Fernando Figueroa Ť En esta ocasión, les voy a contar un cuento. Se llama La cigarra que hacia pipí. Era tan alta, tan alta, que quiso alcanzar las estrellas. Sin embargo, comprendió que era una meta imposible y, en principio, se conformó con alcanzar las canastas de basquetbol. Cuando era adolescente, los muchachos decían ``mira qué cosa más alta, tan llena de gracia'', pero ella se sentía ``una cabeza caminando''. Dromedario por las calles de Bahía, se curvaba para estar a la altura física de los demás. En las fiestas solía sentarse para evitar las risas que provocan las parejas disparejas. Al llegar a casa, con su 1.80 metros de altura a cuestas, escuchaba mucha música en discos o conciertos en vivo a cargo de un tenor maravilloso: su papa, y de ``una buena pianista'', su mamá. Desde entonces, una voz interior le decía que algún día se convertiría en una gran cantante. Y así fue.
Aunque antes de 1977 ya era conocida en Brasil, Simone traspasó fronteras gracias al tema Oh!, qué será, compuesto por Chico Buarque para la película Doña Flor y sus dos maridos. Cuando preparaba su siguiente disco sucedió el milagro. ``Yo estaba en un baño haciendo pipí y de pronto oí una voz que decía: ``cigarra-cigarra-cigarra''. Le contó lo sucedido a Milton Nacimento y entonces él escribió la canción Cigarra, que es maravillosa'', nos contó la interprete brasileña durante su reciente visita a México.
Simone está promoviendo su más reciente álbum, titulado Loca, que incluye la canción homónima de Willie Nelson, además de varios temas que en su momento popularizó Julio Iglesias, como Hey, Lo mejor de tu vida y Abrázame, esta ultima en dueto con Rafael Basurto, ex miembro de Los Panchos. Junto a Daniela Romo interpreta Mi amor, de Steve Wonder y, con Willy Chririno, Por Ella. La intérprete carioca dice que a sus fans brasileños sí les gustó el disco, pero los críticos ni siquiera se tomaron la molestia de escucharlo.
Simone dice que ella podría hacer varios discos antológicos, pero que prefiere incursionar por caminos diferentes. A pregunta expresa, afirmó que hace dos años quiso realizar un nuevo disco con autores jóvenes de su país y no encontró material suficientemente bueno para llevar a cabo su propósito.
Este monstruo sagrado, para quien Fidel Castro dejó de ser un ídolo hace varios años, afirma que Brasil es un paraíso en el que, desgraciadamente, ``existen personas que debían ser enviadas a una isla para que no hagan daño alguno''. Piensa que la reelección del presidente Cardoso fue lo menos malo que pudo suceder, ya que ``Lula no ha sido diputado ni senador; no creo que por ahora tenga la experiencia necesaria para ser un buen presidente''.
A pesar de todos los problemas que hay en Brasil, Simone piensa pasar ahí el resto de sus días: ``Actualmente vivo en Río de Janeiro y todo mi ser necesita estar aspirando el yodo que despiden las olas del mar'', expresó muy a su manera.
Finalmente, Simone dice que el pecado no existe, mucho menos cuando el amor y la pasión se juntan.