La deuda externa será renegociada, promete el militar
Afp, Ap, Reuters y Dpa, Caracas, 7 de diciembre Ť Mientras Venezuela amaneció este lunes como en un día festivo, el presidente electo Hugo Chávez reforzó sus apoyos al obtener una felicitación ``sincera'' del presidente Rafael Caldera y la oferta de colaboración de gobernadores regionales, mientras continuó con su discurso moderado al insistir en que respetará las libertades cambiarias, dará seguridad jurídica a los inversionistas y cumplirá el pago de la deuda externa.
Entre tanto, los dos principales partidos venezolanos, el socialdemócrata Acción Democrática (AD) y el socialcristiano Copei, barridos por la elección del domingo que dio la victoria al ex militar golpista, se debatían este lunes entre oposición y reforma.
Los dos partidos, que coparon el mapa político venezolano en los últimos 40 años, experimentaron una dramática caída tras decidir renunciar a sus propios candidatos para apoyar al conservador independiente Henrique Salas Romer, mejor ubicado en las encuestas para derrotar a Chávez.
Mientras Chávez, candidato de la coalición izquierdista Polo Patriótico, logró 56.4 por ciento de los votos --la mayor votación en la historia del país-- escrutados 80 por ciento de los sufragios, Salas Romer obtuvo 39.4 por ciento, de los cuales AD aportó apenas 7.5 por ciento y Copei un irrisorio 1.7 por ciento.
Las bases de AD y Copei ``antes que seguir la línea de gobernadores y cúpulas se pasaron al chavismo'', afirmó el diario El Universal, mientras El Nacional destacó la ``fractura inmensa entre una democracia falsa que ofrecía igualdad de oportunidad, pero que escondía un profundo sentido discriminatorio de los sectores populares''.
``Sería tonto negar que recibimos un duro golpe'', afirmó este lunes el presidente de Copei, el ex mandatario Luis Herrera Campins, quien consideró que se ``impone una revisión de la orientación de las organizaciones políticas para adecuarlas a las nuevas necesidades''.
El secretario general de AD, Lewis Pérez, anunció que su partido ``encabezará la oposición dentro de un clima de respeto'', al recordar que cuenta con 62 escaños en el Congreso frente a los 73 de los partidos del Polo Patriótico.
Con una postura más conciliadora, los 14 gobernadores de AD y Copei que habían dado su apoyo a Salas Romer expresaron este lunes al presidente electo su intención de cooperar con el nuevo gobierno. ``Lo que se impone es que seamos un solo gobierno'', afirmó el gobernador de Monagas, el socialdemócrata Luis Eduardo Martínez.
A su vez, el presidente Rafael Caldera reconoció hoy la victoria electoral del ``teniente coronel'', le deseó ``sincero'' éxito en su gestión, y dijo que acatará la decisión del pueblo.
El Consejo Nacional Electoral indicó en un comunicado que Chávez será proclamado oficialmente, entre el jueves y el viernes, presidente de Venezuela, convirtiéndose así en el mandatario más joven con 44 años de edad.
Entre tanto, la tranquilidad reinaba en las calles de Caracas, luego de meses de rumores sobre escenarios electorales violentos y advertencias de golpes de Estado. Pocos vehículos circularon por las avenidas capitalinas; las escuelas aquí y en el interior se mantuvieron cerradas tras haber sido centros de votación la víspera, y las casas de cambio, que el sábado habían agotado sus reservas de divisas, tampoco funcionaron.
La tranquilidad que se respira tiene relación, según analistas, con el normal desarrollo de las elecciones, como reconocieron los observadores de la Organización de Estados Americanos, y con el primer mensaje de Chávez como presidente electo llamando a la unidad nacional y asegurando que ``no voy a conducir un gobierno de revanchismo''.
Chávez ofreció una segunda masiva rueda de prensa desde que se anunció su triunfo, en tanto su futuro ministro de Defensa, el general Raúl Salazar, actual agregado militar en la embajada en Washington, se alistaba para llegar este martes a Caracas. Salazar, el único ministro confirmado, es considerado un líder nato de las fuerzas armadas, ni ``chavista ni antichavista''.
En su primera conferencia de prensa, Chávez consideró que las fuerzas armadas ``deben incorporarse de manera más activa'' en la vida nacional y sostuvo que los militares ``saben que cuentan conmigo y yo con ellos''.
