La Jornada 8 de diciembre de 1998

Pastrana: la paz en Colombia no implica que haya derrotados

Alonso Urrutia Ť ``Es urgente decirle un no a la violencia y pronunciar con decisión un nuevo adiós a las armas que nos otorgue la posibilidad de superar el dominio de la muerte'', dijo Andrés Pastrana Arango, presidente de Colombia, durante la sesión solemne del Senado de la República que le sirvió de marco para hablar de la guerra y la paz.

Promotor de una negociación directa con la insurgencia colombiana, Pastrana definió los términos de las discusiones de paz que ha propuesto y en donde ``no queremos que ninguna de las partes en conflicto pueda considerarse victoriosa. Por el contrario, nuestra profunda aspiración es que todos podamos declararnos vencedores por haber alcanzado la paz''.

De visita en el Senado de la República, el mandatario colombiano aludió también a las responsabilidades de los parlamentos, pues cuando éstos ``no reflexionan, se desborda la nación, se dispersa la voluntad popular, se descarrila el propósito de convivencia y se ausenta la solidaridad''.

Pastrana destacó que el ideal en el mundo es alcanzar ``la unidad de lo diverso'' mediante la democracia, porque ``diversidad sin unidad es anarquía, y unidad sin diversidad es tiranía''.

Largo discurso en el que destacaron las referencias a la pobreza latinoamericana, pues ``hay que decirlo con claridad, por nuestras calles de Santafé de Bogotá, ciudad de México, Caracas, Rio de Janeiro o Buenos Aires ya deambulan los nuevos drogadictos, los criminales comunes y los guerrilleros''.

Destacó la necesidad de que los gobiernos tengan sensibilidad social, pero con políticas diseñadas con ``inteligencia'', pues de lo contrario se conduciría hacia una catástrofe, y por lo común ``constituyen el fundamento de los trágicos populismos, que hipotecan el futuro de los hijos para satisfacer las exigencias de los padres''.

Una y otra vez, Pastrana volvió al tema de la pobreza, condición social que rodea a las democracias latinoamericanas expresada desde la creciente migración hasta el dolor de los desocupados y el desánimo de quienes no poseen vivienda.

Subrayó que ``el número y la condición de los excluidos son la mejor expresión del nivel de respeto entre sociedad y gobierno. Habló de las evidencias de la concentración de la riqueza, expresión de la desviación de los objetivos de la política económica y del estruendoso fracaso de la política''.

Pastrana aseveró que no se necesitan grandes encuestas para darnos cuenta de la pobreza, ``de que la justicia social es una mala palabra y que el empleo es una especie en vías de extinción''. Sin embargo, advirtió, ``no se puede pensar en superar la pobreza con quienes se preparan para matar y con quienes están matando''.

El mandatario condenó a quienes toman la evidencia de la muerte ajena como certeza de la razón propia