusada, por su vínculo con el mercado local como es el caso del comercio, restaurantes y hoteles, además de servicios personales, sociales o comunales.
De acuerdo con las proyecciones de Consultores Internacionales, el producto interno bruto en 1999 crecerá 3.20 por ciento; la inflación se colocará en 15.70 por ciento; la balanza comercial será de nueve mil 100 millones de dólares (15 por ciento más a la esperada para este año); la cuenta corriente presentará un déficit de 17 mil 630 millones de dólares; la tasa líder de interés se mantendrá en 22.55 por ciento, y el tipo de cambio será de 11.50 pesos por dólar.
En tales circunstancias, considera que la congruencia del programa económico deberá tener un diseño particularmente ``cauteloso'', con base en la existencia de márgenes de maniobra muy estrechos, pues la astringencia financiera internacional permanecerá y tendrá repercusiones ineludiblemente en México.
Por ello, la necesidad de que los ajustes a la política tributaria sean menos onerosos para la sociedad, para establecer una reforma fiscal integral que incorpore más causantes y evite la evasión, a la vez que contribuya a promover el ahorro y el empleo.
En cualquier caso, destaca que la resolución que el Congreso de la Unión dé al paquete fiscal debe considerar la exigencia de conservar el déficit fiscal en un límite inferior a dos por ciento del producto interno bruto porque de otra manera, se asumiría el riesgo no sólo de perder el control de la inflación, sino que también podrían aumentar las dificultades de su financiamiento, en un ambiente de capitales escasos.
Consultores Internacionales estimó que con un manejo adecuado de tasas de interés y de tipo de cambio, estos indicadores podrían convertirse en los medios adecuados para reactivar el consumo y la inversión, si efectivamente disminuye la tasa de inflación, pues un panorama con altas tasas de interés y una inflación declinante representaría una situación riesgosa.
Lo anterior agravaría los altos niveles de endeudamiento de la economía y la fragilidad del sistema bancario.