En tanto, el actual ministro de Planificación, el ex guerrillero Teodoro Petkoff, descartó hoy versiones de prensa según las cuales se uniría al gobierno de Chávez para asegurar la continuidad de las políticas económicas. ``No estoy dispuesto, además, nadie me lo ha propuesto'', dijo.
Por otra parte, el presidente electo anunció hoy que las primeras naciones que visitará en las próximas semanas serán Colombia, Brasil y República Dominicana, en el marco de su estrategia de ``fachadas'' para definir la política exterior.
Brasil correspondería a la ``fachada amazónica'' y República Dominicana ``a la del Caribe''. Colombia, la ``fachada andina'', ``tendrá prioridad estratégica dentro de esa visión bolivariana latinoamericana'', expuso Chávez, quien manifestó estar dispuesto a servir de mediador en el proceso de pacificación entre la guerrilla y el gobierno de Andrés Pastrana.
Venezuela y Colombia mantienen una disputa limítrofe. Otros factores de tensión son las incursiones de guerrilleros a territorio venzolano y el trato a los colombianos residentes aquí.
El carismático caudillo venezolano no hizo alusión a Cuba, pero en una entrevista televisiva transmitida esta madrugada, según un despacho de Dpa, admitió que en la isla ``sí hay una dictadura'', y agregó que ``el problema cubano debe ser resuelto entre cubanos''.
Sobre el fuerte abrazo con que se despidió en La Habana en 1994 de Fidel Castro, habría dicho que también abrazó a otras figuras públicas, como el ex presidente estadunidense Jimmy Carter, ``y eso no siginfica que son mis amigos''.
La política económica
En la misma rueda de prensa, Chávez se comprometió a priorizar el ``equilibrio fiscal y la disciplina macroeconómica'', frenando los gastos, reduciendo la carga del Estado, atacando la corrupción y la evasión fiscal, restructurando la deuda externa, y con un plan de expansión del holding estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA).
Venezuela, conocida en los años setenta como la saudita sudamericana durante el boom petrolero, enfrentará el próximo año un déficit fiscal calculado en 5 mil millones de dólares, ante la caída de los precios del crudo.
En este campo, Chávez se comprometió a cumplir un convenio firmado con México y Arabia Saudita para reducir la producción petrolera a fin de apuntalar los precios internacionales de crudo. Reiteró además que no habrá devaluación y que mantendrá el actual sistema de bandas.
También aseguró que su gobierno honrará el pago de la deuda externa. ``Lo único es que no podemos seguir pagando la deuda con el mismo perfil, el mismo peso que tiene hoy en el presupuesto'', aclaró Chávez, quien dijo que su equipo económico ya comenzó a conversar con el Fondo Monetario Internacional, el Banco Interamericano de Desarrollo y otros acreedores para negociar la restructuración de la deuda estimada en unos 21 mil 400 millones de dólares.
``Le decimos al mundo que el plan nuestro será muy serio, un proyecto de desarrollo económico de amplia magnitud, que necesitará de inversiones internacionales'', insistió.
Las primeras reacciones del sector económico venezolano fueron de cautela, a la espera de la definición de la política económica de nuevo gobierno. ``Ningún candidato puede regresar al pasado y lo demostraron las declaraciones del presidente electo'', destacó el presidente de la patronal Fedecámaras, Francisco Natera, en referencia a las propuestas de Chávez cuando se lanzó como candidato, sobre una moratoria de la deuda externa y la revisión de los contratos de privatizción de PDVSA.
Pero Boris Molina, de Santander Investment, dijo que pese al tono positivo en las declaraciones de Chávez, ``las preguntas más importantes siguen flotando en el ambiente'' sobre inflación, déficit fiscal y la renegociación de la deuda.
Más optimista, el economista Odeo Palma consideró ``reconfortante'' escuchar al presidente electo decir la víspera que no tiene una ``fórmula mágica'', ni es un mesías para resolver de un día para el otro los grandes problemas económicos.
El sociólogo Heinz Sonntag pronosticó que Chávez ``no va a lanzarse a aventuras, digamos, dictatoriales, pues sabe que tales conductas podrían generar reaciones desfavorables en países industrializados''.