Jorge Caballero Ť La serie de animación de mayor popularidad se llama Dragon Ball; desde hace más de un año se transmite en dos horarios: 18:30, y la versión Dragon Ball Z tiene el estelar de 20:30 a 21:00 horas, por el Canal 5. En los primeros meses de transmisión esta última duraba una hora, cuenta con especiales de películas con duración de 60 minutos en ese mismo horario.
No hay ningún otro antecedente en los programas para niños. Hasta el jueves pasado estaba calificado muy por encima al de cualquiera de las otras caricaturas. Dragon Ball también rebasa a las telenovelas y a casi todos los partidos de futbol. La transmisión de la caricatura (anime, en japonés), que primero fue historieta (manga, en japonés; comic, en inglés), provocó una inundación de artículos relacionados con la historia, revistas, guía de personajes, tarjetas, muñecos, mantas, pósteres, prismas, libros, camisetas, dibujos y libros para colorear, álbumes y películas en video. En cualquier puesto de la vía pública, tianguis o plaza comercial se venden; incluso, existen los que exclusivamente venden los artículos de la serie, pero en su mayoría la mercancia es pirata. Recientemente la editorial Vid puso en circulación la historia del mítico guerrero Gokú, protagonista de la serie, a 14 años de haber salido en Japón y es el comic de mayor venta en México.
Esta serie se podría resumir así: son las aventuras de un niño con cola de simio, Gokú, que viaja por el mundo para conseguir las siete esferas del dragón; al juntar estas esferas aparece un gigantesco dragón que concede un deseo, y el pequeño busca revivir a su abuelo. El pequeño niño simio (después se develará su origen extraterrestre de una raza llamada saiayín), al tratar de conseguir las esferas se enfrenta a poderosos enemigos, algunos de los cuales paulatinamente se convertirán en aliados de combate ante otros más poderosos. Al ver que su abuelo no quiere volver a la vida, Gokú se hace entrenar con el maestro Roshi para participar en el torneo de la artes marciales. En el primer torneo pierde con el maestro Roshi, en el segundo torneo es vencido por un peleador que tiene un ojo en la frente; antes del tercer torneo aparece el malévolo Pícoro, el cual quiere apoderarse del mundo, pero es vencido por Gokú (antes de morir escupe a un hijo). Ya en el tercer torneo Gokú aparece adulto y su principal oponente con el despiadado Pícoro, hijo del anterior. Gokú sale victorioso y se casa con Milk. En Dragon Ball Z aparecen otros extraterrestres de la misma raza que Gokú. Luego de desencadenar una lucha mortal en la Tierra las aventuras se disparan hacia el espacio, en donde Vegueta se une a Kakaroto, nombre saiayín de Gokú. Este se transforma en el mítico guerrero super saiayín para derrotar a Freezer. Pasan algunos años y aparecen unos androides, siendo el más temible Cell, que es vencido por Gohan, hijo de Gokú.
Dragon Ball tiene más cosas: hay referencias a las historias chinas de los guerreros samurais que buscaban la perfección en el arte de combatir. Muestra los beneficios de la tecnología, pero también la critica. Maneja sentimientos como la lealtad, amistad, envidia, avaricia, poder, deseo, ingenuidad. Los nombres de los personajes están ligados a vegetales (Kakaroto, zanahoria), prendas íntimas (Bra, brasier), alimentos (Pan, pan) y partes del cuerpo (Chichi, teta). Las armas, como espadas, pistolas, metralletas, no sirven ante las técnicas del manejo de energía de los personajes, referencia a el Tai Chi. El bien y el mal está planteado desde un punto de vista muy budista, cambian según las circunstancias. Los dibujos han evolucionado de la primera a la tercera parte, como en el capítulo cien, donde muere Gokú. La imagen virada al sepia es digna de un cuadro expresionista.
``Dragon Ball es el cómic que más se vende. Tiene un público joven y sí es un fenómeno, pero cuando termine se olvidará. La competencia de Dragon ball es Spawn y clásicos como El Hombre Araña, Superman y Batman'', aprecia José Juan Bautista, gerente de la tienda Castle Comics. Mientras Dragon Ball es olvidado, ahí le va, caro lector, el final del capítulo dos de la serie: Pasan diez años y en el siguiente torneo de artes marciales todos se sorprenden de ver a Gokú en el torneo. Dai Kaioh Shin Sama también está para vigilar a Babiddi, hijo del mago del mismo nombre y que creó al monstruo Boo. Babiddi desea vengar a su padre que fue vencido por Dai Kaioh Shin Sama. Tras una batalla de niveles increíbles en donde mueren casi todos, Gokú se fusiona con Vegueta y destruyen a Boo. Luego aparece Oob, que es la rencarnación de Boo. Mr. Satán abandona el torneo para entrenar a Oob y evitar que siga el camino del mal. Así termina la segunda parte de Dragon Ball Z.