Arturo Cruz Bárcenas Ť Salió a la venta el nuevo CD de la Onda Vaselina, Vuela más alto, y también salió, pero de Marketing de Sony Music, Alfonso Darriva Ruiz, fundamental para el éxito de los vaselinos. El porqué salió no lo sabemos, pero es seguro que en breve tendremos noticias de Darriva.
En entrevista, los de la Onda señalan paralelismos con Rimbaud y el reconocimiento de Plastilina Mosh a lo que están haciendo en materia musical. Reiteran que no les interesa la competencia, que ésta es con ellos mismos. Llevan 10 años de trajinar en el ambiente. Hablan sobre su nombre, desde ahí, y reniegan querer llamarse la Onda gel o la Onda mouse.
Se engallan cuando se les hace ver que Rimbaud a su edad ya tenía su obra, en tanto que ellos, con siete discos, dos de ellos en Sony, aún pretenden volar más alto de donde están; señalan a Las flores del mal y que la obra de los poetas malditos no les es ajena.
Hoy, gozan del éxito. Lucen radiantes y las mejillas, los vellos, las rodillas, las cabelleras, sus risas con dientes nacarados, son el reflejo en el que el narcisismo, si cabe, se estrella. Son triunfadores, y saben que su canto al amor es light. Amor-light.
Es la Onda Vaselina, el grupo que Julissa, más allá del banco de escuela, ''que tiene tu nombre'', ha llevado a donde está. Es el conjunto número uno en su materia y va por su internacionalización, la definitiva, aunque ya son famosos en otros países. Pero la fama, esa señora atractiva y traicionera y fatal, es un jabón difícil de asir, como la teoría social que, si no toma piso, patina. Quizá estén cansados de las mismas preguntas, de esas que por años se les han hecho. Que si siguen estudiando, que si son positivos ante la vida... ¿pueden no serlo? Son el grupo número uno en su tipo y el de mayor venta de CD; digamos que tienen resuelta su situación económica por un buen rato.
``Estamos donde estamos principalmente por un trabajo de 10 años; por Julissa, que no es una manager de escritorio; busca talento y nos ha dejado desarrollarnos, sin imponernos nada. La competencia es con nosotros mismos. En este medio tienes que estar en la constante autosuperación sin preocuparte por el que está al lado. La competencia no existe; hay para todos. Nuestro mensaje positivo es el amor, que es el eje que mueve al ser humano; propugnamos por el respeto, por el volar más alto, que no es algo arrogante, o vendiendo sólo discos. Nuestro disco más reciente es algo onírico, se basa en un sueño; queremos decirle a la juventud que vuele con la imaginación. Si eres joven trata de aprovechar tu juventud, que es un estado de ánimo, aquí y en China''. Para ellos, los 60 fueron una década de meditación, los 70 de cambio y los 90 de reconciliación. ``Aunque nos digan la generación X, sin identidad, no creemos en eso; somos una generación que reconcilia con todo lo que vivimos en el siglo''.
``Nuestra concepción del amor no es la del amor-odio; es el amor ligero. A los 22 años no podemos definir realmente lo que es el amor, aunque Rimbaud a esa edad ya había dicho todo. Aunque llevemos siete discos no podemos comparar, pero en este último hay una evolución. Este disco es como Las flores del mal, de Baudelaire. Cuando él lo escribio estaba como en un proceso de reconciliación con todo lo tormentoso que había vivido. Como esa obra, este disco es pasional y habla de cada uno de nosotros. No es un CD que hable del concepto Onda Vaselina, sino de nuestra individualidad. Por primera vez plasmamos ésta, no en forma egoísta. Todos tenemos el mismo objetivo y el mismo fin: Onda Vaselina''.
Expresan su gusto por Plastilina Mosch, a quienes consideran unos tipos muy desenfadados, agradables; ``se nos hacen geniecillos. Nos han dicho `¡vientos con lo que están haciendo! Están haciendo cosas dentro del pop bien arriesgadas, interesantes', y eso nos motiva. Son gente que saben que el pop tiene cosas muy rescatables. Además, hoy ya todo es una licuadora. Si observamos las listas de popularidad, a veces nos estamos disputando los primeros lugares con Plastilina o con Molotov. Se trata de que cada quien dé sus propuestas'', señalan los vaselinos.